1. Introducción
Los altos niveles de ruido y las vibraciones están presentes en la aviación militar portuguesa desde siempre, siendo el ruido el foco de atención por parte de la medicina aeronáutica, respaldado por el obligado cumplimiento que marca la legislación. Este fenómeno ha tomado mayor importancia con el surgimiento de los motores de turbina, por el consiguiente aumento del nivel de ruido y vibraciones. En este tipo de exposición, no sólo cuenta el tiempo empleado en la operación de la aeronave, sino también el gran número de acciones de mantenimiento que requiere la presencia de Ground Support Equipment (GSE).
El ruido ha suscitado desde siempre y debido al aumento considerable en el número de casos de sordera ocupacional, un motivo de preocupación para la salud humana. Por lo que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha promovido un código de buenas prácticas en el lugar de trabajo. Las disposiciones de este código forman la base para la eliminación y/o control de la exposición al ruido.
El ruido es un problema preocupante en la vida moderna, hay muchos factores que contribuyen a los altos niveles de ruido en la vida cotidiana de los seres humanos, no sólo en el entorno profesional, sino también en el entorno familiar. Siendo éste un factor importante en el debilitamiento de la calidad de vida de los seres humanos, por lo tanto es deber del Estado Portugués garantizar y salvaguardar la salud y el bienestar de los portugueses. Así, regulado el ruido en la legislación portuguesa a través del DL 182/2006, éste adoptó, según Directiva Nº 2003/10/CE, los requisitos mínimos de seguridad y salud en relación con la exposición de trabajadores al ruido, así como los valores límite de exposición y los valores de acción.
En conformidad con la legislación vigente en la Constitución de la República Portuguesa (2006) y de acuerdo con la Directiva 2002/44/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, han sido aprobados los requisitos mínimos de seguridad y salud relativos a la exposición de los trabajadores a los riesgos derivados de vibraciones mecánicas. Los riesgos derivados de la vibración mecánica tienen efectos sobre la salud y la seguridad de los trabajadores y de ellos puede resultar trastornos musculoesqueléticos, neurológicos y vasculares, además de otras enfermedades.
Según Miguel (2012), las reacciones a las vibraciones se manifiestan de forma diferentemente cuando hay una exposición prolongada y excesiva al agente físico. La enfermedad vibroacústica (EVA), según Castelo Branco y Alves‑Pereira (2006), es una patología sistémica, involucrando todo el cuerpo, caracterizada por la multiplicación anormal de matrices extra celulares y causada por una exposición excesiva al ruido de baja frecuencia. Según los mismos autores, se ha observado la presencia de enfermedad vibroacústica en trabajadores expuestos al ruido de baja frecuencia, tales como los ingenieros aeronáuticos, pilotos de aviones militares y comerciales, técnicos de máquinas y navíos. Otras enfermedades graves han sido identificadas, según Castelo Branco y Rodríguez (1999), incluyendo disnea, epilepsia y pérdida del equilibrio, incluso mareos o severos vértigos.
Siendo la salud y la seguridad de los seres humanos una de las preocupaciones de la Institución, se sentía la necesidad de contribuir proactivamente y con sinergia, realizando un estudio que permitiera supervisar el estado de la salud de los mecánicos de la Escuadrilla de Mantenimiento del Escuadrón 201, con el fin de prevenir enfermedades profesionales y promover su posterior bienestar, en el cumplimiento de la misión.
2. Materiales y Métodos
La población de este estudio son los militares de la Escuadrilla de Mantenimiento del Escuadrón 201, un total de 54 sujetos. El escuadrón se compone de dos secciones, la sección de armamento de la línea delantera y la sección de mantenimiento de la misma línea. Estas dos áreas son responsables de las operaciones de las aeronaves, y para dar cumplimiento a este objetivo, es necesario que los mecánicos están presentes en la mayoría de las acciones de mantenimiento, donde los niveles de ruido y vibraciones son excesivamente altos. El método utilizado para la evaluación de riesgos en este trabajo es el método de evaluación del riesgo de accidentes de trabajo.
