Un siglo de cultura preventiva

Un siglo de cultura preventiva

Si hay una actividad irremediablemente relacionada con la seguridad, esta es la minería. Y si hay un lugar relacionado con la cultura preventiva, este es el Reino Unido. Así es sabido desde hace más de un siglo, incluso en la literatura
2 Enero 2015

[…] Si la lámpara se apagaba, el minero no podía volver a encenderla. Estaba prohibido llevar cerillas a la mina, y la lámpara estaba cerrada con llave como medida disuasoria para que nadie contraviniese la norma. Una lámpara apagada debía llevarse a un punto de encendido, normalmente al fondo de la mina, cerca del tiro. Para ello a veces era necesario recorrer a pie más de un kilómetro y medio, pero merecía la pena con tal de evitar accidentes.

A los muchachos les habían enseñado en la escuela que las lámparas eran una de las maneras que tenían los patronos y propietarios de las minas de mostrar su preocupación por el bienestar y la seguridad de sus trabajadores. «Como si evitar las explosiones -había dicho el padre de Billy- no fuese a beneficiar al patrón, que así no tiene que interrumpir el trabajo en la mina ni reparar daños en los túneles» […] [1]

El párrafo anterior corresponde a una novela, “La caída de los gigantes”, de Ken Follett (2010). Aunque se trata de una historia ficticia, la novela está ambientada en acontecimientos y datos reales del primer cuarto del siglo XX. La trama en el párrafo en cuestión, se sitúa en Gales del Sur.

Una de las características de este autor es el rigor histórico en que fundamenta sus obras. La caída de los gigantes es un ejemplo más de ello.

Por eso, cuando la lectura del libro llegó al fragmento que he copiado, mi instinto profesional disparó todas sus alarmas: pocas veces he encontrado en una novela tanto contenido en clave de seguridad y salud en tan pocas líneas. Y no sólo como curiosidad desde el punto de vista histórico, si no que deja al descubierto y hace plantearse la evolución y estado actual de la prevención de riesgos.

En concreto, toda la significación del párrafo se resume en tres conceptos que aparecen en él: 

  • norma;
  • escuela; 
  • beneficio.

La norma a la que se refiere el párrafo -y que es recurrente en el resto del libro- es la Ley de Minas de Carbón de 1911 [2]. No fue la primera normativa minera publicada en el Reino Unido, pero si la que se refería a las normas de seguridad en las minas de carbón de forma explícita. Si quieres, puedes encontrar el texto entero de la disposición en la sección de referencias al pie de este post o, más entretenido, te puedes leer el libro, un auténtico compendio de ejemplos de aplicación de esta ley.

La minería es, especialmente desde la revolución industrial, un sector pionero y clave en el impulso de la normativa de seguridad y salud en todos los sectores de actividad y en todos los países, según estos se han ido desarrollando. Mucho contenido de las primeras leyes de minas del siglo XIX y principios del XX se puede identificar en normativa hoy vigente.

El segundo aspecto que revela el párrafo es la safety culture -cultura preventiva- del mundo anglosajón, evidenciada por la educación de los niños en materia de seguridad y salud desde la escuela.

Realmente, que los jóvenes recibiesen formación profesional tan específica -financiada incluso por las propias empresas- a principios del siglo pasado no era algo exclusivo del Reino Unido. En España, por ejemplo, también a principios del siglo XX estaba establecido un modelo similar. El Real Decreto de 25 de mayo de 1900 fue una de las primeras normas en regular la enseñanza en las fábricas y explotaciones industriales y la instrucción del obrero [3]:

[…] Estas clases, según las condiciones de cada provincia, y según predominasen en ella las industrias agrícolas, mineras, manufactureras ú otras análogas, se ajustarán á los conocimientos generales más adecuados para que el trabajo de los obreros en dichas industrias dé los resultados más provechosos que sea posible […] [3]

Sin embargo, a pesar de estos favorables antecedentes, la educación desde la escuela y la cultura preventiva en general han sido -y siguen siendo hoy- un concepto anhelado en muchos países, incluido España, que miran al mundo anglosajón como referencia, a pesar de la teórica similitud existente en un principio. ¿Cuándo y por qué se produjo este distanciamiento?

La tercera clave del párrafo es aún más desconcertante:

[…] «Como si evitar las explosiones -había dicho el padre de Billy- no fuese a beneficiar al patrón […]

Mientras todavía hoy los expertos están debatiendo y calculando si la prevención es un gasto o una inversión, parece que los empresarios y sindicalistas británicos -el padre de Billy, David William, era representante minero de la Federación Minera de Gales del Sur- parecían tenerlo claro hace ya más de un siglo.

Si te gusta la novela histórica, “Los caída de los gigantes” te encantará; si además te interesa la seguridad y salud, te resultará revelador y hará que te cuestiones muchas cosas de esta profesión.

Referencias:
[1] FOLLETT, KEN. 2010. La caída de los gigantes. Círculo de Lectores. Página 32.
[2] DURHAM MINING MUSEUM. 10 dic 2010. Coal Mines Act, 1911. http://www.dmm.org.uk/books/cma11-00.htm. Consultado 2 ene 2014.
[3]ESTASÉN, PEDRO. 1903. Los accidentes de trabajo. Hijos de Reus, editores. Capítulo V, paginas 132 y siguientes.

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