La ergonomía frente a la ergomanía y otros ergomales
La ergonomía frente a la ergomanía y otros ergomales
Los tiempos están cambiando, ya lo decía Dylan ... ¿o lo que cambia es la manera de valorar el tiempo?. La medida del tiempo es la del tiempo de trabajo, como decía Marx …y ¿la reducción de las jornadas de 60 horas fue un fracaso?. Cambios y medidas, evolución o involución, laboral y familiar, dicotomías aparentes sobre grandes cuestiones que tienden, por su carga ideológica o política, a presentar una imagen distinta a la realidad. Porque, en verdad, ni hay ni ha habido contraposición entre tiempo libre y tiempo de trabajo, solo la preocupación económica por el crecimiento.
La Ergomanía no es ninguna manera equivoca por desconocimiento o desprecio de denominar a la Ergonomía, aunque algunos al principio de nuestra actividad laboral, conviviésemos con faltas ortográficas y fonéticamente se nos llamara “hergómanos”, cosas peores no, cuando además lo importante era que nos llamaran. La Ergomanía es la denominación latina de una patología laboral mas popularmente conocida por el término anglosajón “Workaholic”. La obsesión por el trabajo, problema laboral conceptualizado por Oates en 1971, se ha consolidado y como otros “palabros” anglosajones se ha quedado entre nosotros y popularizado en otras lenguas, curiosamente todos muy vinculados entre si desde los aspectos negativos, situaciones problemáticas del trabajo: mobbing, burnout, bulling, downsizing, engagement,… Anglicismos que se fomentan desde el snobismo o el pseudocientificismo de aquellas “organizaciones dedicadas al saber” que fomentan la especulación divagatoria, por no practicar la investigación aplicada a la prevención de los riesgos psicosociales,…claro que con las excusas-dificultades para la practica empírica, podremos no creernos nada de lo publicado, aunque los horarios prioritarios (no leer: prime time TV) den cifras que facilitan titulares; claro que la metodología psicosocial no suele ser prioritaria y menos a ese horario. Más palabras que son manifestaciones de un mismo gran problema: la prevención y el tratamiento de los riesgos psicosociales o la gestión de los recursos humanos dentro de las organizaciones.
Volviendo a la Ergomania, la preocupación por la adicción al trabajo llega hasta el Santo Padre y sus llamamientos este año durante el verano en Castelgandolfo advirtiendo que "el exceso de actividad" puede acabar dañando "el espíritu" de las personas. Además del alma, los comportamientos ergomaniacos afectan directamente a la corporeidad de la persona, al trabajo y a la familia, y contrariamente a lo que se cree también pueden afectar a la organización, como parece ser por lo ocurrido recientemente en el caso de un medico de AP del sistema publico de salud sancionado por trabajar en exceso y dedicar mas de 10 minutos a cada paciente. Trabajar en exceso te puede llevar o al infierno o al despido. Pero la cotidiana vida familiar tampoco parece ser un paraíso, según un informe de la OIT, el 8% de la población activa española dedica más de 12 horas al día a su profesión para huir de sus problemas personales.
También la OIT en su publicación "Working Time Around the World " afirma que por diferentes razones: por obligación, para llegar a fin de mes, por falta de opciones o hasta por adicción, se trabaja en exceso. Se estima que 614.2 millones de seres humanos trabajan más de lo que deberían, es decir más de 48 horas semanales.
Ergomaniacos bulímicos, desgastadores o infatigables según unas tipologías y compulsivos o comprometidos según otras, o mas sencillamente trabajadores desbordados por el exceso de trabajo, obligados por la necesidad (estabilidad, promoción, etc.) de hacer meritos por encima del contrato psicológico y al margen del contrato formal.
Los individuos adictos al trabajo tienen un punto de vista sobre la vida en el cual el trabajo consume su tiempo, su energía y su pensamiento. Sus hábitos excesivos de trabajo interfieren con su salud psicofísica, sus relaciones sociales y familiares. Presentan dificultades para controlar sus hábitos compulsivos del trabajo, piensan demasiado en el y tienden a vivir mas en el futuro que en el presente.
Causas y consecuencias que no siempre están delimitadas: exceso de trabajo o trabajadores incapaces de afrontar las exigencias, reducción de los puestos de trabajo para lograr unos objetivos que pueden implicar la reducción de efectivos y el aumento de la carga de trabajo.
