EL DOCENTE COMO AGENTE DE TRANSFORMACIÓN PARA LA REDUCCIÓN DE RIESGOS EN LA EDUCACIÓN.

La participación del docente en materia de riesgos y prevención es activa, es estimulante y motivadora para promover el aprendizaje. La docencia es una labor muy gratificante, como decentes del nivel medio superior en donde se atienden alumnos entre 15-20 años en general y cada profesor es especialista en una determinada área o materia, no solo en la que imparte sino también maneja muchos aspectos relacionados a la función docente que repercuten en la vida académica y social del estudiante. ¿Cómo lograr que los alumnos tomen conciencia de los cuidados y las acciones para prevenir accidentes o evitar riesgos? El docente además de conocer su disciplina también debe estar capacitado en la prevención de riesgos de desastres, en este sentido, las autoridades de la escuela también deben involucrarse como parte de la educación integral de los estudiantes.
Autor principal: 
Margarita
Máfara Hernández
Instituto Politécico Nacional
México
Coautores: 
María Salomé
Infante Chavira
Instituto Politécico Nacional
México
Imelda
Máfara Hernández
Instituto Politécico Nacional
México
Introducción: 

En México los alumnos del Nivel Medio Superior se encuentran inmersos en múltiples factores de riesgos al interior y fuera de la escuela. Desde asaltos, accidentes de todo tipo hasta involucramiento con grupos delictivos sin dejar de mencionar los desastres naturales. Motivo por el cual la labor docente cada día se vuelve más compleja, aunque resulta muy gratificante que en caso de riesgos (sismo, incendio o desastre, etc.) sepan cómo actuar. Una de las grandes preocupaciones de los docentes que se encuentran frente a grupo es la seguridad de los alumnos y de sí mismos, aunque por las propias características que tienen las escuelas y el nivel educativo en que los alumnos se encuentran inscritos, aparentemente los riesgos por desastres deben ser menores, sin embargo, por la situación geográfica en las que se ubican algunos centros educativos, los riesgos tienden a incrementarse.

¿Cómo lograr que los alumnos tomen conciencia de los cuidados y las acciones para prevenir accidentes o evitar riesgos? El docente además de conocer su disciplina también debe estar capacitado en la prevención de riesgos de desastres, en este sentido, las autoridades cual también las autoridades de la escuela deben integrar como parte de los aprendizajes: actividades y estrategias que ayuden a prevenir y evitar riesgos por desastres en la comunidad escolar, implementar un programa de protección  que incluya principios básicos para responder ante una situación de  crisis, conceptos que faciliten la comprensión de los riesgos que se pueden presentar en la escuela.

Metodología: 

Mediante una investigación descriptiva, utilizando diferentes documentos, se utilizan métodos agiles que no intentan ser técnicas predictivas, pero si como técnicas preventivas de acción y actuación frente a determinados eventos que provocan riesgos en la práctica docente. La bibliografía utilizada comprende libros, estadísticas, diversas fuentes periodísticas.

La metodología a seguir se basa en un conjunto de pasos que conllevan a encontrar alternativas de solución para tomar decisiones desde la gestión educativa a fin de implementar cursos de capacitación y actualización para los docentes.

Tiene como propósito fundamental concientizar a la comunidad escolar sobre la importancia de aprender y saber como actuar en caso de riesgo laboral  a partir de la reflexión y el análisis.

Los riesgos de desastres en los últimos decenios a escala mundial, según datos del UNICEF:

Algunos datos alarmantes: se estima que, en la última década del siglo XX, los desastres afectaron a unos 66 millones de niños y niñas en todo el mundo cada año, y se prevé que este número se triplique en las próximas décadas. En todo el mundo viven unos 2.300 millones de niños y niñas, de los cuales más de 1.000 millones habitan en zonas propensas a inundaciones y casi 160 millones en zonas de sequía, en las que la severidad de las mismas puede llegar a ser extremadamente alta. Además, se estima que el cambio climático contribuirá al incremento de las temperaturas y modificará el patrón de lluvias, lo que, a su vez, probablemente exacerbe la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria y el dengue. Ante este escenario, la experiencia y las investigaciones demuestran que los grupos más vulnerables resultan afectados desproporcionadamente, incluyendo los niños, las mujeres, las personas con discapacidad y los más pobres.[1]

Con la finalidad de promover eficazmente el aprendizaje acerca de la reducción de riesgos del desastre, es necesario comprender algunos términos relacionados al tema.

El riesgo de desastres es la combinación de las influencias mutuas entre las amenazas naturales, la vulnerabilidad y la capacidad.[2]

Una amenaza es un fenómeno que puede llegar a ocasionar daños a los seres humanos y a sus medios de vida. Puede ser natural (un terremoto, una tormenta, una inundación, corrimientos de tierra, un tsunami o un volcán, entre otros) o causada por el hombre (por ejemplo, un accidente industrial o un conflicto violento).

