Condiciones de trabajo de los aplicadores de plaguicidas del área cafetera municipio de Calarca, departamento del Quindio-Colombia

Gómez Yepes, Milena Elizabeth

Universidad del Quindío/ Facultad Ciencias de la Salud/ Programa de Salud Ocupacional/ Departamento del Quindío/ Cra 15, Cll 12 N, Armenia tlf: (+57)7460188/ Colombia (Suramérica)Email: milenagomez@uniquindio.eduEscola Tècnica Superior d’Enginyeria Industrial de Barcelona (ETSEIB)/Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) /Av. Diagonal 647 planta 10/Tel:+34 93 401 1973/ 08028/Barcelona

Cremades, Lázaro V.

Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Industrial de Barcelona (ETSEIB) - Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) / Av. Diagonal 647 / 08028 Barcelona2. Universitat Politécnica de Catalunya UPC, Departament de Projectes d’Enginyeria, ETSEIB, Barcelona, España. Av. Diagonal, 647, planta 10, 08028Barcelona (Spain), tel.: (+34) 93 401 1750 / (+34) 93 739 8386,fax: (+34) 93 401 6646, e-mail: Lazaro.Cremades@upc.edu

PhD. Juan Farid Sánchez, MD. Jorge Enrique Robledo, Ing. Rafael Humberto Villamizar Vargas, M.Sc. Jaime Enrique Fierro Pio quinto, Profesores del Programa de Salud Ocupacional de la Universidad del Quindío.

ABSTRACT

El semillero de investigación de de Riesgos Químicos del Programa de Salud Ocupacional de la Universidad del Quindío, realizó un diagnóstico situacional de las condiciones de trabajo en los aplicadores de plaguicidas de organofosforados y organoclorados de 39 fincas agrarias del corregimiento de Barcelona municipio de Calarcá del departamento del Quindío (eje cafetero colombiano). Se encuestaron 39 aplicadores y se detectó que el 61.5% de los trabajadores están en serias condiciones inadecuadas de seguridad e higiene del trabajo. La actividad laboral es netamentemasculina, pues el 97.4% de los trabajadores son hombres y han estado en el oficio un mínimo de 20 años. Los organoclorados más utilizados son Aldrín, Clordano, Mataarriera, Thiodan (endusulfan), Thiomil, y los organofosforados como los pirimifos metlil, clorpirifos, Malathión, Lorsban, Dursban, arrierafin, sistemin-dimetoato cuya aplicación sin la debida protección han repercutido en la salud de los trabajadores y en la contaminación del medio ambiente.

Palabras clave:

Condiciones de trabajo, plaguicidas organoclorados, organofosforados.

INTRODUCCIÓN

Los plaguicidas según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), son: “Cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar cualquier plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas o de los animales, las especies no deseadas de plantas o animales que causan perjuicio o que interfieren de cualquier otra forma en la producción, elaboración, almacenamiento, transporte o comercialización de alimentos, productos de madera o alimentos para animales, o que pueden administrarse a los animales para combatir insectos, arácnidos u otras plagas en o sobre los cuerpos. El término incluye las sustancias destinadas a utilizarse como reguladoras del crecimiento de las plantas, defoliantes, desecantes, agentes para reducir la densidad de la fruta o agentes para evitar la caída prematura de la fruta, y las sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de la cosecha para proteger el producto contra la deteriorización durante el almacenamiento y transporte”.