La Ergomanía como los riesgos psicosociales y otros muchos aspectos negativos del trabajo (accidentalidad, absentismo, estrés, etc.) está ligada a la organización del trabajo y a su interacción con características individuales y familiares. Podríamos señalar que una de las razones de la Ergomanía es la no aplicación de la Ergonomía o lo que es lo mismo, desempeño del trabajo en organizaciones que confunden trabajar con sobrecarga, sin tiempo de trabajo definido. Así, tanto la sobrecarga cuantitativa y cualitativa como la falta de reconocimiento del trabajo realizado, entendido ampliamente como: apoyo, estabilidad, carrera profesional y reconocimiento salarial, ambas irregularidades son identificadas como importantes fuentes de estrés, que se retroalimentan en un circulo infernal. El infierno de la gestión por el miedo (deslocalización, desempleo, etc.) y las nuevas formas de organización del trabajo que son fuente de adicciones, sufrimientos y violencia.
Paradójicamente al tiempo que aumentan los problemas psicosociales, cuya naturaleza es principalmente relacional y de comunicación en las organizaciones, se repiten los contenidos que hablan de bienestar, calidad de vida laboral, responsabilidad social, hasta trabajo decente como términos que se emplean por las principales instituciones implicadas en lo laboral (OIT, OMS, etc.) y asumidos por las grandes organizaciones.
El clásico karoshi (muerte por exceso de trabajo) japonés y los recientes suicidios en Francia no debe quedar reducidos a una cuestión de reconocimiento de la contingencia y a una indemnización, tampoco las tentativas. El análisis etiológico que siempre es complejo y puede chocar con mayores dificultades que los existentes en la investigación de un accidente de trabajo, al indagar en las causas laborales se compromete una relación entre la personalidad con las nuevas formas de organización con la perdida de colectividad, el aumento de la competitividad y la evaluación individualizada.
Ergomales que causan adiciones, sufrimientos, suicidios, violencia, enfermedades,…disfunciones del trabajo clásicas y permanentes, otras actuales con riesgo de hacerse cotidianas y que desbordan por inesperadas las previsiones y el discurso de todos los implicados en la salud laboral. Nuevas formas de patologías laborales que implican una reflexión sobre el trabajo, sobre los fallos psicológicos individuales y sobre las nuevas formas de organización (la desregulación de los horarios de trabajo; el hecho de que muchos de los trabajadores no sepan decir no debido a que se ven solos frente a la dirección; la falta de reconocimiento de los sindicatos; el aislamiento, la individualización y la mayor vulnerabilidad de cada trabajador). La nueva estrategia debería conducirnos no solo a nuevas acciones preventivas para reducir y converger, sino a reflexionar sobre el sentido de trabajo y la importancia de la política de gestión de los recursos humanaos para intentar convertir al trabajo en fuente de salud, en fuente de placer, pero sin los peligros de la adictividad.
La Ergomanía y otros ergomales son ocasionados por el incumplimiento de mínimos en las obligaciones laborales en materia de prevención de riesgos, y por un modelo de organización del trabajo en unos tiempos modernos que demandan una disponibilidad ilimitada. Estrés, depresiones, absentismo, son signos de unos riesgos psicosociales que pueden tener fatales consecuencias, previsibles en trabajadores de toda condición, mandos que cumplen con su objetivos de reducción de costes a sabiendas de enfermar, cuadros sometidos a una carga de trabajo y unas exigencias temporales incompatibles con el numero de colaboradores.
Practicar mas la Ergonomía y la Psicosociología para combatir los aspectos mas negativos del trabajo, haciendo prevención primaria (cultural) sobre la gestión y secundaria (formativa), no perdiendo el tiempo para realizar retrato psicológicos de los ergomaniacos, tan inútiles como los del acosador o los del acosado, sino de analizar la organización, y cuestionar la responsabilidad de la gestión.
Los días 22, 23 y 24 celebramos el 2º Simposio Iberoamericano de nuestra especialidad con el lema “Buena ergonomía es boa economía”. Sobre esto de las similitudes grafico semánticas recuerdo el caso que me contaba un colega al que se dirigió a un trabajador que manifestaba ciertos problemas músculo esqueléticos con las tareas de su puesto… y cuando le dijo “usted lo que tiene es un problema de ergonomía y vamos a solucionarlo”, le respondió “!oiga, a mi la economía ni me la toque!” y es que el binomio “ergonomía – economía” es otra de las muchas confusiones.
En Avilés, discutiremos sobre esas y otras confusiones, con la pretensión de consolidar un espacio que fortalezca el dialogo y el intercambio de experiencias, fomentando el compromiso con ergónomos que compartiendo una lengua y con mas coincidencias que diferencias en la practica, avanzan en su desarrollo intentando conseguir unas condiciones de trabajo de calidad para todos.
¡¡Ampliado el plazo para la presentacion de comunicaciones al 2º Simposio Iberoamericano de Ergonomía!!