
El fútbol es uno de los deportes más practicados en el mundo, de acuerdo con la encuesta de la FIFA Magazine Big Count 2006 para ese año se estimaba que había más de 38 millones de jugadores inscritos en una de las 209 federaciones miembro y cerca de 226 millones de jugadores no registrados, para un total de alrededor de 264 millones de practicantes en total. Las proyecciones de la FIFA basadas en los porcentajes de crecimiento de los últimos años señalan que esas cifras pueden haber alcanzado en la actualidad los 300 millones de jugadores en el mundo de los cuales el 15% se encuentran registrados.
Colombia como la mayoría de los países iberoamericanos es un país futbolero por naturaleza y su práctica se extiende a la totalidad de las regiones del país, sin diferenciación de estrato social, incluyendo todos los rangos de edad y en particular el periodo productivo de hombres y mujeres. Se calcula que en Colombia hay un poco más de 3 millones de practicantes del fútbol y de ellos solo el 10% hacen parte de los 2800 clubes afiliados a la Federación Colombiana de Fútbol.
Caracterización de la accidentalidad deportiva.
Resulta claro que el fútbol es un deporte de contacto de alta exigencia física dada por esfuerzos constantes y repetitivos con intervalos alternantes de trabajo aeróbico y anaeróbico cuya práctica se asocia con un nivel importante de lesiones de origen traumático directo o debidas a sobre esfuerzo muscular y en la mayoría de las veces a la combinación de estas dos circunstancias.
Los estudios epidemiológicos de accidentalidad deportiva en la población de futbolista aficionados son escasos. En este campo la FIFA (Federación Internacional de Futbol Asociado) ha tomado el liderato específicamente con la creación de F-MARC (Medical Assessment and Research Centre). Las primeras publicaciones de los resultados de la evaluación del programa preventivo de FIFA denominado The 11, aplicado a equipos de fútbol aficionado de alto nivel, describen la de mayor frecuencia las lesiones en tobillo, seguido de muslo posterior y rodilla y con menor frecuencia muslo anterior e ingle (6), información que está de acuerdo a los hallazgos descritos en otros autores como Barengo, Meneses y Ramírez (8). Cabe anotar que el programa “FIFA the 11” no mostró reducción en los indicadores de accidentalidad deportiva en los futbolistas aficionados, situación que ha cambiado con la implementación del programa “FIFA 11+” que ha mostrado resultados en la prevención de lesiones en esta población (7).
Además de la poca disponibilidad de trabajos epidemiológicos para esta población, el material disponible muchas veces no es comparable por la disparidad en los conceptos y definiciones. Así, para homogenizar la caracterización de las lesiones FIFA ha auspiciado la creación del modelo consensuado de definiciones y orientación metodológica (4). Define lesión como cualquier queja física reportada por el jugador originada en juego o en entrenamiento aunque no tenga atención médica ni incapacidad para entrenar o jugar. Los indicadores de seguimiento están definidos, la severidad de las lesiones es el número de días que trascurren desde la fecha de la lesión hasta el día de retorno a participación completa en los entrenamientos con disponibilidad para participar en los partidos oficiales (4). Para la comparación de los registros se han dictado pautas para describir la localización, tipo, y mecanismo de lesión (con la inclusión del origen, traumático que sucede a un evento único o por sobreuso), diferenciar si es evento índice o recurrencia, también puede incluir el diagnóstico con el código correspondiente (OSICS, Orchard Sports Injury Classification System) (4).
También, en la descripción del mecanismo de lesión de debe incluir elementos que se vinculen con la identificación del factor extrínseco las circunstancias externas y el ambiente, como la presencia de contacto con otro jugador u objeto, el clima, la altitud, etc. Las variables utilizadas para calcular la exposición del individuo en competencia son el número de partidos jugados, cantidad de jugadores en el equipo y la duración del juego (4).
Referentes de programas preventivos de lesiones en futbol.
