A qué edad debemos dejar de conducir vehículos a motor

A qué edad debemos dejar de conducir vehículos a motor

El análisis de las estadísticas de siniestralidad de los últimos años está descubriendo que la edad media de los conductores fallecidos o heridos graves en accidente de tráfico asciende de manera singular y los analistas advierten que la perdida de condiciones fisicas como los reflejos, la vista y el cansancio son causa de riesgo importante, en tanto que detectan nuevas componentes de falta de práctica en la conducción de motocicletas de mayor potencia y salidas de la vía en carreteras secundarias de conductores mayores de 65 años. La tendencia se extiende a adultos de entre 45 y 65 años. Ello obliga a reflexionar sobre los tiempos de vigencia del permiso y las condiciones de salud de los conductores.
21 gener 2023

Las estadísticas de la DGT y los estudios de los expertos nos están avisando de que hay situaciones de riesgo que afectan a conductores adultos de edad avanzada que podrían tener tratamiento preventivo reglamentario. En general, la franja de edad con más fallecidos es la de 45 a 54 años con el 20%, seguida de la de mayores de 65 años con el 19% de los fallecidos, aunque éstos tienen una importante aportación de peatones en zona urbana. Quienes investigamos accidentes por profesión vemos con excesiva frecuencia la producción de accidentes graves en los que hay alguna maniobra extraña o inadecuada por parte de conductores mayores, con experiencia y por tanto con suficientes recursos en el manejo del vehículo como para evitar el suceso. Es inevitable pensar que un factor determinante del riesgo podría ser que el veterano conductor tuviera algún elemento influyente en sus condiciones físicas, por la propia edad o por su salud o medicación, lo que nos lleva a meditar sobre el sistema de revisión del permiso de conducir y su posible mejora. Acceder a la conducción de motocicletas de gran potencia con el permiso B sin examen específico sobre dos ruedas o estar tomando medicaciones que pueden alterar sistemáticamente los reflejos del conductor mayor son factores que en este momento nos avisan de que pueden haber situaciones previsibles y controlables por las Administraciones responsables.

El sistema histórico y clásico de acotar en el tiempo la validez del permiso de conducir según la edad (a mayor edad, menos período de tiempo para la revisión), viene a ser un reconocimiento formal de que pueden existir y de hecho existen posibles limitaciones en las capacidades de los conductores que se hace preciso comprobar en beneficio de la seguridad vial general y en particular de cada conductor con el paso del tiempo. La situación demográfica actual presenta un envejecimiento progresivo de la población, así como un creciente número de conductores mayores de 65 años.

El Estado español cuenta desde 1918 con una gran experiencia y tradición histórica en el campo de la evaluación de conductores profesionales y de la seguridad vial. Los conductores no profesionales debían aportar un certificado médico oficial. En 1982 se crean los Centros de Reconocimiento de Conductores acreditados por la Jefatura de Tráfico- Ministerio del Interior que evalúan a todos los conductores y aspirantes a conductor. En 1985 se normaliza la presencia del psicólogo como facultativo en las evaluaciones de todos los conductores y permisos.

En el año 2009, siguiendo las directivas europeas y en pro de una armonización de criterios en toda la Unión, se amplían considerablemente los plazos de vigencia de los permisos de conducción. Los tiempos de vigencia en la actualidad son de 10 años hasta la edad de 65 años y de 5 años a partir de los 65 años. En los permisos profesionales los tiempos de vigencia son de 5 años hasta los 65 años y de 3 años a partir de dicha edad. Así pues, debido al envejecimiento progresivo de la población y a la ampliación del tiempo de vigencia de los permisos de conducción, la repercusión del trabajo realizado en los Centros de Reconocimiento es cada vez más importante y decisiva para preservar la seguridad vial.

La existencia y actuación de los Centros de Reconocimiento es un valor estructural muy importante en el sistema de prevención y control de los permisos de conducir. Se hace preciso una valoración de los puntos fuertes y débiles del actual estado de la situación  de los Centros de Reconocimiento, al objeto de que sus prestaciones se ajusten a las necesidades que exige la Visión Cero de la seguridad vial.

La dotación de médicos y psicólogos de los Centros de reconocimiento médico para la revisión del permiso de conducir es un gran avance, pero se echa de menos una plena coordinación de los mismos dependientes de las Autoridades de Interior con las Autoridades Sanitarias en una acción conjunta que debe de superar cualquier barrera generadora de ineficiencia y acordar las bases de un funcionamiento plenamente integrado al sistema sanitario y a las necesidades de la movilidad segura.

Sería necesario que los Centros de Reconocimiento Médico y sus expertos tuvieran acceso a la Historia Clínica del conductor que va a revisar su permiso de conducir y así podrían conocer formalmente las patologías y las medicaciones que podrían generar limitaciones en el conductor y generación de riesgos de accidente y tomar medidas preventivas administrativas que propiciaran plazos de permiso o no permiso para conducir vehículos de motor.

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