Fiabilidad de las operaciones en las plantas de proceso

Nuestro sistema industrial está fuertemente condicionado por la presión de los mercados cada vez más competitivos, y los procesos de fabricación y transformación requieren, cada vez más, de un conjunto de operaciones precisas y seguras que deben de realizarse en tiempo real con el objetivo de optimizar la producción y minimizar el riesgo de accidentes y su impacto. El desarrollo de la tecnología y el ordenamiento de la Normativa sobre calidad, medio ambiente y seguridad está ayudando de forma incuestionable a la consecución de los objetivos antes mencionados, pero añade aún mayor presión en torno a la figura del ser humano que debe ser capaz de asimilar, manejar y dominar la tecnología, gestionar adecuadamente toda la información recibida y organizar el equipo de operación y mantenimiento de la forma más eficaz posible para la consecución de los objetivos.

Esta presión de los mercados, de la tecnología y del ordenamiento de la Normativa han conseguido que el operador haya pasado en muy poco tiempo, - un par de décadas solamente -, de ser un realizador de tareas muy básicas y rutinarias, que exigían escasa responsabilidad, a ser el principal activo para la empresa en la cadena operativa. Esto implica que los objetivos de los grandes proyectos con importante impacto en la economía, el medio ambiente y la seguridad, que tradicionalmente han venido siendo los de coste, calidad y tiempo de ejecución, están evolucionando, exigiéndose ahora, además que el proyecto garantice el funcionamiento de la planta al cabo de un cierto tiempo, minimizando el coste del mantenimiento y que se justifique la fiabilidad operativa ante determinados postulados de fallo crítico.

La Ergonomía, que tradicionalmente ha venido ocupándose del entorno del puesto de trabajo buscando la mejora de la productividad y de la calidad de vida, está experimentando, por todo lo indicado anteriormente, un importante cambio. Las ciencias tradicionales, tales como la antropometría, fisiología, biología, anatomía, cinética, etc. están reforzándose con ciencias, tales como la ingeniería y la psicología, dando lugar al concepto de la Nueva Ergonomía que ya se ocupa de un entorno global, buscando objetivos de disponibilidad de los procesos productivos a nivel de empresa, a través de la mejora de la fiabilidad de las operaciones y mediante la nueva función del operador, éste último, elevado ya a un nivel de responsabilidad muy importante, merced a la nueva cultura asociada a las tecnologías de la información y a un nuevo entorno cultural y empresarial muy potenciado por la presión de la normativa de calidad, medioambiental y de seguridad industrial.