Descubren una mutación genética como causa de la psoriasis

Redacción

Investigadores de la ‘Australian National University’ (ANU) han descubierto que una mutación genética es responsable de causar la psoriasis. Esta enfermedad inflamatoria crónica de la piel provoca la aparición de parches rojos, escamosos y con picazón en todo el cuerpo, asociada a un cierto estigma social, puede exacerbar a enfermedad articular.

El trabajo, publicado en ‘Nature Communications’ expone que cuando hay presentes dos copias del gen KBKB, los pacientes con psoriasis pueden desarrollar artritis psoriásica, lo que les deja con dolor articular, rigidez e hinchazón. El KBKB codifica el inhibidor IKK2 que controla el potencial inflamatorio de los linfocitos o células-T cuyas funciones son parte importante del sistema inmunitario adaptativo. Gracias al descubrimiento realizado por la ANU, ahora se sabe qué causa la progresión de la psoriasis de enfermedad de la piel a cutánea y articular.

"Estas células normalmente se consideran guardianes del sistema inmunológico. Sin embargo, encontramos que esta mutación altera la función de estas células, haciendo que contribuyan a la inflamación y promuevan el inicio de la enfermedad" ha explicado la Dra. Chelisa Cardinez.

Se espera que estos hallazgos conduzcan a un mejor diagnóstico y tratamiento para los pacientes con psoriasis y artritis psoriásica desde las áreas de dermatología y reumatología de los sistemas sanitarios.

Efectos debilitantes

La rigidez y dolor extremos, falta de descanso favorecido por el malestar y la fatiga constante son algunos de los efectos debilitantes que viven los enfermos de artritis psoriásica.

Factores desencadenantes

Se sabe que ciertos factores pueden desencadenar o empeorar la enfermedad, como:

- Traumatismos en la piel: cortes, raspaduras, quemaduras o incluso el roce constante con ciertas superficies.

- Infecciones: en especial las estreptocócicas.

- Algunos medicamentos: el litio, los betabloqueantes. algunos antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

- Estrés.

- Luz solar: o bien por baja exposición o por exposición excesiva (quemaduras solares).

- Antecedentes familiares.

En el ámbito laboral se han identificado factores que favorecen el desarrollo de la psoriasis como:

- La exposición a sustancias como el ácido láctico, el azufre, el alquitrán de hulla y algunos disolventes.

- Contacto con metales pesados como el níquel, el cromo y el cobalto.

- Manejo y gestión de ciertos medicamentos como los utilizados en quimioterapia.

- Fricción y traumatismos repetidos como el roce constante con herramientas o materiales ásperos.

- Trabajos con vibraciones con maquinaria pesada.

- Condiciones de trabajo precarias: como largas jornadas, alta presión y falta de control sobre el trabajo.

- Mobbing o acoso laboral. 

Para determinar si la psoriasis tiene un origen laboral, es necesario realizar una evaluación médica completa que incluya:

- Historial médico: incluyendo el tipo de trabajo que se realiza, las sustancias a las que se está expuesto y el historial de la enfermedad.

- Exploración física: para evaluar la gravedad de la psoriasis y determinar si hay lesiones en zonas específicas del cuerpo que puedan estar relacionadas con el trabajo.

- Pruebas complementarias: como análisis de sangre y biopsias de piel.

Medidas correctoras en el trabajo

Si se determina que la psoriasis tiene un origen laboral, es importante tomar medidas que permitan evitar la exposición a los factores desencadenantes como:

- Cambios en el puesto de trabajo para evitar el contacto con sustancias irritantes o reducir la exposición a las vibraciones.

- Uso de equipo de protección personal: como guantes, gafas y ropa protectora.

- Manejo del estrés: mediante técnicas de relajación, terapia o cambios en el estilo de vida.

Es importante recordar que la psoriasis es una enfermedad con tratamiento. Con la pauta adecuada, la mayoría de las personas afectadas pueden controlar la enfermedad y llevar una vida normal.