Para realizar este estudio, se utilizó un cuestionario elaborado en colaboración con la Dra. Mariana Alves-Pereira, titulado "Ruido de Baja Frecuencia y sus Implicaciones en la Salud". El cuestionario fue puesto a disposición online mediante la herramienta de formularios de Google y se pidió la colaboración de todo el personal militar. Se garantizaron el anonimato y la confidencialidad de las respuestas del cuestionario. Después de la aplicación de los cuestionarios, se hizo el tratamiento estadístico de los datos recogidos con el programa de ordenador SPSS PASSW.
3. Resultados y Discusión
De los 54 militares que forman la Escuadrilla de Mantenimiento del Escuadrón 201, 49 militares respondieron al cuestionario, lo que significa una muestra con un margen de error del 4,3%, con un nivel de confianza del 95%. De los militares encuestados, tres son mujeres y 46 eran hombres, de entre 20 y 50 años.
Las principales funciones que desempeñan son Crew Chief (69,4%), Weapons Loaders (24,5%) y las de mando y jefatura (6,1%), en que el 93,9% hacen horas extras y todos los encuestados dijeron trabajar cerca de las fuentes de ruido. La duración de la permanencia en la línea delantera de los F-16 es variable, como se muestra en la Figura 1, y la mayoría es entre 0 y 5 años.
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| Figura 1 - Años de estancia en la Línea Delantera del F-16 |
Por otro lado, 46 militares indicaron estar sanos y, de éstos, 83,7% dicen que oyen bien. Casi la totalidad de los encuestados utiliza protección auditiva, un 53,1% de éstos utiliza doble protección y un 55,3% no está seguro sobre el uso correcto de la misma.
Las siguientes tablas presentan el número de acciones de mantenimiento realizadas en la línea delantera del F-16 y que son fuentes de ruido, así como el número de hombres involucrados y el tiempo de exposición a ruido y vibraciones. La Tabla 1 se refiere a la sección de Crew Chief y la Tabla 2 se refiere a la sección de armamento. Después, la Figura 2 muestra el número total de tareas realizadas y el tiempo total empleado para la ejecución de las mismas, en las dos áreas.
| Tabla 1 - Datos relativos a la Sección de Crew Chief |
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| Tabla 2 - Datos relativos a la Sección de Armamento |
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| Figura 2- Totalidades de los datos de las dos áreas |
En el contexto de este estudio, se hicieron mediciones del ruido emitido por los equipos de mantenimiento, así como por aviones F-16, para evaluar los niveles de presión sonora a que los militares están sujetos al realizar las tareas descritas en las Tablas 1 y 2. La Figura 3 muestra el nivel de ruido producido por casi todos los equipos utilizados para llevar a cabo las operaciones de mantenimiento.
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| Figura 3 - Resultados de la medición de los niveles de presión sonora |
Cabe señalar que los militares deben utilizar doble protección auditiva, teniendo varios equipos de protección, como el modelo Moldex Rockets 30, el Peltor OptimeIII H540A y el casco de comunicación con especificación militar H-1000-87819.
La Figura 4 representa la evaluación individual de la exposición de un Crew Chief durante un día normal de trabajo, en el que realiza dos salidas y dos recepciones de aviones F-16, el End Off Runway de las mismas y una configuración específica en la aeronave con la necesidad de utilizar un MJ-1B, una turbina y un Air Cooling.
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| Figura 4 - Cuadro individual de la evaluación de exposición personal diaria de un Crew Chief |
Más tarde, se procedió a la evaluación de las mismas acciones, estando el Crew Chief protegido con el supresor modelo Peltor OptimeIII H540A. Las cifras finales se representan en la Figura 5:
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| Figura 5 - Resultados finales de la evaluación de exposición personal diaria del trabajador durante el trabajo con los supresores Peltor modelo OptimeIII H540A |
En lo referente a vibraciones, también se realizaron mediciones de vibraciones de cuerpo entero, que están representadas en las figuras siguientes. Los datos recogidos mediante el equipo SV 106, fueron tratados por el programa de ordenador Vibration Supervisor.