La FIFA evaluó el programa de prevención de lesiones en fútbol que tiene dos décadas de haber sido lanzado. El programa es un modelo multifactorial de prevención en el cual sobresale el manejo del factor intrínseco, intervenido mediante un plan de mejoramiento de cualidades físicas incluido en el calentamiento de las sesiones de entrenamiento. El éxito del programa ha mostrado depender de la adherencia del sujeto a la ejecución de las actividades sugeridas (10).
La parte central del modelo de manejo del riesgo de lesiones deportivas, instaurado por la FIFA en 1998, es la identificación de los factores de riesgo intrínsecos (relativos al individuo) y extrínsecos (dependiente del medio ambiente, las instalaciones y el equipamiento) que afectan a los participantes, seguido de la estimación y evaluación del nivel de riesgo asociado con estos factores en un proceso denominado “evaluación de riesgo” (3). También considera las tareas de mitigación del riesgo, cuando se ha identificado alto, mediante estrategias que puedan reducir la incidencia, la naturaleza y la severidad de las lesiones y la enfermedad (3).
Los factores de riesgo intrínsecos identificados en todas las categorías, son los antecedentes traumáticos (el estado de rehabilitación), la edad, el género y el juego limpio. También resalta la condición física, justificado en que la mayor frecuencia de lesiones sucede en el segundo tiempo de juego, asociado a la aparición la fatiga (3). En otros trabajos, la pérdida de la flexibilidad o la flexibilidad aumentada se ha descrito como factor de riesgo para lesiones deportivas, sin embargo, las lesiones musculares sea han asociado más con la fatiga y la debilidad muscular (9).
Hallazgos similares se lograron en dos estudios realizados con los equipos de fútbol de élite mundial (11,12), donde se identificó que trabajan como factores de riesgo intrínsecos más importantes para lesiones (sin contacto) la presencia de lesiones previas, la fatiga y el imbalance muscular (11, 12).
En la revisión sistemática de la identificación de los factores de riesgo se concluyó que existe una brecha entre la práctica y el soporte científico (12), como se desglosa a continuación:
- Lesiones previas: el nivel de evidencia es 2++, en general las lesiones previas en los futbolistas profesionales pueden incrementar el riesgo de lesión del mismo tipo y del mismo hemicuerpo. Aunque el antecedente de lesiones es un factor de riesgo no modificable, el conocimiento de esta condición puede enfocarse en el manejo de los factores de riesgo específicos que disminuyan la recurrencia de la lesión, situación que no ha sido investigada (12).
- Fatiga: el nivel de evidencia es 4 (opinión de experto, porque no hay estudios que cumplan con los criterios de inclusión). La fatiga es una potencial causa de lesiones en futbolistas profesionales, son más comunes al final de cada uno de los tiempos de los partidos, también se ha reportado reducción en la fuerza al final de los partidos. Además, la fatiga acumulada se ha postulado como un factor de riesgo potencial que resulta de la disminución en los tiempos de recuperación (12). La evaluación de la fatiga como factor de riesgo en el fútbol es compleja, en parte porque no se ha homogenizado la definición.
- Imbalance muscular: el nivel de evidencia no es concluyente porque los hallazgos son limitados y contradictorios. El término imbalance muscular tiene uso ambiguo, no tiene una definición específica (12).
Los programas de prevención de lesiones en futbolistas de élite individualizan la determinación del perfil de riesgo, dando importancia al antecedente de lesiones y estableciendo mediante evaluaciones el perfil de cualidades físicas las estrategias de mitigación de riesgo individual (11,12).
Estos son, de los estudios revisados, los que tienen en su estrategia de prevención la evaluación médica funcional ampliada para establecer el perfil de riesgo intrínseco de los individuos como sustrato para la certificación de aptitud deportiva. Las pruebas más utilizadas en la evaluación son las de FMS (Funtional Movement Screen), cuestionarios y evaluación muscular isocinética (El grado de recomendación es D) (12).
