El método analítico en higiene industrial

La decisión de la toma de muestras o medición del contaminante solamente se ha de tomar una vez considerada una serie de aspectos previos, centrados básicamente en la respuesta a las preguntas: qué muestrear, cómo, dónde y cuándo. La experiencia indica que el tiempo invertido en obtener la adecuada respuesta a estas preguntas tiene un especial rendimiento al optimizar de manera determinante la efectividad posterior de las mediciones efectuadas, disminuyendo los posibles errores cometidos en la elección del sistema de toma de muestras tanto en relación con el procedimiento escogido, como con la posibilidad de emitir una opinión respecto al resultado obtenido.

La elección del procedimiento de toma de muestras presenta dos tipos distintos de condicionantes: los tecnológicos y los estratégicos. Los tecnológicos, que vienen fijados por el método analítico, son, entre otros, el límite de detección, el tiempo y el volumen de muestreo y el coste y la duración del análisis. Los de tipo estratégico, que se refieren a la estrategia de muestreo, son los propios condicionantes tecnológicos, el número de muestras, la duración de la exposición, y las respuestas a las preguntas: cuándo muestrear y dónde muestrear.

Otro aspecto importante a considerar, es el conjunto de las relaciones existentes entre el tiempo de exposición, el tiempo de muestreo y el patrón temporal del criterio de valoración, ya que pueden ser determinantes de cara a la elección del sistema de muestreo en función de las características de la exposición, de la metodología disponible y del tipo de valoración a efectuar.

El método analítico, entendiendo como tal el conjunto de operaciones ordenadas destinadas a obtener información sobre la cantidad y cualidad del contaminante químico presente en el aire, debe ser conocido a fondo, no solamente por parte del laboratorio encargado de aplicar la parte instrumental del mismo, sino también por parte del higienista que va a proceder a la toma de muestras y su conservación, transporte y envío al laboratorio. Del método analítico cabe destacar sus distintas fases y variables, sus características básicas, los procedimientos de validación, su fiabilidad y la estructura del informe analítico. Muchos de estos aspectos se hallan descritos en las normas destinadas al aseguramiento de la calidad en el laboratorio, especialmente la norma ISO-EN-UNE 17025. 2000 y sobretodo en la norma UNE-EN 482.1995 Requisitos generales relativos al funcionamiento de los procedimientos para la medición de agentes químicos, destinada específicamente a los procedimientos analíticos específicos para la medición de contaminantes químicos en el aire.

Existe gran número de métodos analíticos editados por distintos organismos que ofrecen la garantía de estar validados, es decir, que se ha comprobado que su uso es adecuado para el fin a que están destinados. Para proceder a su elección, existen una serie de recomendaciones que deben ser tenidas en cuenta, especialmente aquellas destinadas a certificar que el método es operativo en el margen de concentraciones en el que es previsible que se encuentre el contaminante químico a medir.

Finalmente, cuando estén disponibles en el mercado, se pueden utilizar instrumentos de lectura directa, que permiten obtener, como su nombre indica, el resultado de la concentración del contaminante de manera directa, sin proceder al laborioso procedimiento de toma de muestra y análisis en el laboratorio. Sin embargo, no debe tomarse nunca la decisión de su utilización sin haber antes calibrado a fondo la serie de ventajas e inconvenientes que presentan con respecto a los procedimientos tradicionales.