Desarrollo de una plataforma web para la evaluación ergonómica on-line

Esta editorial presenta una plataforma on-line (www.ergonautas.com) cuyo objetivo es asistir a los ergónomos en la doble tarea de selección y aplicación de métodos de evaluación ergonómica. La plataforma contiene métodos consolidados y avalados por la comunidad científica, incluyendo descripciones exhaustivas derivadas de las publicaciones científicas originales, herramientas (on-line) para su aplicación, la generación de informes detallados, así como recomendaciones en base a los resultados obtenidos, y la gestión de los estudios realizados.

El desarrollo de la plataforma está enmarcado en un proyecto del Departamento de Proyectos de Ingeniería de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) de difusión de los principales métodos de evaluación ergonómica y desarrollo de nuevas propuestas metodológicas para la mejora de las condiciones de trabajo.

Los métodos de evaluación ergonómica permiten identificar y valorar los factores de riesgo presentes en los puestos de trabajo para, posteriormente, en base a los resultados obtenidos, plantear opciones de rediseño que reduzcan el riesgo y lo sitúen en niveles aceptables de exposición para el trabajador.

La exposición al riesgo de un trabajador en un puesto depende de la amplitud del riesgo al que se expone, de la frecuencia del riesgo y de su duración. La información referida a la amplitud del riesgo puede obtenerse mediante métodos de evaluación ergonómica, cuya aplicación resulta sencilla, frente a otras técnicas más complejas que requieren conocimientos específicos o instrumentos de medida no siempre al alcance de los ergónomos como, por ejemplo: la medición del consumo de oxígeno, de la frecuencia cardiaca, de la fuerza soportada por el disco intervertebral L5/S1 (unión lumbosacral), del consumo metabólico; el uso de electromiógrafos (EMG), etc.

En la actualidad, los trastornos músculo-esqueléticos (TME) constituyen una de las principales causas de enfermedad relacionadas con el trabajo. En España, según datos de la VI Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo (VI ENCT) realizada en 2007, el 74,2% de los trabajadores señala padecer algún TME. Entre las molestias más frecuentes figuran las localizadas en la zona baja de la espalda (40,1%), la nuca/cuello (27%) y la zona alta de la espalda (26,6%). Entre los principales factores de riesgo asociados con dichas dolencias se encuentran: la adopción de posturas estáticas o forzadas, la manipulación manual de cargas, la repetitividad de movimientos o unas condiciones psicosociales inadecuadas. El empleo de métodos de evaluación ergonómica permite identificar y plantear acciones encaminadas a su prevención.

Una dificultad importante a la hora de realizar la evaluación ergonómica de un puesto para prevenir los TME es la gran cantidad de factores de riesgo que deben ser considerados (movimientos repetitivos, levantamientos de carga, el mantenimiento de posturas forzadas, las posturas estáticas, la exigencia mental, la monotonía, las vibraciones, las condiciones ambientales, etc.). Idealmente, en la evaluación de los riesgos asociados con los TME, todos los posibles factores de riesgo deberían ser medidos [2]. Sin embargo, resulta problemático considerar todos los riesgos simultáneamente, puesto que se conoce poco sobre la importancia relativa de cada factor y de sus interacciones. Por tanto, es complejo determinar el peso o importancia de los diferentes factores de riesgo para establecer un nivel global de peligrosidad. Además, los métodos de evaluación ergonómica generalmente se centran en el análisis de un determinado factor de riesgo (las posturas forzadas, los levantamiento de cargas, la repetitividad de los movimientos, etc.) y no parece, hasta el momento, que exista consenso sobre la utilización de escalas homogéneas para la clasificación del riesgo, escalas que permitieran obtener un resultado global para todos los factores de riesgo presentes en un puesto. En todo caso, la ponderación del riesgo asociado a cada factor en dicho resultado global estaría pendiente de validación por la comunidad científica.