En la revisión sistemática, las pruebas utilizadas, tampoco se encontró evidencia que soporte la recomendación de uso (12):
- FMS: el nivel de evidencia es 4 con nivel de recomendación D. Esta es la prueba de tamizaje más comúnmente usada en los equipos de la liga premier, aunque algunos equipos usan su versión del FMS (12). Es necesario que los investigadores determinen la confiabilidad y validez del FMS como una prueba que identifique uno o más factores de riesgo para lesiones (12).
- Cuestionarios: el nivel de evidencia es 2++ y el nivel de recomendación D para el cuestionario psicológico.
- Evaluación muscular isocinética: el nivel de evidencia es no concluyente y el de recomendación es D. Es importante aclarar que existen otros métodos para evaluar las cualidades de fuerza muscular (11).
El control de riesgo se logra mediante la instauración de medidas de mitigación para la disminución de la incidencia y la severidad de las lesiones (3). La implementación de los planes de prevención de lesiones en fútbol reduce la incidencia de lesiones y también reduce los costos al sistema de salud (3). De tal manera se puede concluir que el mejoramiento del nivel de condición física del individuo es uno de los logros del programa FIFA11+ en la intervención de mitigación del riesgo (8).
Contrario al uso generalizado en las poblaciones de futbolistas aficionados el estiramiento previo al ejercicio no modifica el riesgo de sufrir lesiones (2,9), sin embargo, se han encontrado beneficios en los esquemas de entrada en calor precompetitiva que incluyen trabajo neuromuscular para la prevención de lesiones del tren inferior, aunque en estos estudios se han identificado debilidades metodológicas (5).
La importancia de instaurar medidas de mitigación del riesgo es multifactorial, respecto a la salud, algunas lesiones tienen implicaciones a largo plazo como puede ser el desarrollo de osteoartritis de instauración temprana (1).
Aparentemente hay que continuar con la evaluación de los resultados del programa FIFA 11+ porque se ha identificado que la validez de los hallazgos es limitada y las revisiones tienen algunas limitaciones metodológicas y el riesgo de sesgo no ha sido evaluado (1).
Accidentalidad deportiva y accidentalidad laboral.
De otra parte la legislación del Sistema de Riesgos Laborales en Colombia contempla como accidentes de trabajo las lesiones ocurridas durante el desarrollo de eventos deportivos patrocinados por el empleador, circunstancia que obliga a las empresas a desplegar estrategias de control y mitigación para este riesgo ocupacional no tradicional. Específicamente la Ley 1562 de 2012 define en su artículo 3ro el accidente de trabajo de la siguiente manera,
“Es accidente de trabajo todo suceso repentino que sobrevenga por causa o con ocasión del trabajo, y que produzca en el trabajador una lesión orgánica, una perturbación funcional o psiquiátrica, una invalidez o la muerte. Es también accidente de trabajo aquel que se produce durante la ejecución de órdenes del empleador, o contratante durante la ejecución de una labor bajo su autoridad, aún fuera del lugar y horas de trabajo. Igualmente se considera accidente de trabajo el que se produzca durante el traslado de los trabajadores o contratistas desde su residencia a los lugares de trabajo o viceversa, cuando el transporte lo suministre el empleador. También se considerará como accidente de trabajo el ocurrido durante el ejercicio de la función sindical aunque el trabajador se encuentre en permiso sindical siempre que el accidente se produzca en cumplimiento de dicha función. De igual forma se considera accidente de trabajo el que se produzca por la ejecución de actividades recreativas, deportivas o culturales, cuando se actúe por cuenta o en representación del empleador o de la empresa usuaria cuando se trate de trabajadores de empresas de servidos temporales que se encuentren en misión”.
El fenómeno de la accidentalidad laboral de origen deportivo, ha sido muy poco estudiado en Colombia, a pesar de que se encuentra explícitamente incluida en la normatividad.