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| Figura 6 – Evaluación del nivel de vibraciones del MJ-1B |
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| Figura 7 - Evaluación del nivel de vibraciones de la aeronave F-16 |
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| Figura 8 - Evaluación del nivel de vibraciones durante el End Off Runway |
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| Figura 9 - Evaluación del nivel de vibraciones del durante el Take off |
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| Figura 10 - Evaluación del nivel de vibraciones emitidas en la prueba hidráulica |
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| Figura 11 - Evaluación del nivel de vibraciones emitidas por la turbina |
Se observa que el equipo de mantenimiento o las acciones que producen más vibraciones son la turbina con una vibración diaria de 0,263m/s2, seguida de la prueba hidráulica con 0,246m/s2.
En relación al ruido a baja frecuencia, se llevaron a cabo mediciones y evaluaciones, principalmente por debajo de 500Hz, sin recurrir a ningún filtro (Figura 12).
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| Figura 12 – Espectro sonoro del ruido a baja frecuencia sin aplicación de filtro |
En general en los resultados obtenidos, se presentan valores altos, en comparación con los obtenidos utilizando el filtro, requerido por la legislación y para evaluación de ruido percibido por el oído humano.
De los datos recogidos por el cuestionario acerca del ruido a baja frecuencia, resulta que, fuera del lugar de trabajo, los militares también están expuestos, porque 57,1% afirman que viven en la Base Aérea Nº5 y el 75,5% están expuestos al ruido del tráfico aéreo. En su mayoría, los militares utilizan de media una hora su vehículo propio para los viajes (75,5%).
De los resultados obtenidos, el 59.2% son fumadores y el resto, 18,4%, afirman que han fumado. De los encuestados, sólo 13 afirman haber tenido alguna enfermedad en los últimos tres años. Dos personas indicaron haber tenido enfermedades respiratorias y otras dos, enfermedades cardiovasculares. Siete personas han tenido herpes y, finalmente, dos personas han tenido enfermedades relacionadas con el sistema digestivo.
En los últimos 6 meses, el 49% de los encuestados han tomado medicamentos, el 46,9% se han hecho radiografías, el 6.1% se hicieron un TAC, el 10% una resonancia magnética y el 16,3% una ecografía o ultrasonido.
En general, los encuestados expresaron que han sido objeto de trastornos cardíacos, respiratorios, han presentado dificultades para oír, ansiedad, pesadillas y problemas en la piel. Los datos más relevantes están relacionados con las alteraciones experimentadas por los encuestados relativas a trastornos digestivos (18,4%), dificultad en la audición (14,3%), dolor en las articulaciones (34,7%), dolor muscular (42,9%), dolor de cabeza (36,7%), trastorno del sueño (30,6%) y con el mismo porcentaje, el nivel de irritabilidad.
4. Conclusiones
Después del procesamiento de los datos, se deduce que hay cierta carencia de información y formación sobre los supresores de ruido y el tipo atenuación que pueden proporcionar.
Después de analizar los datos, se puede concluir que, con el uso de supresores, el valor máximo alcanzado es menor que el límite máximo establecido, evidenciando que el límite de exposición para el trabajo real de 8 horas es de 74,4 dB (A), muy por debajo del valor límite de exposición establecido por la ley de 87 dB (A).
Es correcto decir que la protección con supresores, en esta situación, es adecuada. El uso de doble protección no es necesario, a pesar de que el 53,1% de los encuestados indicaron utilizarla, a pesar de que la comunicación se tornara difícil, atenuada y distorsionada durante el mantenimiento. Sin embargo, durante estas tareas, la comunicación entre los intervinientes debe ser clara y concisa, para que no caigan en errores ni fracasos, contribuyendo positivamente a la reducción del riesgo de accidentes/incidentes para los militares.