Por vulnerabilidad se entienden las características y circunstancias de una comunidad, un sistema o un activo que hacen que estos sean susceptibles a los efectos perjudiciales de una amenaza.  La vulnerabilidad presenta muchos aspectos, consecuencia de distintos factores físicos, sociales, económicos y ambientales.

…La vulnerabilidad varía considerablemente en el seno de una comunidad y a lo largo del tiempo, y guarda una estrecha relación con la situación socioeconómica, la edad, el sexo, la salud y la discapacidad.

La capacidad es la combinación de todas las fortalezas, los atributos y los recursos disponibles dentro de una comunidad, una sociedad o una organización que pueden utilizarse para la consecución de objetivos acordados. La capacidad puede incluir la infraestructura y los medios físicos, las instituciones y las habilidades de afrontamiento de la sociedad, al igual que el conocimiento humano, y destrezas y atributos colectivos tales como las relaciones sociales, el liderazgo y la gestión.

La resiliencia es la capacidad de las personas, las comunidades y las sociedades para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de los efectos de una amenaza de manera oportuna y eficaz.

 

A manera de ejemplo la amenaza es un sismo de magnitud mayor a 7, como el ocurrido el paso 19 de septiembre de 2017 en la Ciudad de México. En esta Ciudad existen zonas más vulnerables que otras, por lo que la vulnerabilidad dependerá de la zona en la que se encuentre ubicada la escuela, las consecuencias del desastre (sismo) serán aminoradas y atendidas por la propia capacidad de la ciudad. Cuando los alumnos han aprendido como actuar frente algún sismo, hay más control, se producen menos accidentes y es más probable que la población sufra menos daños que cuando no se tiene la capacitación necesaria, de igual forma un docente capacitado podrá conducir adecuadamente al grupo para que se resguarden en las zonas de seguridad destinadas para tal propósito.

Dependiendo del tipo de suelo en la cuenca del Valle de México, al llegar las ondas sísmicas a la Ciudad de México sufren una ampliación muy grande y tardan más en desvanecerse.

ondas sismicas

Zonas de mayor riesgo en la Ciudad de México

Zonas sísmicas

Las zonas con un menor índice de riesgos y peligros ante sismos son aquellas formadas por roca volcánica o que se encuentran cerca de las colinas.

El docente cuando facilita el aprendizaje sobre la reducción de riesgos de desastres además de transmitir los conocimientos, promueve las competencias y las actitudes que necesitan los alumnos para mantenerse a salvo en caso de que se dé una situación de crisis. La reducción de riesgos se puede dar de muchas formas distintas e integrarlo a cualquier materia escolar.

Una forma sencilla para incluir la enseñanza de desastres es por medio de dinámicas sobre cómo actuar ante un riesgo. En la educación secundaria o en las clases de química y física a los alumnos se les facilitan conocimientos generales sobre erupción de volcanes, terremotos, inundaciones, sequias, cómo ocurren, la frecuencia y la intensidad, cómo se miden y cuáles son sus consecuencias físicas, pero se da instrucción de cómo actuar en esos casos.

La educación sobre la reducción de los riesgos favorece la comprensión de los factores que contribuyen al riesgo y de cómo las amenazas pueden convertirse en desastres; en este contexto se enfatiza sobre el aprendizaje y la práctica de medidas y procedimientos de seguridad. Los alumnos deben reconocer los indicios cuando se presenta una amenaza que se va a convertir en un riesgo, de conocer el protocolo de actuación sobre los procedimientos, hacer simulacros en caso de sismo, sobre las rutas de evacuación y sobre las medidas para resguardarse, como protegerse a ellos mismos y a sus compañeros.

El docente debe tener conocimientos de primeros auxilios, mismos que va a transmitir a los alumnos, debe considerarse colocar un botiquín en cada aula o en cada piso del edificio y explicar medidas sanitarias y de seguridad.  ​

[1]UNICEF, 2016  REDUCCIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES CENTRADA EN LA NIÑEZ Contribuir al desarrollo resiliente. Tomado de https://www.unicef.org/lac/20160607_UNICEF_LACRO_EME_RRD_Spa(2).pdf. Recuperado 17 enero 2018.

[2] Todas las definiciones de este apartado se basan en las elaboradas por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del

Riesgo de Desastres (UNISDR), 2009. http://www.unisdr.org/we/inform/terminology.  Recuperado 17 de enero 2018

Resultados: 

Dado que el aprendizaje sobre la reducción de riesgos se refiere al desarrollo de competencias, los alumnos además desarrollan actitudes para participar en su comunidad. Para facilitar el aprendizaje los alumnos participan en su propio proceso formativo y expresan sus ideas y sugerencias, el docente por su parte respeta las participaciones, los motiva y permite que ellos generen soluciones o acciones a seguir.

