La gestión de la calidad
La gestión de la calidad
La calidad de los productos y servicios de una organización no sólo es importante como elemento estratégico para la competitividad, sino que además su filosofía de gestión puede extrapolarse a la Prevención de Riesgos Laborales.
La gestión de la calidad (dirección de la calidad o TQM) es un sistema de dirección que comprende un conjunto de principios y métodos que se implantan en toda la empresa como medio para conseguir los objetivos de calidad, caminando hacia la mejora continua en todos los niveles organizativos y utilizando todos los recursos disponibles al menor coste posible. Se basa en una serie de principios que están presentes explícita o implícitamente en empresas que implantan sistemas de este tipo. Por ello, las empresas con estos modelos son las que aplican adecuada y sistemáticamente los siguientes principios:
1. Enfoque basado en la satisfacción del cliente: La empresa logra satisfacer las necesidades y expectativas de sus clientes identificando sus necesidades para diseñar, fabricar y vender un bien o servicio que se ajuste a las mismas.
2. Liderazgo de la dirección: Compromiso y participación de la dirección.
3. Participación de todos los miembros de la organización: Políticas de recursos humanos: formación, participación de empleados, reconocimiento del trabajo bien hecho, etc.
4. Cultura de calidad centrada en la mejora continua: El objetivo último no es alcanzar un determinado nivel, sino mejorar continuamente.
5. Adecuado sistema de comunicación: Flujo de información en todos los sentidos, favoreciendo la cooperación dentro y fuera de la empresa.
6. Gestión de procesos: Obtener los mejores productos, identificando y mejorando los procesos que los elaboran.
7. Cooperación con los proveedores y clientes.
8. Sensibilidad y preocupación de la organización por su entorno social y medioambiental.
9. Dirección basada en hechos: Establecer indicadores y sistemas de evaluación que permitan medir y realizar un seguimiento de las actividades de la empresa, y proporcionar información para mejorar la calidad
Como resultado de lo anterior, nos encontramos con una concepción integrada, sistémica, de la calidad en la organización que permite “avanzar hacia la consideración de la calidad como un objetivo de toda la organización, para cuyo logro se precisa la participación de todos sus miembros”.
La implantación de estos principios supone, por un lado, un cambio cultural, que debe desarrollarse a través de la formación en calidad total y la participación para implicar al mayor número de empleados y, por otro lado, un diseño organizativo que facilite la eficacia y eficiencia de la empresa y genere aprendizaje.
Además, la gestión de la calidad proporciona una buena plataforma para la implantación de la gestión preventiva, y buena parte de los sistemas de gestión de la prevención de los riesgos laborales se han desarrollado a partir de los principios de la gestión de la calidad.