Avances en gestión del riesgo psicosocial: Hacia el enfoque positivo

Avances en gestión del riesgo psicosocial: Hacia el enfoque positivo

divendres, 17 març 2006

Aunque lo psicosocial está presente en muchos de los foros de prevención, tengo la impresión de que aún sigue siendo una cuestión menor incluso entre los propios técnicos de prevención. Lo psicocial, sin embargo, está y ha estado siempre presente: si hay algo connatural al trabajo es su propia naturaleza psicosocial. Y resulta que hay numerosas evidencias científicas de su impacto en la salud de los trabajadores y en la salud de las organizaciones.

Otra limitación en la práctica de la prevención, es que a pesar de haber aceptado la definición de salud propuesta por la O.M.S., seguimos encorsetados en un lenguaje de lo negativo: de la lesión, del daño, del accidente, etc.; olvidándonos quizás de que tan importante como prevenir estos resultados adversos es promocionar la mejora de la salud.

Ser una empresa sana implica un equilibrio, un estado de bienestar del conjunto de los elementos que la componen y de las relaciones que entre ellos se generan. Y esto supone que los miembros de este organismo desarrollen plenamente sus funciones. Es decir, una organización sana se compone de agentes sanos.

Esta reflexión transciende el ámbito de la prevención de riesgos y es de aplicación a todos los ámbitos de la gestión de la organización. Una empresa que quiera ser competitiva y rentable de forma sostenible debe equilibrar y desarrollar de forma positiva todos sus elementos y todas sus interrelaciones.

Nuestra experiencia, analizando los elementos diferenciales de empresas excelentes en entornos difíciles y altamente competitivos, como puede ser el sector de la automoción, nos ha revelado que estas empresas tienen como uno de sus principales factores de innovación el desarrollar el potencial de sus trabajadores.

A raíz de esta experiencia, identificamos 3 principios-guía que, sin pretensiones de rigor conceptual o académico, nos permiten recopilar buenas prácticas psicosociales:

  • Ecología psicosocial

    , es decir, la búsqueda de un equilibrio interno en la organización, teniendo en cuenta los intereses de todos los agentes, y un equilibrio externo con su entorno: sobre todo, el entorno más próximo (familias, municipio, centros educativos, etc.)

  • Sostenibilidad psicosocial.

    Estas organizaciones proyectan su equilibrio en el futuro, siendo conscientes de cuáles son los elementos coyunturales impuestos por el mercado, la tecnología o las regulaciones y que les obligan a una gestión ambiciosa y flexible, y qué elementos son estructurales y entroncan con la naturaleza de la propia organización (su cultura, sus miembros, su entorno próximo). Esta capacidad de anticiparse y adaptarse al medio se garantiza por la existencia de esos elementos estructurales que, lejos de ser estáticos, permanecen unidos por una serie de principios y valores. Es preciso señalar que la crisis de los modelos de planificación estratégica, tan alabados en décadas pasadas en las que la respuesta y movimiento de los mercados eran más previsibles, se ha extendido a todas las funciones de la organización. Estamos en una época del corto plazo, sólo nos preocupamos de los objetivos para final de año.

  • Ergonomía psicosocial. Si bien, en esencia, este principio es muy similar al de ecología psicosocial, supone una actitud premeditada de utilizar, además de los modelos y estrategias de gestión de éxito “globalizados”, los ingredientes diferenciales que el equipo humano de la organización puede aportar. Al igual que la ergonomía busca la adaptación de los puestos y entornos de trabajo a las características de las personas que los ocupan, las organizaciones pueden encontrar elementos que les permitan ser más competitivos si de alguna manera ajustan sus decisiones al potencial que sus trabajadores pueden desarrollar. Este es su principal elemento de innovación, aquello que otras organizaciones no pueden copiar: sus personas.

En la jornada Avances en gestión del riesgo psicosocial, que coorganizamos con el Servicio de Prevención Mancomunado de la Corporación Sanitaria Clínic y que tendrá lugar el próximo 30 de marzo, presentamos diferentes experiencias de empresas que entienden que una organización sana se construye con personas sanas. Como principal elemento en común destacaría que todas ellas han utilizado el sentido común, apostando por estrategias “próximas”, sin complicarse la vida con modelos complejos de gestión, desarrollando buenas prácticas cercanas a las personas, modelos propios inspirados en su propia naturaleza, en los hábitos y relaciones que siempre han funcionado.

Existen numerosas estrategias, técnicas, herramientas... pero lo que al final funciona es la actitud positiva de la organización. Si pudiésemos trasladar el espíritu de estas prácticas al resto de empresas y organizaciones, estoy seguro de que no sólo tendríamos un marco empresarial más sano sino que también estaríamos construyendo un mejor marco de relaciones económicas y un mundo también más sano.

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