ELIOT NESS : LEY SECA EN LA CONDUCCIÓN
ELIOT NESS : LEY SECA EN LA CONDUCCIÓN
Puede sorprender que cite como líder en la seguridad vial a un agente de los servicios de inteligencia norteamericanos de principios del siglo pasado que se caracterizó por su persecución a la producción de bebidas alcohólicas en USA para el estricto cumplimiento de la conocida por “Ley Seca”. Porque seguramente Elliot Ness a quien conocemos mejor por la serie de películas de televisión americanas “Los intocables”, tenía un batalla que nada tenía que ver con la seguridad vial sino con el estricto cumplimiento de una ley.
El liderazgo no le viene a Elliot Ness por la seguridad vial sino porque el alcohol sí que es un factor líder de la inseguridad vial.
Que el alcohol ejerce una influencia negativa en la conducción de vehículos de motor es reconocido y aceptado por todos los especialistas del mundo. En cualquier caso, la investigación sobre ello es constante para determinar la máxima precisión del alcance concreto de sus efectos.
Se puede decir de que alcohol actúa como depresor de la actividad del sistema nervioso central y hace disminuir por esa causa las habilidades necesarias del conductor. Este deterioro de la capacidad de conducir aumenta el riesgo de tener un accidente y es probable incluso que exista en tasas de alcoholemia inferiores a los 0,2 gramos de alcohol por litro en la sangre. Si bien no se conoce un nivel mínimo a partir del cual los efectos sean comprobables, tampoco hay ninguna prueba que demuestre que el alcohol es capaz de mejorar, ni tan solo de manera mínima, ninguna de las habilidades que necesita la persona que tiene que conducir un vehículo. Por el contrario, la creencia generalizada de que el alcohol da vigor y energías a las personas que lo ingieren puede ser la antítesis de lo que sucede en realidad porque ingerir bebidas alcohólicas y el acceso del alcohol, tan hidrosoluble, en la sangre de una persona, se asimila en media hora en las neuronas de sistema nervioso de la persona y le produce la sinapsis de efectos anestésicos. Y además, lo fácil que es la asimilación en media hora del alcohol, es de difícil su desasimilación que puede durar horas según el volumen de la ingesta y la graduación de la bebida ingerida. La eliminación del alcohol se produce a un ritmo del orden de 0,1 gr/alcohol en litro de sangre por hora por lo que rebasar los 0,5 gr/l supondría 5 horas de retención de los efectos hasta su desasimilación. Los efectos en la conducción están constatados
Aunque en líneas generales, la conducción bajo los efectos del alcohol, solo con indicios, se detecta en las pruebas aleatorias en horario laboral entre un 2 y un 3 % de los conductores testados (en noches de fin de semana sube el porcentaje sustancialmente), en las investigaciones realizadas en diferentes países, se ha determinado la media sobre la responsabilidad del alcohol en la producción de accidentes de tráfico:
Del 34 al 59% de los accidentes mortales.
Del 15 al 26% de los accidentes con heridos graves.
Del 10% de accidentes sin víctimas.
Búsquese un factor de riesgo en el que un 2-3% de usuarios llegue a generar tanta accidentalidad de tráfico. Solo hay uno. La conducción bajo el efecto de bebidas alcohólicas.
Beber vino bueno, cava, e incluso licores de todo tipo, puede, además de placentero, ser incluso beneficioso para la salud, pero en la conducción hemos de estar de acuerdo con la Ley seca de Elliot Ness. Tolerancia cero.