Álvarez (13) estudió la accidentalidad de los trabadores adscritos a la Seccional Caldas del Instituto de Seguros Sociales (ISS) registrados en los tres últimos meses de 1992, encontrando que el 12% tenían origen deportivo y que el promedio de días de incapacidad por esta causa era superior al del generado por los accidentes relacionados con las actividades laborales.
En la revisión hecha por Montoya (14) de los 1013 accidentes de trabajo investigados entre 1987 y 1990 en la empresa Nacional de Telecomunicaciones de Colombia TELECOM, 34.7% (352) fueron de origen deportivo, siendo los deportes de contacto (Fútbol, Baloncesto, softbol y volibol) las principales disciplinas implicadas.
En el año 1997, el Departamento de Salud Ocupacional de SOFASA, preocupado por la cantidad de colaboradores lesionados en el torneo interno de futbol de la empresa, instauró un programa de intervención sobre los factores de riesgo que identificaron, logrando reducir el ausentismo por esta causa en un 55% para el año siguiente.
Un estudio realizado en las Empresas Públicas de Medellín (EPM) en el año 2000, mostró que se produjeron 94 accidentes de trabajo de origen deportivo, que generaron 1190 días de incapacidad en los trabajadores, siendo los deportes de conjunto y de contacto las principales fuentes.
La investigación sobre este tema realizada por González y Gómez (15) mostró que, en el período de enero a agosto del año 2000, de las 36000 ausencias laborales registradas por las empresas afiliadas a la Administradora de Riesgos Laborales (ARL) SURATEP, 1034 (2.87%), fueron generadas por accidentes deportivos. Adicionalmente encontraron que el 5% de los participantes en los diferentes torneos organizados por las empresas afiliadas presentaron un accidente de trabajo deportivo.
Adicionalmente la legislación laboral colombiana promueve la actividad deportiva como obligación del empleador de acuerdo con el código sustantivo del trabajo, Ley 2663 del 5 de agosto de 1950, además se entiende que la promoción de estilos de vida salubles incluyen la práctica de actividad física regular.
¿Es posible dar cumplimiento a esta directriz de salud pública permitiendo la práctica regular del fútbol en las empresas bajo condiciones preventivas del riesgo de lesión y accidente?
Este trabajo pretende contribuir a la resolución de esta pregunta mostrando los resultados de la implementación de estrategias de control a la población de empleados futbolistas del Banco Central de Colombia.
Durante un periodo de observación de 18 años, se describe en materia de accidentalidad laboral deportiva el antes y el después de la implementación de un programa integral de prevención de lesiones deportivas asociadas a la práctica recreo deportiva aficionada del fútbol en la población de empleados del Banco Central de Colombia, mostrando las diferentes estrategias empleadas a lo largo de casi dos décadas y su impacto en la disminución de la accidentalidad estimado mediante la reducción de la frecuencia y severidad de los mismos, sin desestimular la práctica deportiva en la población.
Este estudio descriptivo, longitudinal realizó seguimiento a la población de empleados participantes en torneos internos de fútbol y a las selecciones representantes de la empresa en torneos externos, registrando los eventos de lesión derivados de la práctica competitiva o en entrenamiento durante el periodo comprendido entre 1999 y 2016.
En toda la serie los eventos de lesión considerados fueron aquellos que generaron como mínimo un día o más de incapacidad y que fueron reportados como accidentes de trabajo de origen deportivo ante la Administradora de Riesgos Laborales.
Los datos considerados en este trabajo respecto a los accidentes deportivos fueron frecuencia y severidad anuales, porcentaje de incidencia anual y costos de ausentismo. La frecuencia fue estimada como el número de accidentes ocurridos entre el 1ro de enero y el 31 de diciembre de cada año, la severidad fue asumida por la sumatoria de días de incapacidad temporal generados por la totalidad de los accidentes deportivos ocurridos durante un año y el porcentaje de incidencia anual se obtuvo calculando la proporción resultante de dividir el número de accidentes deportivos ocurridos entre el número de futbolistas participantes para el mismo año.