Con base en los anterior habiendo procesado los aprendizajes, los alumnos proceden a observar los resultados de su propuesta para que tomen las decisiones y corrijan las acciones en caso necesario.  Una vez teniendo las competencias desarrolladas, es necesario dejar que los alumnos aprendan de forma autónoma y a partir de su experiencia, sin necesidad de que sea el docente quien les plantee el escenario ya que el alumno no puede hacer un comparativo entre la información que se le proporciona y la que él mismo genera. El docente interactúa con los alumnos, al hacer que participen activamente se potencia el aprendizaje, además, los invita a compartir sus aprendizajes con su familia y la comunidad en su conjunto.

De acuerdo con el manual de seguridad del IPN: “En materia de Protección Civil es de vital importancia identificar las condiciones de riesgo de una instalación y del entorno, es decir todo lo que está en el exterior y es próximo al lugar, de las características del personal que labora en ella, y de las formas en que opera para así garantizar las condiciones de seguridad en lo cotidiano”. [1]

En las escuelas de la ciudad de México incluyendo al IPN se han establecido zonas de seguridad, que son los lugares más adecuados para resguardar la integridad de la comunidad.

Los docentes deben tomar cursos de capacitación para conocer el manual, en él se explican de forma puntual sobre las acciones que se deben seguir en caso de detectar un riesgo.

 

[1] IPN, Manual de Seguridad del IPN http://www.cosecovi.upiig.ipn.mx/cosecovi/documentos/manual.pdf. Revisado 19 de enero 2018

 

Conclusiones: 

Las instituciones educativas no solo deben considerar los desastres naturales para la reducción de riesgos, también se pueden presentar desastres causados por los alumnos, maestros o personal de apoyo, en los talleres, laboratorios, salones o áreas de uso común, de tal forma que la capacitación y el aprendizaje debe incluir la reducción de este tipo de riesgos

Se sugiere a las autoridades educativas responsables dar seguimiento a las acciones implementadas para la prevención de riesgos sobre desastres, para lo cual es muy importante inspeccionar y evaluar los sistemas de seguridad de los centros educativos, cuidando que la ubicación y construcción se apeguen a la normatividad y sea coherente y pertinente con las normas internacionales de seguridad escolar.

Considerar un sitio alternativo para continuar las clases en caso de que la escuela se encuentre vulnerable ante un desastre, tener un plan de acción diseñado con anticipación para actuar en caso necesario.

Tener un plan de capacitación docente para que sepan cómo actuar ante determinado desastre y hacer constantemente simulacros de evacuación que involucre la participación de los alumnos, docentes, administrativos y autoridades.

En algún momento dado todos tendrán que estar capacitados para saber cómo actuar, pues la responsabilidad no solo recae en el docente, o en grupo de protección civil sino en toda la comunidad en general. El trabajo debe ser colegiado para facilitar el proceso de concientización. Se trata de un trabajo complementario y extracurricular (en el que existe la libertad de elegir participar o excluirse), en donde el docente se compromete por iniciativa propia e interés personal y no por obligación legal.

Por  su parte las autoridades deben contribuir a que la institución educativa sea un lugar seguro y óptimo para cumplir con la labor docente y promover el aprendizaje, además de implementar un programa para la recuperación psicosocial de los alumnos en caso de desastre. 

Referencias bibliográficas: 

UNICEF, 2016  REDUCCIÓN DEL RIESGO DE DESASTRES CENTRADA EN LA NIÑEZ Contribuir al desarrollo resiliente. Tomado de https://www.unicef.org/lac/20160607_UNICEF_LACRO_EME_RRD_Spa(2).pdf. Recuperado 17 enero 2018.

[1] Todas las definiciones de este apartado se basan en las elaboradas por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del

Riesgo de Desastres (UNISDR), 2009. http://www.unisdr.org/we/inform/terminology.  Recuperado 17 de enero 2018

http://www.ngenespanol.com/naturaleza/ecosistemas/17/09/28/delegaciones-de-la-cdmx-con-mayor-y-menor-riesgo-en-un-sismo/

http://www.ngenespanol.com/naturaleza/ecosistemas/17/09/28/delegaciones-de-la-cdmx-con-mayor-y-menor-riesgo-en-un-sismo/. Recuperada 17 de enero 2018

http://www.sg.ipn.mx/Paginas/proteccion_civil.aspx. Recuperado 18 de enero 2018.

IPN, Manual de Seguridad del IPN http://www.cosecovi.upiig.ipn.mx/cosecovi/documentos/manual.pdf. Revisado 19 de enero 2018