Los riesgos viales-laborales y su prevención
Los riesgos viales-laborales y su prevención
Desde un punto de vista científico y técnico, se entiende por riesgo vial-laboral el riesgo personal de sufrir un accidente en una vía de circulación por colisión con un vehículo que transita por dicha vía, cuando la relación laboral de la persona expuesta al riesgo contribuye necesariamente a que este se pueda materializar.
En términos generales los accidentes laborales-viales constituyen un fenómeno socialmente relevante por su magnitud, más de 65.000 accidentes anuales, con cifras del año 2004.
Esta relevancia presenta una dualidad: desde el punto de vista de la seguridad vial, un 46% de las víctimas de los accidentes de tráfico son laborales-viales; desde el punto de vista de la seguridad laboral, un 38% de los accidentes laborales mortales son laborales-viales.
Sobre el total de los accidentes laborales-viales: la mayoría, más de 45.000 (un 69%) ocurren in itinere y el resto, más de 20.000 (un 31%), ocurren en misión. Para los accidentes laborales-viales mortales: la diferencia se recorta, 306 (55,2%) ocurren in itinere y 248 (44.8%) en misión. Una característica importante de los accidentes in itinere es que la mayoría, un 64%, se producen al ir a trabajar.
En los últimos seis años, tanto los accidentes de tráfico como los accidentes laborales presentan trayectorias contenidas o en disminución, particularmente en lo referente a los accidentes mortales. Sin embargo, los accidentes laborales-viales presentan tendencias crecientes: un 4,6% al año en su total y un 0,9% anual en el caso de los accidentes mortales.
Existe una importante variedad en el colectivo de trabajadores expuestos a los riesgos laborales-viales, variedad que se diferencia al considerar los riesgos in itinere, a los que están expuesos la práctica totalidad de trabajadores, de los riesgos en misión, que afectan en mayor medida a ocupaciones específicas.
En términos de índices de incidencia, el perfil del trabajador que sufre un accidente in itinere es el de una mujer o varón, de edad comprendida entre los 16 y 24 años, que trabaja en las ramas de actividad del Comercio, Otras actividades sociales, Construcción, Hostelería o Industria manufacturera; y su ocupación es la de un Trabajador no cualificado, un Administrativo, un Trabajador del sector de los servicios, o un Trabajador cualificado de la construcción y la industria. La característica más relevante de este trabajador es la complejidad de su trayecto, bien porque tenga que realizar otras actividades (p.ej: llevar los hijos al colegio) o bien por realizar trayectos largos (deslocalización domicilio-trabajo).
También en función de los índices de incidencia, el perfil del trabajador que sufre un accidente en misión es el de un varón, de 16 a 24 años, que trabaja en la rama de actividad del transporte y su ocupación es la de conductor profesional. No obstante, en este caso, los índices de incidencia proporcionan una información sesgada, ya que no todas las actividades y ocupaciones están expuestas al riesgo laboral en la misma medida. La mejor aproximación que puede realizarse con la información disponible, es la que proviene de tabular junto con el número de accidentes el porcentaje de casos en los que el trabajador estaba realizando su trabajo habitual en el momento de sufrir el accidente en misión, por tipo de ocupación. En el caso de los conductores no profesionales son útiles las clasificaciones por tipo vehículo (automóviles de empresa, furgoneta, vehículos de socorro, etc).
Un hecho bien conocido sobre la conducción durante la jornada laboral es que se trata de una actividad más compleja que la conducción en otras circunstancias. El conductor en misión (profesional o no profesional) suele: a) estar sometido a una mayor carga de estrés y b) tener que realizar simultáneamente actividades ajenas a la conducción tales como mantener conversaciones, consultar planos o planificar su actividad. Para conocer exactamente el impacto de este fenómeno en España, sería necesario realizar un estudio específico, o conectar la información de los datos de los partes de accidentes laborales con sus correspondientes partes de accidente de tráfico.
El riesgo relativo de que un accidente laboral-vial tenga consecuencias mortales es 1,5 veces superior en el caso de los accidentes en misión. También destaca el mayor riesgo relativo de mortalidad de los varones: 2,9 veces superior que el de las mujeres. El perfil por edades de los accidentes laborales in itinere es similar al total, con mayor riesgo relativo entre los trabajadores más jóvenes; sin embargo, en el caso de los accidentes mortales en misión el índice de incidencia aumenta con la edad y desvela como grupo de riesgo destacado el de los trabajadores de mayor edad.
Por el interés general del presente informe puede acceder al estudio completo elaborado por el grupo CEP (I&D), con el patrocinio de la Dirección General de Tráfico de España (DGT), pulsando aquí.