El cálculo de los costos derivados de la incapacidad temporal generada por los accidentes deportivos de cada año se estimó multiplicando la mediana de los salarios de la totalidad de los empleados de la organización en pesos colombianos por el número de días causados. Los valores de cada año fueron llevados a pesos constantes de 2016 para hacer la serie fácilmente comparable en los resultados.
La información disponible respecto a la accidentalidad deportiva ocurrida durante los años 1999 y 2000 fue analizada por un equipo interdisciplinario que incluyó un médico especialista en actividad física y deportiva, un médico especialista en medicina del trabajo y el profesional en educación física y deportiva responsable de los torneos internos de futbol y equipos representativos de la empresa. Se realizó un diagnóstico de la causalidad de la accidentalidad identificando factores intrínsecos y extrínsecos determinantes del fenómeno con el ánimo de diseñarlas medidas de control.
Las intervenciones de control se desarrollaron a partir de año 2001 mediante la implementación de un Programa de Prevención de Lesiones Deportivas y se han mantenido hasta la actualidad. Estas intervenciones fueron:
1. Evaluación y estimación del riesgo.
Se estableció e implementó un protocolo de evaluación médica de condiciones de salud y competencias físicas para la práctica deportiva que se aplicó a todos los aspirantes a participar en los torneos internos de fútbol y a integrar los equipos que representarían a la empresa en campeonatos externos.
El protocolo incluía determinación antropométrica, cálculo del índice de masa corporal, índice cintura cadera, cálculo del porcentaje de grasa corporal, evaluación de fuerza muscular tren superior, fuerza muscular abdominal, fuerza muscular piernas, balance y propiocepción y capacidad cardio respiratoria al esfuerzo sub máximo aeróbico.
Como producto de esta evaluación los aspirantes resultaban aptos, aptos con restricciones de tiempo (solo 45 minutos) o posición de juego (solo como arqueros) o no aptos temporalmente para jugar. Los empleados con condiciones médicas no controladas eran direccionados a su servicio médico clínico para tratamiento y estabilización antes de ser nuevamente valorados.
El protocolo de evaluación médica fue adelantado por el médico especialista en medicina del deporte y los resultados explicados a cada empleado evaluado junto con un plan de prescripción personal de ejercicio orientado al mantenimiento de las buenas condiciones encontradas en el caso de los declarados aptos o al mejoramiento de las competencias deficientes y riesgosas en quienes resultaban restringidos o no aptos para participar.
Se nombraron veedores oficiales para cada partido de fútbol cuya función principal fue la verificación en planilla de la condición de aptitud de los integrantes de cada equipo en contienda y la presentación del informe correspondiente al comité organizador. Los equipos que alinearon jugadores no autorizados o no dieron cumplimiento a las restricciones establecidas fueron castigados con la pérdida de los puntos.
2. Mejoramiento de la condición física de los participantes.
Se implementó un programa permanente de entrenamiento voluntario guiado por profesionales en educación física que podía ser desarrollado en sesiones al aíre libre o en rutinas en el gimnasio corporativo.
El programa se hacía obligatorio para los participantes que en la aplicación del protocolo de evaluación y estimación del riesgo resultaban aptos pero con restricciones para el juego o temporalmente no aptos para participar. En estos casos el acondicionamiento físico se desarrolló atendiendo a la prescripción de ejercicio del médico evaluador.
Adicionalmente se implementó una sesión obligatoria de estiramiento y calentamiento previa y posterior al partido conducida por un preparador físico competente, para todos los futbolistas inscritos en planilla.
3. Mejoramiento de la condición técnica de los participantes.
Con el ánimo de disminuir la posibilidad de lesión propia o del contrincante debida a mala técnica en los gestos deportivos asociados al fútbol, de manera voluntaria los jugadores fueron invitados a participar en seminarios cortos con ex futbolistas profesionales para mejorar su técnica de pateo, cabeceo, disputa de balón en piso, disputa de balón en el aíre y trabajo de arqueros. Adicionalmente consejería sobre tipos y usos de diferentes guayos.
