Intervención conductual en la prevención de riesgos laborales
Intervención conductual en la prevención de riesgos laborales
La psicología aplicada al trabajo y a las organizaciones enfrenta actualmente importantes desafíos. Es notorio que las personas están trabajando tanto o más que antes, a pesar de las promesas de la informática formuladas en el sentido opuesto, pero aún así, la productividad, como eje de la competitividad se encuentra estancada o decrece. De entre los múltiples aspectos que contribuyen al incremento de la productividad en las empresas, este libro se dirige a uno en particular: la conducta de las personas o grupos en las organizaciones, con el propósito de contribuir al desarrollo, en forma simultánea, de un trabajo más humano y de empresas más rentables.
Si bien es cierto que, hasta ahora, las ciencias del comportamiento, y en particular, la psicología industrial/organizacional, habían intentado una contribución similar, ésta se había efectuado desde una perspectiva tradicional, es decir, dirigiendo la atención de investigadores y directivos hacia los factores individuales de cada trabajador o hacia las supuestas causas internas de la motivación para el trabajo. Este enfoque es propio de la perspectiva psicosocial tradicional la que se basa en un paradigma donde la realidad es construida inter subjetivamente a través de un proceso complejo y dialéctico que ocurriría en la praxis humana. Se caracteriza entre otras variables, por la importancia que entrega al estudio del lenguaje, a la significación social de los contenidos intelectuales, a la cultura. Estas variables se manifestarían en procesos tales como el clima laboral, el liderazgo y otros similares de común observancia en las organizaciones. Es decir, ese enfoque alude a fenómenos propios de las organizaciones, pero su propuesta resulta de escasa utilidad para efectuar intervenciones preventivas en la empresa y observar resultados.
Por el contrario, los estudios y experiencias acumulados por la psicología de la conducta en las organizaciones en el ámbito de la seguridad del trabajo, permiten afirmar que los mejores resultados en la reducción de accidentes del trabajo, se obtienen cuando los esfuerzos de los psicólogos o de los técnicos de seguridad se dirigen a aumentar la frecuencia de la conducta segura observable, antes que solo a corregir la conducta insegura. Cuando solo se hacen correcciones, lo habitual es que se ignore la conducta segura, la que fruto de esta ausencia de atención o reconocimiento suele presentar extinción. Es decir, por falta de apoyo las conductas seguras disminuyen y volvemos nuevamente a empezar con las dificultades en la prevención de los riesgos laborales.
Además la investigación, efectuada directamente en diversas empresas y en diferentes países, ha demostrado lo siguiente:
a) para desarrollar un cambio de conducta hacia la seguridad con éxito, la atención del técnico de seguridad o del psicólogo debe dirigirse a las conductas de los trabajadores, no a sus supuestos o posibles estados mentales internos o características de personalidad individual;
b) la conducta insegura de los trabajadores surge y evoluciona permanentemente de acuerdo con los procesos naturales de aprendizaje de las personas y, por lo tanto, siendo estos procesos de aprendizaje conocidos, los mismos se han aplicado para revertir las conductas inseguras mediante estrategias conductuales actualmente disponibles.
c) el enfoque del técnico de seguridad o del directivo, para lograr cambios de conducta en este encuadre, es un enfoque positivo y los datos de conducta que se obtengan con estas estrategias de intervención no se emplean para intimidar, hostilizar, sancionar o perjudicar a los trabajadores;
d) la evaluación de los programas de psicología de la conducta aplicada a la prevención de riesgos profesionales, establece relaciones claras y demostrables, entre la intervención efectuada y los resultados obtenidos, lo que facilita las mejoras posteriores de forma continuada.