Estrategias para la generación de un buen ambiente en el aula

Estrategias para la generación de un buen ambiente en el aula

Colaborador, participante, tímido, pedante, sabelotodo… cómo actuar ante cada rol de alumno
7 març 2018

Los roles son modelos de conducta relativos a la posición del individuo en una red de interacción grupal, estando fuertemente influenciados por las expectativas propias y de los otros.

En las sesiones de formación, cuando el grupo de asistentes se pone en funcionamiento en relación a una tarea o actividad de aula, suelen aparecer ciertos roles característicos que cada uno de los miembros tomará en función de sus características personales y de la constitución del grupo como tal.

Puede establecerse una tipología de estos roles en función de si la persona es más socio-afectiva o socio-operativa, y de si su posición respecto a la tarea, o a la sesión en general, es más bien positiva o negativa. En la tablas siguientes se proponen acciones específicas a realizar en el aula en función del rol de los alumnos y las alumnas, para generar y mantener durante toda la sesión un buen clima de aula. 

Sujetos socio-afectivos

Rol característico

Acciones para la generación de un buen clima de aula

Posición positiva

El colaborador

  • Ubicarlo en una posición cercana al formador y a la vista del resto del grupo.
  • Requerir su ayuda explícitamente para que apoye al formador sin llamar excesivamente la atención.
  • Orientar su participación, ya que no profundiza en los temas o problemas.
  • Apoyar sus intervenciones afectivas.
  • Evitar que se queme con intervenciones operativas.

Posición negativa

El tímido

  • Ubicarlo enfrente del formador.
  • Preguntarle al fin de algo ya debatido y a lo que se ha llegado a consenso en el grupo.
  • Cuando realice una argumentación intentar que no se le interrumpa.
  • Vigilar que no mengüe la seguridad en sí mismo, animándole para que exponga sus opiniones.
  • Si coge confianza puede pasar a colaborador.

El hablador

  • Ubicarlo cerca del formador, por ejemplo a uno de sus
  • Lados.
  • Dirigirle preguntas concisas, de sí o no, y a ser posible con cierto grado de dificultad.
  • Evitar que establezca conversaciones paralelas con otros asistentes durante el desarrollo de la sesión.
  • En sus aportaciones, evitar que se extienda demasiado, o que interrumpa constantemente a otros asistentes, siempre con cuidado de herir su sensibilidad.

El ausente

  • Ubicarlo en una posición frontal al formador.
  • Indagar acerca de sus conocimientos o experiencias previas sobre el tema de la sesión y utilizarlos para hacerle participar.
  • Averiguar los motivos de su falta de participación (cansancio, preocupaciones personales, falta de interés, falta de credibilidad de las sesiones, del resto de asistentes o del formador...).
  • Si se resuelven sus motivos de falta de participación puede llegar a adoptar un rol de colaborador o participante.

Sujetos socio-operativos

Rol característico

Acciones para la generación de un buen clima de aula

Posición positiva

El participante

  • Ubicarlo en una posición cercana al formador y a la vista del resto del grupo.
  • Requerir su ayuda explícitamente para que apoye al formador sin llamar excesivamente la atención.
  • Orientar su participación, ya que no profundiza en los temas o problemas.
  • Apoyar sus intervenciones afectivas.
  • Evitar que se queme con intervenciones operativas.

Posición negativa

El discutidor

  • Ubicarlo enfrente del formador.
  • Preguntarle al fin de algo ya debatido y a lo que se ha llegado a consenso en el grupo.
  • Cuando realice una argumentación intentar que no se le interrumpa.
  • Vigilar que no mengüe la seguridad en sí mismo, animándole para que exponga sus opiniones.
  • Si coge confianza puede pasar a colaborador.

El refractario

  • Ubicarlo cerca del formador, por ejemplo a uno de sus
  • Lados.
  • Dirigirle preguntas concisas, de sí o no, y a ser posible con cierto grado de dificultad.
  • Evitar que establezca conversaciones paralelas con otros asistentes durante el desarrollo de la sesión.
  • En sus aportaciones, evitar que se extienda demasiado, o que interrumpa constantemente a otros asistentes, siempre con cuidado de herir su sensibilidad.

El pedante

  • Ubicarlo en una posición frontal al formador.
  • Indagar acerca de sus conocimientos o experiencias previas sobre el tema de la sesión y utilizarlos para hacerle participar.
  • Averiguar los motivos de su falta de participación (cansancio, preocupaciones personales, falta de interés, falta de credibilidad de las sesiones, del resto de asistentes o del formador...).
  • Si se resuelven sus motivos de falta de participación puede llegar a adoptar un rol de colaborador o participante.

El sabelotodo

  • Desviar sus intervenciones directas, sobre el formador o sobre algún asistente, hacia el grupo en general.
  • Cuando intervenga, dejar que sea el grupo quien realice los primeros comentarios.
  • No salir en su defensa si los demás lo atacan.
  • Mantener el control de sus intervenciones para evitar que la sesión acabe girando en torno a él.

Estos contenidos pertenecen al Curso Estrategias psicopedagógicas para el cambio de actitudes que se imparte en modalidad online desde el campus UPCplus del CERpIE-UPC (Universitat Politècnica de Catalunya).

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