La Generalitat de Catalunya apuesta por la ergonomía y el medio ambiente

La Generalitat de Catalunya apuesta por la ergonomía y el medio ambiente

divendres, 28 desembre 2007

La Dirección General de Patrimonio de la Generalitat de Catalunya, ha tomado una decisión que deberían celebrar quienes crean en las virtudes de la Prevención y en que es mejor tomar muchas precauciones que cargar con unos pocos accidentes, quienes defienden que la producción no debe comportar deterioro. La decisión de la que hablo consiste en exigir que el mobiliario de oficina de su administración tenga en cuenta la ergonomía y el medio ambiente. Estos dos filtros para la compra de mobiliario de oficina ya fueron tenidos en cuenta en el vigente acuerdo marco para la adquisición de material de oficina, pero en el que actualmente prepara la Dirección General de Patrimonio, los factores tocantes a ergonomía y medio ambiente van a tener más incidencia en el proyecto del mobiliario de oficina; porque no va a tratarse de la elección de unos objetos entre los que ofrece el mercado, sino de un proyecto de mobiliario que se ajuste al programa de necesidades de las personas que trabajan en la administración. La adjudicación se hará a los fabricantes que presenten ofertas más ventajosas, de entre los que se consideren capacitados para fabricar el mobiliario proyectado, de acuerdo a un pliego de condiciones establecido por la propia Dirección General.

Desde el punto de vista ergonómico me parece muy bien el que, para las futuras compras de mobiliario de oficina, no se tenga en cuenta al mercado existente y se exijan unos productos adecuados a las funciones de los usuarios y no a las modas, tendencias y otros aspectos formales, que la configuración de trabajo de un oficinista dependa más de criterios de prevención de riesgos personales y ambientales, que de los intereses de los fabricantes. Desgraciadamente existen fabricantes y distribuidores que no quieren saber nada de lo que pueda hacer cambiar un mercado de objetos patógenos para el usuario, pero rentables para ellos: aunque lo dicho tenga algo de apocalíptico, tiene mucho de real: el lamentable mobiliario escolar que no cesa de fabricarse lleva muchas décadas doblegando a mocitos y mocitas desde su más tierna infancia hasta la más madura licenciatura de la más dilatada carrera universitaria. Y la aparición muy temprana de trastornos musculoesqueléticos entre esa población de sufridos discentes deja impasible a quien debiera poner los pelos de punta.

Cuando otras organizaciones se han planteado el “mobiliario institucional” lo han hecho con intención más ostentatoria o publicitaria que preventiva o ecológica, y no voy a criticar eso: lo que denuncio no es que cuiden las apariencias, sino que descuiden las esencias.

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