¿Por qué son tan malos los refrescos?
¿Por qué son tan malos los refrescos?
Cada vez son más numerosos los estudios que muestran el daño a la salud por el consumo de bebidas azucaradas principalmente refrescos, tés saborizados y aguas con sabor a frutas. Ante los hechos, muchos gobiernos han emprendido una serie de medidas para limitar el consumo de bebidas que sigue siendo muy alto, entre ellos México, el mayor bebedor de refrescos, con 165 litros diarios en promedio por persona. Nuestro país tiene también el segundo lugar de obesidad y el primero en prevalencia de diabetes entre los países de la OCDE.
¿Por qué se toma tanto refresco? Es toda una combinación de factores: la publicidad que los asocia a momentos maravillosos, el sabor, la adicción al azúcar, los encuentras en todos lados, tienen una gran aceptación social, te los ofrecen en paquetes en las cadenas de restaurantes o en los puestos callejeros; los hay para tu disposición en una reunión de trabajo, en la máquina expendedora o en el espacio concesionado de un hospital.
¿Por qué hace daño?
· Aportan calorías en exceso y no brindan al organismo vitaminas, minerales o fibra.
· La gran cantidad de azúcar se absorbe y rápido pasa a la sangre favoreciendo la resistencia a la insulina, la diabetes, la obesidad y las enfermedades del corazón.
· Una dieta alta en azúcar provoca aumento del apetito y el deseo de más azúcar.
· El exceso de azúcar causa problemas de aprendizaje en los niños y aumenta el riesgo de demencia senil en los adultos mayores.
· Los líquidos no producen saciedad igual que los alimentos sólidos; por lo tanto, las personas pueden ingerir grandes cantidades y no sentirse llenas.
· En México, se compra más refresco que leche, lo que aumenta problemas de salud dental y osteoporosis por una doble razón, más ácido fosfórico y menos calcio.
· En promedio, las bebidas representan el 21% del total de energía que consumen adolescentes y adultos mexicanos.
· Además del exceso de calorías, el consumo de algunos tipos de refrescos se asocia a alteraciones metabólicas y cálculos renales, entre otros.
La mejor opción. Convéncete, después del tabaco y el alcohol, dejar el refresco es una de las mejores decisiones que puedes hacer por tu salud. Te conoces y sabes si puedes dejarlo de un solo golpe o de manera gradual, por ejemplo, escogiendo días en los que no los tomarás hasta lograr eliminarlos de tu vida. Otras recomendaciones:
· Mézclalos con la mitad de agua y no tomes más de un vaso, así disminuirás tu costumbre por el exceso de azúcar.
· Fíjate en las calorías que consumes con las bebidas azucaradas y calcula el tiempo de ejercicio para eliminarlas, eso debe desanimarte.
· Bebe té sin azúcar, las variedades de té negro, verde, blanco o rojo tienen fitoquímicos que te harán sentir con energía y ayudan a proteger tu salud. Tómalos fríos o calientes y puedes agregar unas gotas de limón.
· Bebe un vaso de agua primero, disfruta su frescura y ligereza.
· Si tu comida lleva refresco, pide agua mineral sin sabor.
· No compres refresco para llevar a casa.
Si eres padre o madre, cerrar las puertas de tu casa al refresco beneficiará a toda la familia. Vale la pena, por su salud.
Fuente: El Gráfico