En cuanto a la evaluación de las vibraciones, aunque se supone que la aeronave y el despegue de la misma tendrían las cifras más altas, no fue así, porque la distancia de la fuente al individuo era mayor. Cabe señalar que, a pesar de que la aeronave, el end off runway y el takeoff tienen la cantidad diaria de vibración más baja en la medición , fueron las actividades que tuvieron una mayor variación en los niveles de aceleración a bajas frecuencias.
En general, los resultados de las mediciones de ruido de baja frecuencia presentan valores elevados en comparación con los mismos utilizando el filtro requerido por la legislación nacional y utilizado para la evaluación del ruido percibido por el oído humano.
Con respecto al ruido a baja frecuencia y la EVA, se puede decir que, como Castelo Branco (1999), los niveles a que los militares están sujetos pueden afectar a todo el cuerpo y no sólo a la audición.
Se puede observar también que algunos de los síntomas mostrados por los encuestados, según lo definido por Castelo Branco (1999) y descritos en las etapas relacionadas de la EVA, pertenecen a una primera etapa como por ejemplo cambios de humor ligero y acidez gástrica en la digestión durante los primeros cuatro años y donde el 53,1% de los encuestado los indicó. En cuanto a la segunda etapa, se acentúa el cambio en el estado de ánimo, afecciones por virus y parásitos, problemas en la piel y dolores de espalda, síntomas que también fueron presentados por los encuestados. Puede decirse que, con respecto a la tercera etapa, no hay muchos síntomas debido a sólo el 10,2% de los encuestados llevaban más de 10 años en las secciones de Crew Chief y la de armamento.
Tal como refiere Castelo Branco (1999), se confirma la existencia de una patología (EVA), ya estudiada y monitorizada en los mecánicos de los talleres de mantenimiento de aeronáutica de Portugal, en los mecánicos de la población de estudio.
5. Agradecimientos
A S. Excelencia el Sr. General Jefe de la Fuerza Aérea, por haber autorizado la realización de este estudio.
A EXIMO, por haber cedido el equipo para la medición de las vibraciones y el dosímetro para la medición de ruido.
Al Técnico Superior de Seguridad en el Trabajo, Ricardo lobo.
6. Referencias
Afonso L.J. (2001). Noise levels in the Hospital Environment. TecnoHospital.
Castelo Branco, N. (1999). Aviation, Space and Environment Medicine. Vibroacústic Desease, p. A27.
Castelo Branco, N. (2001). Low Frequency Noise. A Major Risk Factor in Military Operations, pp. (SYA) INV3-1.
Castelo Branco, N., Alves-pereira, M. (2006). A Doença Vibroacústica. Revista Segurança, Suplemento especial.
Castelo Branco, N., Rodriguez, E. (1999). Aviation, Space, And Environment Medicine. The Vibroacustic Disease - An Emerging Pathology, p. A1.
Espeso Expósito, M., Llaneza Álvarez, F. J., & outros., e. (2009). Formación Superior en Prevención de RiesgosS Laborales. Lex Nova.
Hughes, P., & Ferrett, E. (2013). International Health and Safety at Work. London : Routledge.
Marciniak, N., Rodriguez, E. (1999). Echocardiographic Evaluation in 485 Aeronautical Workers Exposed to Different Noise Environments. Vibroacustic Desease, p. A46.
Miguel, A. S. (2012). Manual de Higiene e Saúde no Trabalho. Maia: Porto Editora.
Pardal, T. (2015). Consequências da Exposição ao Ruído de Baixa Frequência (RBF). SAFEMED: http://blog.safemed.pt/?s=dva&submit=Go
USAF. (2010). Technical Orders. In H. AFB, General Vehicle (pp. 3-6). Utah: Hill AFB.
World Health Organization. (s.d.). Trade, foreign policy, diplomacy and health. Obtido em 17 de 05 de 2016, de WHO: http://www.who.int/trade/glossary/story046/en/
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