Los plaguicidas poseen entre sus propiedades físico-químicos, la de ser liposolubles, lo que permite su acumulación en ambientes hidrofóbicos tales como la materia orgánica del suelo, las plantas y los animales. Ello los convierte en neurotóxicos potenciales en razón de la riqueza grasa del Sistema Nervioso. Los neurotóxicos son: DEF, DFP, EPN, Haloxón, Leptophos, Merphos, Mipafox, Parathion, Tricloronate (Phytosol), Triclorfón (Dipterex, Cebirán), Tamarón, (Methamidolphos), Tri-orto-Cresil –Fosfato (TOCF), Malathión, Dimethoate, Monocrotophos, Fenthion y Diazinon. Dentro de los plaguicidas, los llamados organoclorados parecen alterar la estructura mielínica de las fibras nerviosas provocando transtornos de la conducción nerviosa (Repepto, 1995). Los plaguicidas organofosforados actúan sobre el sistema nervioso central a partir de la inhibición de la Colinesterasa, sustancia básica en el proceso electroquímico de transmisión de los impulsos nerviosos. La alteración de la sinapsis colinérgicas poracción deletéreos en diversos niveles del estado funcional del sistema nerviosos que se traducen en cuadros neurológicos y neuropsiquiátricos cuya intensidad y persistencia dependen de la magnitud y duración de la exposición a estas sustancias. Desde el punto de vista toxicológico, se debe tener en cuenta que los plaguicidas, además del compuesto químico que combate la plaga, contiene sustancias en las cuales se disuelve el producto, generalmente solventes orgánicos, cuyas propiedades tóxicas pueden ser mayores que las del mismo principio activo.

El extinto Instituto Nacional de Salud (INAS) en 1977 en Colombia informó que se emplearon 1700 toneladas de plaguicidas. El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) estimaba que en 1992 un consumo anual de ingredientes activos en Colombia era de17 mil toneladas, que generaban 38 millones de kilolitros de productos químicos comerciales. Para 1991 las 700 presentaciones comerciales de plaguicidas aprobadas por el ICA equivalía a unos 260 ingredientes activos y en ese mismo año se usaron 3430 toneladas de ingredientes activos, 6368 toneladas de ingredientes para herbicidas y 6500 toneladas para fungicidas, reflejando estas cifras una dependencia total de la economía colombiana de los agroquímicos.

El departamento del Quindío no se ha quedo atrás en el uso indiscriminado los plaguicidas, por lo que se realizó diagnóstico situacional de las condiciones de trabajo, de los trabajadores del campo quindiano, como se protegen, si conocen realmente el peligro potencial de los plaguicidas neurotóxicos en la salud y como repercute a nivel social, el impacto destructivo de las intoxicaciones y muertes prematuras de los campesinos.

METODOLOGÍA

Se realizó un estudio descriptivo, observacional de las condiciones de trabajo de los aplicadores de plaguicidas de las fincas de estudio. El análisis descriptivo permite superar la etapa de la observación y la recolección de datos, envuelve operaciones analíticas de la formación de evidencias empíricas representativas dentro del «proceso de reconstrucción de la realidad del objeto» a través de “métodos técnicos”, claramente definidos. La descripción puede utilizar vocabulario ordinario y simbólico para explicar los fenómenos y las interpretaciones que se hacen de la realidad. La descripción como base de las interpretaciones abstractas de los datos, y de la construcción de teorías, es un medio para explicar las manifestaciones de losinformantes u observaciones y extender las conceptuaciones. El carácter observacional dentro del proceso investigativo le permite a los estudiantes investigadores cierto nivel de inserción entre los informantes y por consiguiente entrar en contacto con la realidad investigada, a través de instrumentos claramente definidos para avanzar en la recolección de datos que luego servirán de base para el análisis de la información,

Población y Muestra: De acuerdo a los estudios realizados anteriormente por la Línea de Investigación de Plaguicidas y Salud del programa de Medicina, existen aproximadamente 70 fincas al rededor de los ríos Agua Bonita y Conga. Se tomó una muestra por conveniencia de 39 fincas. Los trabajadores encuestados eran los mismos administradores de las fincas. El total de trabajadores del campo fueron un total de 220.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Se visitaron 39 fincas de 10 veredas, con un total aproximado de 220 trabajadores del campo como se puede ver en la Tabla 1.

