La teoría homeostática del riesgo y sus consecuencias para una prevención de accidentes eficaz

La teoría homeostática del riesgo y sus consecuencias para una prevención de accidentes eficaz

divendres, 24 febrer 2006

Como no existe comportamiento humano alguno cuyo resultado se pueda predecir con total certeza, todo comportamiento puede ser considerado como una toma de riesgos. Los conceptos de percepción y aceptación del riesgo son por tanto primordiales para comprender el comportamiento, inclusive el comportamiento del trabajador en el puesto de trabajo y en la carretera. En consecuencia, la percepción y la aceptación del riesgo son claves para entender la causalidad de los accidentes. En la conferencia del ORP’2006 presentaré las principales características de la teoría homeostática del riesgo (THR), según la cual el nivel de riesgo-objetivo (o sea, el nivel de riesgo que deseamos asumir a cambio del beneficio que esperamos obtener de la actividad de riesgo que efectuamos), funciona como la variable de control de un proceso realimentado que relaciona la tasa de accidentes con el comportamiento. Mostraré de qué manera esta teoría puede ayudar a explicar la causalidad de la tasa de accidentes por persona de la población general y de la mano de obra, y porqué hay que distinguir claramente entre la tasa de accidentes por unidad de distancia conducida (o por unidad de productividad industrial), y la tasa de accidentes por persona de la población general, o por persona y hora de exposición al riesgo.

Algunas medidas de prevención de accidentes pueden conseguir reducir la tasa de accidentes por unidad de distancia conducida o por unidad de productividad en entornos industriales/laborales, pero no consiguen reducir la tasa de accidentes por unidad de tiempo de exposición: el riesgo de muerte o de lesión al realizar estas actividades no disminuye.

En la conferencia citaré estudios empíricos que muestran la ineficacia de las medidas que se adoptan habitualmente desde la ingeniería, la formación y la vigilancia y el control para reducir la tasa de accidentes por persona y hora de exposición. Estas medidas suponen actuaciones tan diversas como equipar los cruces con semáforos y los coches con airbags y ABS, mejorar los cabos de apertura de los paracaídas, diseñar envases de medicamentos a prueba de niños, construir protecciones contra las inundaciones, impartir cursos de perfeccionamiento de conducción, obligar a ponerse el cinturón de seguridad y el casco, y establecer controles de alcoholemia.

El fracaso de estas medidas en su intento de mejorar la salud pública puede ser atribuido al hecho que no están diseñadas para disminuir el nivel de riesgo de accidentes que estamos dispuestos a aceptar. En su lugar, lo que ocurre es que reaccionamos adaptando nuestro comportamiento de tal manera que el nivel de riesgo de accidentes se mantiene.

Se ha comprobado que las medidas que realmente reducen el nivel de riesgo aceptado han conseguido disminuir los accidentes de conductores y de trabajadores de distintas empresas de manera significativa y duradera. Entre estas medidas está el ofrecer incentivos con la condición de que se trabaje sin accidentes en el futuro (y no dar premios no previamente anunciados a los trabajadores que hayan trabajado bien en el pasado). Expondré las enseñanzas de estos programas de incentivos, subrayando su alta relación beneficio/coste, los requisitos para potenciar su eficacia y sus efectos secundarios, tanto negativos como positivos.

Por último, argumentaré que se podría explicar el éxito sorprendente de los incentivos para mejorar la seguridad mediante lo que se denomina expectativismo. Según esta teoría, cuidamos más nuestra vida y nuestros riesgos cuando tenemos razones para mirar al futuro con confianza, esperanza y expectativas. Los factores que incrementan nuestras expectativas sobre el futuro, como por ejemplo la promesa de una prima, hacen aumentar el valor percibido de la salud, de la seguridad y del cuidar la propia vida. Adaptamos por tanto nuestro comportamiento actuando con más prudencia.

¿Qué opinas de este artículo?