La vigilancia de la salud un instrumento de prevención, un instrumento de gestión

La vigilancia de la salud un instrumento de prevención, un instrumento de gestión

divendres, 23 agost 2002

El Diccionario de la Lengua Catalana del Institut d’Estudis Catalans define vigilar como “estar atento a aquello que puede hacer o tiene que hacer (alguien o algo)…especialmente por prevenir un peligro”. Y vigilancia es la acción de vigilar. Por ello vigilancia de la salud en el mundo del trabajo es la recogida, análisis y interpretación sistemáticas de datos de salud de los trabajadores con el fin de proteger la salud y prevenir los daños a la salud derivados de las condiciones de trabajo.

La vigilancia de la salud en relación a los riesgos derivados del trabajo es un derecho de los trabajadores pero no por si misma, como fin, sino como un instrumento preventivo de primer orden y insustituible que complementa eficientemente cualquier otra actividad preventiva desarrollada en las empresas.

Mediante la determinación de las condiciones de salud de los trabajadores, sus principales objetivos, los motivos que la justifican y al mismo tiempo explican su relevancia y trascendencia son:

  1. Permitir la adaptación del trabajo a la persona
  2. Detectar precozmente posibles daños a la salud derivados del trabajo
  3. Detectar riesgos desconocidos hasta ese momento
  4. Comprobar la eficacia de les actuaciones preventivas implementadas

Pero para que se puedan alcanzar hay que llevarla a la práctica tal como es, con su potencia y su complejidad, específica en relación a los riesgos laborales, individual y colectiva y ética, técnica y profesionalmente de forma exquisita.

La vigilancia de la salud como una actividad sanitaria de recogida sistemática y permanente de información inscrita en el contexto de la prevención de riesgos laborales no debe limitarse a los exámenes de salud o reconocimientos médicos sino que debe abarcar otras fuentes de datos como los cuestionarios, el análisis de las ausencias al trabajo (incapacidad temporal, etc.), las consultas de los trabajadores a los profesionales sanitarios de los Servicio de Prevención quienes con las técnicas de la Medicina del Trabajo la deben llevar a cabo, etc.

Hay que desarrollarla así, como es, como debe ser y exigirle todo lo que puede dar de sí y en cualquiera de los momentos del circulo (bucle) virtuoso de la mejora continua de una gestión de calidad: generando información que permita la definición de objetivos, en el momento de planificar la actividad preventiva, en el momento de desarrollarla. Doblemente en el momento de verificar las actuaciones (como actividad en si misma que hay que verificar y como insustituible elemento de control o auditoría de resultados de nuestro sistema de prevención, como antesala de la nueva redeficinón de objetivos).

¿Y esto esta pasando? Pues no precisamente, sino que asistimos a un intento permanente desde muchos frentes de reducir o confundir la medicina del trabajo con la vigilancia de la salud y ésta con los reconocimientos médicos. Un intento de caricaturizar la vigilancia de la salud en unos reconocimientos médicos de carácter general inespecíficos ineficaces.

¿Con que intención? Tengo la impresión que más que una intención hay un motivo y es el de tener la pretensión de hacer prevención de riesgos laborales sin hablar o pensar en términos de salud. Hay un miedo a reconocer que lo que justifica, avala y ennoblece la prevención de riesgos laborales es la salud de los trabajadores. Y la sospecha infundada, equivocada y equivoca de mucha gente de que hablar de salud es “sanitarizar” y “encarecer” la prevención. Hay gente que quiere hacer pan sin harina y pretender que le salga bueno.

La salud de los trabajadores requiere de la participación de todos, en un esfuerzo pluridisciplinar, desde enfoques mutidisciplinares con actuaciones interdisciplinraes. Ningún instrumento nos sobra, nos faltan.

Sin una vigilancia de la salud rigurosa y exigente estamos condenando la prevención de riesgos laborales a lo simbólico y al fracaso y eso seguro que nadie lo desea.

Por ello, hay que apostar también por la vigilancia de la salud…hay que apostar por la prevención de riesgos laborales. El premio vale la pena y está asegurado: la salud de los trabajadores.

¿Qué opinas de este artículo?