
Si bien es cierto que con el
Enlace permanente Submitted by FELIPE Rodrigue... on Mié, 28/12/2016 - 23:12.
Si bien es cierto que con el término inconsciente es plausible designar, en una primera aproximación, todo contenido mental no consciente, al que solo puede acceder con diversos grados de dificultad, también lo es que también se usa para designar uno de los sistemas más complejos de la mente humana, que es su aparato psíquico, de hecho, la parte no consciente que sólo puede ser consciente con grandes esfuerzos ya que en el inconsciente, se encuentran los deseos, instintos y recuerdos que reprimimos si inaceptables, en especial a causa de valoraciones propias desde el punto de vista moral.
Desde las premisas previas, me vienen a la mente los referentes teóricos de Paul D. MacLean y su teoría evolutiva del paradigma del cerebro triuno o triúnico, con el que concibió al ser humano, como constituido por múltiples capacidades interconectadas y complementarias y desde ahí, su carácter integral y holístico, que permite explicar el comportamiento desde una perspectiva más integrada, en donde el pensar, el sentir y el actuar, esto es, la congruencia, se compenetran en un todo, desde el fenómeno de la configuración, que influye en el desempeño del individuo
Esa su conceptualización operativa que el cerebro humano fue en realidad tres cerebros en uno, tres sistemas neurales interconectados, con sus funciones propias y específicas y particular inteligencia, en que considera al cerebro reptiliano, al sistema límbico y a la neocórtex, en que el primero, se encarga del sostenimiento de las funciones básicas de la vida, incluyendo el mantenimiento y control del ritmo cardiaco y la respiración, funciones vitales comunes a todas las especies de animales, el ciclo sueño – vigilia, el hambre, la sexualidad, el instinto de conservación, los ritmos circadianos etc.
El término sistema límbico, también conocido como visceral, encargado de regular las emociones, la memoria, el hambre y los instintos sexuales, que es denotativo de la parte del cerebro más directamente involucrada en la mediación y respuesta de las emociones, sus consecuentes reacciones, conductas repetidas y/o condicionadas, hábitos, condicionantes etológicas, biorritmos, reflejos inconscientes, actitudes todas ellas que hemos dominado, que están conectadas al cerebelo y memorizados en él
El neocórtex, corteza cerebral “nueva” o “reciente”, también conocido como cerebro racional, con sus áreas que constituyen la "capa" neuronal que recubre los lóbulos prefrontal y, en especial, frontal, de los mamíferos, encargado de las funciones relativas a los niveles del estado alerta, que son controlados en mayor medida por el tronco cerebral que por los centros superiores del mismos, que regula la inteligencia abstracta, la atención y concentración mentales, el razonamiento, la lógica, el lenguaje, la memoria, el juicio etc.
Tal vez sea pertinente, incrementar nuestros niveles de intuición, de cotizarlos cada vez más en estos tiempos, que dejemos de lado y para siempre, el mal habito de mantenernos de modo sistemático, rodeados de todo tipo de distracciones, que a la vez que no nos dejan ningún tipo de beneficio, sólo obnubilan nuestras tal vez ingentes capacidades inconscientes.
Que terminemos de entender de una vez por todas, que lo intuitivo, es un constructo psicológico no sólo difícil de conceptualizar en forma operativa, sino que lo tenemos bastante relegado, de modo tal que ha perdido su naturaleza y fortaleza propias, pero que es de suyo, un sentimiento o emotividad, que en todos anida y por ende, habría que darle mucho más espacio en nuestra afectividad, al ser con gran nitidez, un razonamiento inconsciente, pero claro, que nos mueve a hacer algo sin decirnos cómo, cuándo, dónde, por o para qué.
Es decir, captar la esencia y forma de las cosas, sin hacer juicio de ellas, ni tener argumentos para afirmarlas o negarlas, sabiendo ser aprehensivos e intuitivos, en que según la perspectiva epistemologica, adquirimos conocimientos sin la necesidad de emplear un análisis exegetico o “sesudos” razonamientos previos.
En ese enmarañado y complejo proceso de redes interneuronales, parece ser lógico y obligado, un interaccionismo entre lo consciente e inconsciente, para lo cual, aunque exista un alto grado de congruencia, no hemos sido educados como sociedad, de lo que hago un parangón en lo relativo a la teoría del caos, una disciplina que, si bien no niega el mérito de la ciencia clásica, propone un nuevo modo de estudiar la realidad, que nos quite de la idea todo aquello que nos enseñaron que como que el caos, es una indeclinable tendencia general al desorden, a lo confuso pero, contrariamente a lo que pensamos, este desorden no implica confusión, pues los sistemas caóticos se caracterizan por su adaptación al cambio y, en consecuencia, por su estabilidad.
De donde, me quedan los siguientes cuestionamientos: Cómo integrar la inmanencia de la totalidad momento de la subjetividad?
A dónde nos llevara nuestra clara disonancia cognitiva en lo relativo a la aparente dicotomía entre lo consciente – inconsciente con la que percibimos una información irreconciliable con lo que hemos aprendido?
De qué manera podemos encontrar y establecer reglas en lo fractal, superficial y fragmentario?
Por qué continuar apegados al precepto que nos legó Gothe relativo a que “lo mas difícil de ver, es lo que tenemos ante nuestros ojos”?
Finalmente y desde la premisa de las Meditaciones del Quijote, le digo al autor del artículo con el que pretende enseñarme su verdad, que no me la diga, que prefiero que me ubique de modo tal, que pueda descubrirla por mí mismo, por lo que espero su puntual respuesta.