Los centros de reconocimiento de conductores pendientes de un gran pacto interdepartamental

Los centros de reconocimiento de conductores pendientes de un gran pacto interdepartamental

Un gran pacto de coordinación entre los Departamentos de Interior/Transportes y de Sanidad debe de permitir a los Centros de Reconocimiento médico para la revisión del permiso de conducir a acceder a la Historia Clínica y medicación de los conductores, superando cualquier barrera generadora de ineficiencia y acordar las bases de un funcionamiento plenamente integrado al sistema sanitario y a las necesidades de la movilidad segura.
10 Agosto 2021

La existencia y actuación de los Centros de Reconocimiento de Conductores es un valor estructural importante en el sistema de prevención y control de los permisos de conducir. Se hace preciso una valoración de los puntos fuertes y débiles del actual estado de la situación  de los Centros de Reconocimiento, al objeto de que sus prestaciones se ajusten a las necesidades que exige la Visión Cero de la seguridad vial.

Sería de gran ayuda que los Centros de Reconocimiento tuvieran acceso a la Historia Clínica de los usuarios, permitiendo a los responsables de los centros de reconocimiento de conductores ampliar información, cotejar diagnósticos, evaluar efectos de las medicaciones y tomar decisiones enfocadas a la conducción segura de la persona que se trate.

Las autoridades sanitarias competentes, tanto a nivel central  el Sistema Nacional de la Salud, como en las Comunidades transferidas sus correspondientes Servicios, deben y pueden entrar en la dinámica operativa de abrir la información de patologías y medicaciones actualizadas de los conductores a los Centros de Reconocimiento para promover el mejor dispositivo preventivo ante la pandemia de las lesiones por accidente de tráfico. A esta línea de la Sanidad Pública de la Seguridad Social se deberían incorporar asimismo los centros de la sanidad privada al ser requerida la información en el momento de la revisión del permiso de conducir

 Las intervenciones en el ámbito de la seguridad vial en los Centros de Reconocimiento de Conductores, se disponen y organizan de manera multidisciplinar.  Siguiendo este criterio, el modelo evaluador basado en la red de Centros de Reconocimiento contempla tres áreas claramente definidas: medicina general, oftalmología y psicología, existiendo entre ellas una estrecha interrelación y colaboración en todo el proceso de evaluación del conductor.

El fin último es detectar de forma eficaz los déficits en las capacidades físicas y en las aptitudes psicológicas y actitudes que pueden afectar a la seguridad en la capacidad de conducir, administrar el consejo sanitario más apropiado y, en caso necesario,  restringir la conducción de manera justa, salvaguardando al máximo el objetivo final que se persigue, la seguridad vial.

El procedimiento se estructura en diferentes niveles de intervención y finaliza con un dictamen de aptitud. En los casos que se detecta la presencia de alguna alteración que pueda afectar a la capacidad de conducir y/o a la seguridad vial, el protocolo prevé limitaciones, adaptaciones y restricciones aplicadas a cada caso particular.

 Para que este procedimiento se lleve a cabo de la mejor manera posible, es necesario contar con una profesionalización de los evaluadores, tanto médicos como psicólogos, a fin de conseguir el necesario equilibrio entre el derecho a la movilidad de las personas y el derecho a la seguridad personal y colectiva.

 La integración de los centros de reconocimiento en el sistema sanitario correspondiente parece una necesidad ineludible lo que recomienda tender al modelo de dependencia de las autoridades sanitarias de las Comunidades Autónomas en total sintonía con los programas de actuación de  los responsables de la seguridad vial.

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