¿Ha de ser el líder un coach?
¿Ha de ser el líder un coach?
Suelo leer y escuchar quién plantea que un líder, un directivo o un mando debería ser a la vez un coach para los miembros de su equipo. Un coach ayuda a su cliente a conseguir sus objetivos, superando obstáculos y sacando a la luz sus recursos y capacidades. Podríamos decir que esto mismo es lo que un líder quiere conseguir con su equipo, por tanto parece bastante razonable que podría ser entonces un coach. No es de extrañar entonces que haya empresas que se planteen que sus directivos combinen ambas tareas.
En mi opinión un directivo o un mando podría hacer coaching de manera informal, pero le puede resultar bastante difícil poder sustituir a un coach externo bien preparado. Hay algunas razones que sostengo para ello:
- La responsabilidad principal del líder, directivo o mando, es para con la empresa, no para con su “cliente”, o al menos ha de armonizar ambas, y esto puede generar conflictos de confidencialidad. En una sesión de coaching puede salir información que el cliente desee que se mantenga en la confidencialidad.
- Es posible que el Líder, directivo o mando, tenga que evaluar el desempeño de la misma persona a la que aplica el coaching, lo cual generará problemas. No creo que le sea fácil al “cliente”, el miembro del equipo, confesarle a su jefe, en una sesión de coaching con este, que no le gusta su trabajo o aspectos de este, o que cree que está mal dirigido. Es muy posible que el “cliente” se guarde sentimientos y experiencias importantes en relación con su trabajo.
- El estilo de liderazgo puede dificultar enormemente el que el líder puede realizar coachig con los miembros de su equipo. De hecho el coaching choca frontalmente con un estilo de liderazgo impositivo, muy habitual en las organizaciones. Ya que en el coaching es el cliente el que encuentra sus propias soluciones.
- Y esto último puede ser también una de las dificultades para que un líder ejerza de coach con los miembros de su equipo. Un coach profesional aceptará las soluciones y acciones que su cliente adopte. Es más, parte de su trabajo consiste precisamente en que su cliente encuentre sus propias soluciones. ¿Puede un líder aceptar un objetivo, una acción, una solución que puede afectarle a él, que no le guste, o que crean que debería ser otra? . Si esto es así y el líder , ejerciendo de coach, decide intervenir para cambiar la solución adoptada por el miembro de su equipo, lo que está haciendo ya no es coaching. Las consecuencias de esto pueden ser daños en la relación y la confianza de los miembros de su equipo. Un gran riesgo.
En mi opinión más que ejercer de coach lo que si es interesante es que un líder desarrolle las habilidades que un coach utiliza para ayudar a sus clientes y las ponga al servicio de los miembros de su equipo. Además en el día a día , en lo cotidiano, sabiendo cual es el momento adecuado para hacerlo. Habilidades para generar sintonía, para mantener atención, para escuchar activamente, para hacer preguntas poderosas, dar feefback y para reconocer. Estas son habilidades que utiliza un coach y que si un líder las utilizase harían de él un líder verdaderamente eficaz.
Martin Silva
Konturatu s.l.