Tabla 1. Fincas Visitadas del corregimiento de Barcelona (municipio de Calarcá)

De acuerdo al Decreto 1843 de 1991, el Ministerio de Salud Clasifica la toxicidad de los plaguicidas de la siguiente forma:

Tabla 2. Categorías Toxicológica de los plaguicidas

La toxicidad de los plaguicidas más utilizados en las fincas visitadas se pueden observar en la Tabla 3.

Tabla 3. Toxicidad de los plaguicidas

• PERFIL     SOCIODEMOGRÁFICO     DE     LOS     TRABAJADORES     ENCUESTADOS (ADMINISTRADORES)

Genero:  La  actividad  de  agregado  y/o  aplicador  de  plaguicidas  es  netamente masculino con un 97.4% (38 trabajadores) de los encuestados (ver Tabla 4).

Tabla 4. Genero de los aplicadores de plaguicidas

Edad: El 67% de los encuestados tiene una edad entre los 30 a 49 años.

10%

8%              5%

44%

10%

23%< 2020-2930-3940-4950-59> 60

NC

Fig. 1 Edad de los agricultores encuestados. Fuente de registro: Programa de Salud Ocupacional 2005.

Semillero de investigaciones plaguicidas y salud. Universidad del Quindío.

Grado de Escolaridad: El 64.1% de los trabajadores encuestados, realizó solamente estudios de primaria y todos incompleta.

Tabla 5. Grado de escolaridad de los aplicadores encuestados

Tiempo  en  el  oficio:  El  tiempo  de  oficio  de  la  mayoría  de  los  trabajadores encuestados es de 20 años.

TIEMPO EN EL OFICIO

12

1086420

< AÑO 1 a 5 6 a 10 11 a 15 16-20 21-25 >26

AÑOS

Fig. 2 Tiempo en el oficio de los aplicadores encuestados.

Tiempo en el cargo: El tiempo del cargo de la mayor parte de los trabajadores, es de 4 años en las fincas actuales

Tipos de Cultivos: Los cultivos mixtos que más predominaron son: café y plátano; Ganadera y Plátano; Café, Plátano y Tabaco; Cítricos, Plátano y Yuca; Yuca, Plátano, Café, Cítricos y Aguacate; Plátano, Cítricos y guineo; Plátano, Café, Yuca y Maíz; Café, Plátano, Banano y Fríjol; Café, Plátano y frutales; Tomate y Plátano.

Tabla 6. Tipos de cultivos visitados

En la Tabla 7 se puede apreciar la periocidad de la aplicación de los plaguicidas. El 41% de los trabajadores aplican plaguicidas varias veces al mes y en temporadas de cosecha hasta dos veces al día.

Tabla 7. Periocidad de la aplicación de plaguicidas

•INFORMACIÓN GENERAL DE LAS CONDICIONES DE VIDA SALUDABLES.

Uso de los Elementos de Protección Personal EPP: El 94.87% de los trabajadores solo utilizaban un solo elemento de protección personal, solo dos aplicadores utilizaban más de tres elementos.

Equipo fumigador: El equipo más utilizado para la aplicación de plaguicidas es la fumigadora de espalda comúnmente llamada cacorra (ver Tabla 8). Se observó que los equipos fumigadores ninguno estaban en buen estado.

Tabla 8. Equipos de fumigación utilizados por los aplicadores

Almacenamiento de los plaguicidas: El 59% (23 trabajadores), almacenaban los plaguicidas lejos de la vivienda, generalmente en sitios tipos ramadas o bodegas hechizas. El 41% (16 trabajadores), tienen los plaguicidas cerca  o dentro de la vivienda. Otros contratan el servicio de la fumigación (2.6%).

Niños en la vivienda: El 56.4% (22 fincas) se tienen niños, pero ninguno participa en la preparación de plaguicidas.

Tratamiento de aguas: Se detecto que ninguno hace tratamiento de aguas después de la preparación y/o aplicación de plaguicidas, los residuos líquidos son vertidos en el campo o en los lavaderos de las fincas.

