Formación en Riesgos Laborales-Viales
Formación en Riesgos Laborales-Viales
La mitad de los muertos en accidente laboral se vienen produciendo en el “centro de trabajo” vía pública y en el “puesto de trabajo” conducción de vehículo a motor. Y los expertos en seguridad y salud laboral no acaban de reaccionar porque el accidente de tráfico no está contemplado en la reglamentación de desarrollo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales ni la vía pública como “lugar de trabajo” ni el vehículo a motor como “equipo de trabajo”, con lo que se viene produciendo un nihilismo pernicioso que inhabilita a las Administraciones y a los prevencionistas a utilizar los mecanismos establecidos para actuar contra el accidente laboral-vial (denominación del mundo laboral) o contra el accidente de tráfico en el entorno socio-laboral (denominación del mundo del tráfico). De esta manera tanto las Administraciones Públicas responsables como los prevencionistas y empresarios vienen asumiendo que el campo del accidente de trabajo con vehículo a motor no tiene especial tratamiento y se queda en terreno de nadie.
Los que llevamos tiempo trabajando ambos campos simultáneamente vemos la luz de la estrategia específica para este gravísimo problema en la contemplación sistemática de estos riesgos laborales-viales y en la planificación de actuaciones preventivas, especialmente de formación, dirigida a los trabajadores sometidos al riesgo laboral-vial, el cual debe de ser contemplado como una acción a implementar tanto en el campo de los formadores viales (profesores de autoescuela) como especialistas en la educación para la seguridad vial como en el campo de los prevencionistas laborales (de los servicios de prevención de riesgos laborales propios o ajenos). El déficit formativo en este amplísimo campo de las empresas es tan grande que tienen cabida líneas de formación de formadores para ambos colectivos al objeto de que los formadores viales comprendan mejor el mundo laboral y los prevencionistas laborales comprendan mejor el mundo del tráfico.
De ahí surgen las dos modalidades de cursos presenciales de 30 horas que ofrece el CEP de la UPC a ambos colectivos y que se detallan en la web de prevencionintegral.com
- Uno dirigido a los formadores viales (profesores de autoescuela) para que se integren en los conocimientos del mundo del trabajo y puedan ofrecer a los empresarios y sus servicios de prevención sesiones de seguridad vial a la medida de los puestos de trabajo con riesgo laboral-vial, incluidos los “in itinere”.
- Otro dirigido a los prevencionistas de riesgos laborales viales para que puedan captar las materias de seguridad vial imprescindibles para ir incluyendo en las sesiones formativas de los trabajadores a su cargo.
Desde el CEP, unidad universitaria de mayor prestigio en el campo de la prevención de riesgos laborales se hace una oferta muy interesante para grupos de a partir de 18 alumnos en Cursos presenciales de 30 horas adecuados para ambos colectivos profesionales.
Justificación
Hay muchas empresas cuyos trabajadores desarrollan su tarea preferentemente sobre la vía pública conduciendo vehículos de motor. Y resulta paradójico que esas empresas al presentar sus planes de evaluación de riesgos laborales lo hagan refiriéndose solo a los centros de trabajo donde tienen sus oficinas o sus almacenes, dejando sin estudio y sin mención aquellos puestos de trabajo que originan una mayor y más grave accidentalidad cuales son los de la conducción de vehículos sobre la vía pública, una tarea que no solamente no es evaluada sino, en muchos casos, ni tan siquiera considerada. Es un aspecto que, evidentemente, tarde o temprano, habrá que abordar.
Sería sumamente limitado, de otra parte, hacer un planteamiento de análisis de los riesgos viales dedicado exclusivamente a las empresas de transporte de mercancías o de viajeros por carretera, aunque ellas constituyen el sector por excelencia cuyo centro de trabajo con mayor riesgo es la vía pública y el lugar de trabajo, el habitáculo del vehículo. Esa consideración, en la práctica, frecuentemente se confunde con una sola modalidad del transporte por carretera cual es el transporte de mercancías peligrosas, única modalidad que ha conseguido una especial consideración a nivel europeo con la creación de la figura del Consejero de Seguridad, no ampliado por el momento al transporte de las demás mercancías.
No sería adecuado trazar las líneas generales de una evaluación de riesgos viales que no pudiera aplicarse, además del puesto de trabajo del conductor de camión o de autocar o autobús, a los taxistas, tractoristas, conductores de maquinaria especial, distribuidores, repartidores, mensajeros e incluso agentes comerciales, todo ello sin menoscabo de llegar a ampliarlo o a concretarlo aun más a los conductores de vehículos de servicio público urgente o especial como bomberos, policía o ambulancias, o a los que trabajan en la obra civil de construcción, mantenimiento, explotación o gestión de vías públicas, sean privadas como las autopistas de peaje o públicas como las carreteras o calles convencionales, sin olvidar finalmente a aquellos trabajadores que están vinculados a la formación o examen de los aspirantes a la obtención del permiso de conducir como los profesores de autoescuela o de formación vial o incluso los propios examinadores de conducir. Sectores productivos y de servicios como la hostelería, la banca y la sanidad presentan riesgos viales relativos muy importantes en jornada de trabajo.
Todas las empresas, en cualquier caso, tienen una parte permanente de riesgo vial en lo que se refiere a los riesgos de accidente “in itinere” que, cabe recordar es la modalidad de accidente mortal más frecuente entre los accidentes laborales.
El campo de acción por lo tanto de los riesgos laborales-viales es muy amplio y la trascendencia de una actuación formativa en este sentido puede ser muy positiva para el empresario o servicio de prevención que decida abordarlo.