Trabajar proyectando o reaccionando

Trabajar proyectando o reaccionando

divendres, 11 juny 2010

Trabajar proyectando o reaccionando. Parece que es más frecuente reaccionar. Es habitual que las empresas se preocupen por mejorar las condiciones de trabajo “enmendando” los problemas que surgen durante el uso de sistemas socio-técnicos y de los elementos que los componen.

La innovación o tan sólo la adaptación a los cambios en el mercado inicia esta corriente cíclica, en la que se presenta un requerimiento de un elemento laboral, es adquirido por la empresa, se prepara al trabajador (o trabajadores) para su interacción (en muchos casos no), y comienza su funcionamiento dentro del proceso. En la mitad del camino, algo no funciona bien y con suerte se es consciente de ello por algún indicador: reclamos de la fuerza laboral, daños a la salud o síntomas que pueden producirse, baja producción y calidad, absentismo, etc. Es entonces cuando se reanuda el ciclo de compra o diseño de elementos que permitan corregir la situación y adaptarla para mejorar y optimizar la interacción con las personas.

Es evidente que este ciclo vicioso no es eficiente, con costes marginales importantes y un deterioro organizacional continuo.

La solución es clara: garantizar una correcta interacción desde la concepción del diseño del sistema productivo o de cada uno de sus elementos. Evidentemente, esto comporta un coste adicional en esta etapa pero reducirá el coste de desarrollar correcciones durante el funcionamiento del sistema. De hecho, algunos estudios anotan una diferencia de 1 a 12 entre los costes de corregir inconsistencias e incumplimientos normativos en la fase de diseño y los costes de corregirlos después de la materialización.

Afortunadamente hay un porcentaje de empresas que tienen muy clara esta relación, y que desde el proyecto de obra, han incluido criterios preventivos, no de obligado cumplimiento sino recomendados a nivel europeo e internacional en sus instalaciones. Una experiencia cercana a nosotros ha sido la construcción del nuevo Centro de Control Integrado de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), quienes desde la concepción de la idea de crear este espacio, generaron una interacción simultánea entre los arquitectos, los jefes de obra, técnicos en prevención y ergónomos, para asegurar la adecuación de las instalaciones a las personas. Para ello se trabajaron aspectos como las dimensiones de los puestos de trabajo, la iluminación, la calidad del aire ambiental, la acústica, el mobiliario y la distribución de las pantallas.

Pero como los sistemas que no se mantienen, se deterioran, no sólo es necesario concebir adecuadamente los sistemas, si no que también es necesario asegurarse que se materializan como se concibieron. En este sentido, la garantía la puede asegurar un experto ergónomo externo a la empresa que ejecute un procedimiento de verificación y validación durante la materialización (en el ejemplo, la fase de obra), a su finalización y posteriormente de forma periódica.

De esta forma trabajaremos proyectando nuevas maneras de trabajar y de vivir en armonía, en vez de seguir corrigiendo errores latentes que ni siquiera se identificaron en etapas anteriores.

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