Lavado de ropas: El 79.5% (31 trabajadores) afirmó que lava sus ropas después de la aplicación, y de este grupo el 83,8% (16 trabajadores) se duchan después de la aplicación.

Disposición de desechos (frascos vacíos): El 33.33% (13 trabajadores), recogenlos frascos vacíos y son vendidos a recicladores,  el 38.5% los entierran y el 25.6% los incineran. Al eliminar los recipientes se refiere a que son tirados en los contenedores de la basura y llevados a pozos sépticos.

Alimentación: El 94.9% (37 trabajadores) afirmo que el comedor esta lejos del sitio de almacenamiento de los plaguicidas y del sitio de preparación.

Aseguramiento al sistema general seguridad social integral: El 28.2% cotizan al Sistema de Seguridad Social Integral (Salud, Pensión y Riegos Profesionales), el 17.9% están en el régimen subsidiado y el 53.8% están vinculados a salud únicamente.

Intoxicación con plaguicidas: El 12.8% (5 trabajadores) han sufrido intoxicación con la preparación y uso del plaguicida. Los plaguicidas fueron Furadan (carbamato) y Lorsban (organofosforado). Algunos manifestaron no acordarse (7.8%) con que se intoxicaron. De este grupo el 2.6% (1 trabajador) fue atendido por el medico. Un 12.8% (5 trabajadores) señalaron que les molesta los gases y vapores de las aspersiones de los plaguicidas.

Capacitación continuada en promoción y prevención de intoxicaciones con plaguicidas: El 23.1% (9 trabajadores) de los trabajadores encuestados manifestaron haber participado en capacitaciones de prevención en el ultimo año, sin embargo varios trabajadores participaron en capacitaciones hace más de 5 años. El 33.3% (13 trabajadores) aplican auto cuidados con el uso de EPP y el 30.8% manifestó conocer medidas preventivas pero que no aplican.

CONCLUSIONES

Es importante conocer que un 97.4% de los aplicadores de plaguicidas no tengan las condiciones de seguridad e higiene en el trabajo.

Se observó durante el recorrido de las fincas, los aplicadores no tenían las condiciones mínimas de seguridad, usaban delantal, botas pantaneras, dulce-abrigo como respirador, no se vio casco ni gorra. Los brazos descubiertos y la fumigadora de espalda. Se les preguntaba que si saben los peligros de la aplicación de plaguicidas sin la debida protección y contestaban: “Jamás me he intoxicado, y llevo toda la vida aplicando estos venenos”, esto es un pensamiento y problema socio cultural difícil de cambiar.

Aún en este comienzo del siglo XXI, nuestros campesinos no captan la importancia del autocuidado, no solo para si mismo, sino también para la protección de la familia. Los hijos de los aplicadores (niños), no participan en la preparación de plaguicidas, sinembargo indirectamente están en contacto puesto que sus ropas se lavan en el mismo lavadero que lavan las ropas los aplicadores, juegan con tarros vacíos como fútbol y corretean por los campos recién fumigados, por lo que corren un grave riesgo de enfermar.

La desprotección a la seguridad social del trabajador rural es alarmante, solo un 28.2% cotizan al sistema. Lo que significa que aún falta mucho camino que recorrer en pretender que tanto empleadores como trabajadores puedan asegurarse y adoptar medidas de estilos saludables que puedan beneficiarse, proteger el medio ambiente y a su vez mejorar sustancialmente el desarrollo de la región.

AGRADECIMIENTOS

Los autores desean agradecer la colaboración de los integrantes del semillero de investigación de Riesgos Químicos del Programa de Salud Ocupacional de la Universidad del Quindío: Sandra Paola Torres, Lina María Camargo, Arturo René Castañeda T, Angélica María Cardona, Danny Alexander Ramírez, Amparo Zúñiga y Maria Deysi Sánchez.

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Área de trabajo: Salud Ocupacional