4. Homogenización de edades en competencia y modificación a las reglas de juego.
La organización de los torneos internos y la selección de los torneos inter empresas en los que se participó tomó en cuenta la edad de los participantes de forma que se evitara la participación simultánea de empleados y sus hijos menores de 18 años. Además si bien no se estableció una edad máxima de participación, no se presentaron interesados mayores de 60 años.
En los torneos internos y dado que el diagnóstico inicial de factores de riesgo asociados a la accidentalidad deportiva mostró la presencia de posible fatiga como condición predisponente de la lesión se decidió reducir el tiempo de juego a 40 minutos no prorrogables en cada periodo con un descanso de 20 minutos entre periodos. Durante el desarrollo del juego, especialmente en condiciones de calor, se estableció la posibilidad de interrupciones cortas para hidratación.
Adicionalmente en el desarrollo de los campeonatos internos el número de cambios o relevos de jugadores se definió como ilimitado permitiendo además que los futbolistas pudiesen re ingresar al terreno, replicando la metodología empleada en el baloncesto. De otra parte el número mínimo de jugadores en cancha para viabilizar el desarrollo del juego fue definido en 10 jugadores, sin lo cual se considera perdida por W.O.
5. Promoción del juego limpio.
Con la participación de una psicóloga deportiva se realizó un programa de sensibilización de la comunidad futbolera de la compañía promoviendo el juego limpio en los torneos, dando prioridad al carácter recreo deportivo de las competencias y desestimulando la competitividad como justificante del uso de la fuerza desmedida o del juego peligroso en los partidos.
Los árbitros participantes y el comité disciplinario de los torneos fueron instruidos para que los primeros estuviesen atentos en el juzgamiento de las jugadas de forma que se sancionara drásticamente cualquier tipo de agresión o intento de agresión o actuación peligrosa y para que los segundos establecieran penas de sanción de fechas o expulsión definitiva del torneo a los jugadores violentos o mal intencionados.
6. Control de factores extrínsecos.
Se implementó un mejoramiento del mantenimiento del campo de fútbol con tratamiento de irregularidades de la superficie, riego frecuente, desyerbado y corte periódicos realizados por personal técnico. La demarcación del campo y condición de marcos y mallas también fueron optimizadas.
El diagnóstico de factores de riesgo asociados a los accidentes ocurridos durante los dos primeros años de la serie en estudio se realizó a partir de la investigación de los mismos realizada por el equipo interdisciplinario ya referido. Se establecieron los factores intrínsecos y extrínsecos los cuales se presentan en la tabla No 1.
Los registros anuales de participantes en los torneos internos y externos de fútbol, la frecuencia de eventos y la severidad en días de incapacidad generada por los accidentes laborales deportivos, así como el porcentaje de incidencia y los costos calculados utilizando la mediana laboral, se presentan en la tabla No 2.
La frecuencia de accidentes de trabajo de origen deportivo, gráfica No 1, mostró una disminución significativa en el primer año de implementación de las estrategias de prevención y control pasando de 42 eventos en el 2009 a 16 en el 2001 con una reducción del 62%. Del 2001 al 2016 la tendencia de disminución se mantiene si bien hay dos años con pequeños picos. La reducción final en la serie llega al 88% con relación al año inicial.
En relación con la severidad, gráfica No 2, de los accidentes deportivos la serie muestra una disminución inicial del 72% en los días de incapacidad temporal generados en el primer año de implementación de las estrategias de prevención y control. El resto de la serie muestra alternancia de valores bajos de días de incapacidad con tendencia a la disminución aunque menos significativa. La reducción final en relación con el año inicial fue del 91%.
En cuanto a la participación de los futbolistas en los torneos internos de la empresa y los equipos que la representaron en campeonatos externos, gráfica No 3, si bien existe una disminución del 29% en el último año en relación con el año inicial, la participación registrada en 8 de los 18 años de seguimiento resulta igual o superior al año base previo a la intervención del programa.
