La investigación sobre Economía Circular se olvida del Sur Global
La investigación sobre Economía Circular se olvida del Sur Global
Este artículo, publicado en Residuos Profesional el pasado 11 de mayo, refleja que la economía circular está ganando popularidad entre las empresas y los responsables políticos como medio para alcanzar los objetivos climáticos. Aumentando la reutilización y regeneración de productos y materiales, pueden crearse entre 7 y 8 millones de nuevos puestos de trabajo.
Sin embargo, el nuevo informe ‘Decent work in the circular economy’, elaborado por Circle Economy, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Programa Soluciones para el Empleo Juvenil (S4YE) del Banco Mundial, identifica algunas lagunas de conocimiento que pueden obstaculizar la creación de nuevas oportunidades de empleo.
Este estudio revela que la investigación actual sobre el empleo en la economía circular muestra un fuerte sesgo hacia el Norte Global. No aborda el impacto que tienen las intervenciones de la economía circular en las personas de los países del Sur Global, los trabajadores informales, las mujeres, los migrantes, los jóvenes y otras poblaciones vulnerables. Además, el estudio también señala las lagunas existentes en la investigación sobre la materia y reclama datos más coherentes y pertinentes a escala internacional para crear una base más sólida para la toma de decisiones.
El informe concluye que el 84% de la investigación actual se centra en países del Norte Global. El África subsahariana, Europa del Este, Oriente Medio y el Norte de África son las regiones menos representadas, a pesar de que la mayoría de las actividades de la economía circular se localizan actualmente en el Sur Global. Además, aunque el 73% de los trabajadores de los países de renta baja están empleados en la economía informal, la mayoría de las investigaciones se refieren al trabajo formal y regulado.
Las investigaciones existentes también se centran desproporcionadamente en la creación de empleo y no tienen en cuenta la calidad del mismo, incluidas las condiciones de trabajo y los salarios. El informe concluye que solo unos pocos estudios han examinado si la economía circular puede aliviar la pobreza y beneficiar a las comunidades vulnerables de los países de renta baja, y de qué manera.
Namita Datta, directora del programa S4YE, llama la atención sobre las malas condiciones de trabajo en el Sur Global: «No es tanto el concepto de circularidad lo que necesita una introducción en estas economías, sino que, por el contrario, habría que centrarse en abordar los empleos de baja calidad y mal pagados en el sector informal, con condiciones de trabajo peligrosas y exposición a materiales tóxicos que están asociados a actividades circulares como la gestión de residuos, el reciclaje, la reparación y la reutilización».
En relación con la necesidad de abordar la dimensión social de la economía circular, Alette van Leur, directora del Departamento de Políticas Sectoriales de la OIT, afirma que «no cabe duda de que una economía circular puede ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos climáticos. Sin embargo, siguen sin tenerse en cuenta los vínculos entre la circularidad y la consecución del progreso social y económico. El cambio hacia una economía más circular ofrece importantes oportunidades para el mundo del trabajo, como la creación de nuevos puestos de trabajo y empresas sostenibles».
En definitiva, el nuevo informe reclama una investigación más profunda e inclusiva sobre el trabajo decente y la economía circular, que ponga en el punto de mira al Sur Global, a los trabajadores informales y a las cadenas de valor mundiales. Los autores también revelan la necesidad de una defensa conjunta y de asociaciones de datos para cerrar la brecha de conocimiento.
Este informe es el primer resultado de la iniciativa «Empleos en la economía circular» de Circle Economy, la OIT y S4YE. Esta iniciativa pretende colmar las lagunas existentes en la base empírica de los empleos circulares mediante la colaboración con una comunidad internacional de instituciones de investigación, representantes de la industria, interlocutores sociales, gobiernos y organismos públicos. El lanzamiento de la iniciativa tuvo lugar en la Geneva Environment Network. Los miembros de la iniciativa también presentarán las conclusiones del informe en el Foro Mundial de Economía Circular de este año.