Es realmente asombroso
Es realmente asombroso
Hace algunos años pude leer que Shakespeare había escrito que el hombre es una criatura atolondrada; en aquel momento yo era demasiado joven y no comprendí bien el significado de esta frase. Ahora creo entenderla y la comparto: somos criaturas atolondradas. Ahora comprendo que se tenga que apelar a la fuerza de las leyes para establecer orden y en caso de que no existan las leyes adecuadas, crearlas. Lo comprendo. Y lo comprendo mejor cuando se trata de aspectos vitales fundamentales que de no ser considerados pueden afectar seriamente nuestras vidas, nuestros derechos, nuestros deberes. Y este es el caso de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, aunque más me gustaría que se llamara Ley de Prevención de Riesgos.
Y lo comprendo porque es realmente asombroso que haya que dictar una ley para proteger la vida y la salud de las personas, porque resulte imposible convencer a muchas criaturas de que es obvio que pueden y deben evitar los peligros y no lo hacen.
Es realmente asombroso que incluso haya criaturas que tratan de burlar dicha ley, y la burlan, aparentando que la cumplen de las maneras más "ingeniosas"; que hacen cálculos económicos para llegar a conclusiones como: "es más económico pagar la multa que aplicar la ley".
Pero también me asombra que la ley no considere accidentes del trabajo aquellos accidentes sufridos por trabajadores autónomos: ¿acaso son muertos o heridos o afectados paseando por el campo o en otro país?; ni enfermedades profesionales a una enorme cantidad de dolencias provocadas por actividades laborales.
Incluso no comprendo cómo muchas criaturas establecen un orden de aplicación, alegando que "primero es la Seguridad, después la Higiene y al final la Ergonomía, que es un lujo" y que ignoren que ésta es una clasificación para su estudio y no para su orden de aplicación; pues los accidentes, como las enfermedades, etc., pueden tener su origen en fallos en seguridad, higiénicos o ergonómicos, incluso mezclados estos fallos, como suelos resbaladizos, escaleras mal diseñadas, fatiga física, fatiga mental, herramientas mal diseñadas, ropas inadecuadas, escapes de gas, ambiente muy caluroso, ruido, iluminación inadecuada, trabajo nocturno, etc.
Sin embargo me consta que muchas de estas criaturas no esquivan o burlan la ley por ser malas personas, sino por ser, simplemente, criaturas atolondradas.
¿Y cómo he llegado a esta conclusión? Desgraciadamente con casos reales. El último hace sólo unos pocos meses: pasaba yo frente a una obra en construcción donde dos obreros jóvenes reparaban la fachada de un edificio. Me di cuenta de que los andamios carecían de barandas y aunque no soy inspector del trabajo, me acerqué al jefe de la obra y, después de aclararle que yo era un simple transeúnte y no un inspector, le dije que era un riesgo que aquellos chicos estuviesen trabajando a tal altura sin barandas de seguridad; él miró hacia arriba y me dijo sonriendo para tranquilizarme: "No se preocupe, no pasa nada, si le pusiésemos barandas sería peor, pues se confiarían demasíado; así, sin barandas, saben que se deben cuidar ellos mismos". Aquello me pareció tan increíble que comencé a explicarle que...; pero uno de los jóvenes me interrumpió dirigiéndose al jefe desde lo alto del andamio: "¡Oye, papa; ¿continúo hasta la ventana?!". Yo, asombrado, le pregunté al jefe: ¿Es su hijo?. Y él me respondió: "Sí, claro; y el otro es mi sobrino".
En fin, es realmente asombroso.