El cálculo del porcentaje de incidencia, gráfica No 4, que refleja el número de accidentes deportivos por cada 100 practicantes del fútbol por cada año de la serie, al igual que la frecuencia y la severidad de la accidentalidad se evidencia una reducción importante en el primer año del programa de prevención y control de más del 52%. El resto de la serie es alternante aunque siempre por debajo del 8% de incidencia. La disminución final alcanzada fue del 83%.
Finalmente los resultados de los costos de la accidentalidad deportiva, gráfica No 5, estimados en pesos colombianos constantes de 2016, evidencian una disminución final total de más del 87% resaltando que el 70% de esta disminución se alcanzó en el primer año de implementación del programa.
En relación con los factores de riesgo encontrados en la fase diagnóstica del programa coinciden plenamente con la literatura revisada si bien se explican particularmente, por ejemplo, la edad como factor de riesgo fue considerada no solo por la presencia en la población de un porcentaje importante de mayores de 40 años sino también por la coincidencia en los torneos de menores de 18 años jugando simultáneamente con los veteranos.
De otra parte la condición psicológica del jugador fue interpretada como la presencia de una emocionalidad excesiva y afán por obtener la victoria a toda costa que pudo haber generado juego violento con o sin premeditación.
Las reducciones dramáticas de la frecuencia, severidad e incidencia de accidentalidad en el primer año de aplicación del programa son la consecuencia lógica de la implementación de medidas de prevención y mitigación del riesgo con fundamento técnico a una actividad física de contacto que se desarrollaba sin control alguno. Mantener la tendencia en el descenso en todos los indicadores parece ratificar el buen diagnóstico que da lugar a la selección de las estrategias de control y habla positivamente de las mismas.
Dado que muchas de las intervenciones orientadas al control del riesgo pueden interpretarse como de orientación restrictiva, un hallazgo muy positivo que habla de la aceptación del programa por parte de la población es el hecho de que no hay deserción significativa de los futbolistas de los torneos programados.
Finalmente si bien los costos de incapacidad no corresponden a los valores exactos de los salarios de los trabajadores accidentados, el uso de la mediana salarial permite una idea cercana del control de costos para el Sistema de Seguridad Social, como beneficio del programa.
- Las empresas Colombianas enfrentan una doble responsabilidad derivada de la obligación de promover la actividad deportiva entre sus trabajadores y controlar su accidentalidad laboral de origen deportivo, el abordaje exitoso de este reto exige el desarrollo de programas de prevención de lesiones deportivas entre sus colaboradores.
- La correcta identificación y estimación de los riesgos intrínsecos y extrínsecos asociados a la ocurrencia de lesiones deportivas es el fundamento necesario para el éxito de un programa preventivo dado que determinan las estrategias de intervenciones tanto preventivas como correctivas.
- Es posible reducir tanto la frecuencia como la severidad de accidentes laborales deportivos mediante la implementación de un programa técnico de control de los factores de riesgo, sin que necesariamente se desestimule la práctica deportiva.
- Consecuentemente el control de la accidentalidad laboral deportiva en la empresa permite reducir los costos derivados del ausentismo, aún si el cálculo es parcial y solo atiende a los costos directos de los eventos como en este documento.
- Se requieren estudios adicionales con diseños epidemiológicos diferentes al utilizado en este trabajo con el ánimo de establecer cuáles de las estrategias utilizadas son responsables y en qué peso porcentual del control alcanzado.
Agradecemos a la Administradora de Riesgos Colmena Seguros por su apoyo permanente y a la Sección de Bienestar Institucional del Banco Central de Colombia, organizadora de los torneos de fútbol, que creyó en el Programa de Prevención de Lesiones Deportivas y colaboró con la Sección de Seguridad y Salud en el Trabajo en la implementación del mismo.
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