Primera condena penal al presidente de la empresa fabricante de Silestone por la silicosis que afectó a los operarios que manipulaban el producto

Cinco trabajadores de una marmolería de Vigo dedicada a la elaboración e instalación de encimeras consiguieron un hito judicial en España, tras casi 15 años de batalla: la primera condena penal a los responsables de su enfermedad, silicosis, provocada no por la manipulación de granito sino de conglomerado de cuarzo. El dueño de Silestone, Francisco Martínez Cosentino, y el gerente de la empresa donde se manipulaba el aglomerado asumieron responsabilidades por la enfermedad de cinco trabajadores, que recibirán 1,1 millones

El fallo, dictado tras una vista por conformidad celebrada en el Penal 2, supuso la victoria de David contra Goliat, porque entre dichos responsables, además del gerente de la empresa en la que trabajaban los afectados (Granitel), se encontraba el presidente de una multinacional, el grupo Cosentino dueño de la marca Silestone, bajo la que se comercializa el producto estrella de las encimeras de cocina. 

El responsable de la multinacional que fabrica estas superficies aceptó seis meses y tres días de prisión por cinco delitos de lesiones graves por imprudencia en concurso ideal al informar de forma tardía e insuficiente sobre las características del material. La Fiscalía rebajó la pena inicial (dos años y nueve meses) al aplicar la atenuante muy cualificada de reparación del daño, ya que asumió en solitario el pago de la indemnización a los afectados y por encima de la cantidad solicitada. Abonó 1,1 millones de euros frente a los 790.000 que pedía el ministerio público. Además, se le aplicó la atenuante de dilaciones indebidas al paralizarse la instrucción durante dos años en espera de un informe clave emitido por el Instituto Nacional de Silicosis y que determinó que el polvo que desprende la manipulación del aglomerado de cuarzo era mucho más peligroso que la del granito más dañiño.

En cuanto al gerente de la marmolería viguesa asumió 1 año, tres meses y tres días de cárcel (frente a los 3 años iniciales) por idénticos delitos además de uno contra los derechos de los trabajadores, ya que conocía  la composición de la superficie, pero no adoptó medidas de control. La acusación particular acordó además  reservarse las acciones civiles pertinentes contra dicha empresa.

Polvo de sílice que incapacitó a los afectados

La causa judicial que terminó en condena se prolongó durante casi 15 años, ya que fue en 2010 cuando los trabajadores enfermos de neumoconiosis, afectados por el polvo de sílice, obtuvieron la incapacitación, dos de forma absoluta y otros dos de forma permanente total. Durante este tiempo de investigación, uno de los afectados murió.

Desde el grupo fabricante de las superficies quisieron destacar que el acuerdo de conformidad se produce tras un largo periodo en el que tanto la normativa en prevención de riesgos como la gestión de la compañía en esta materia cambió considerablemente. Así, incidieron en que en ningún caso se pone en entredicho que la empresa no informase de las características del material o las medidas de seguridad a adoptar sino en que se consideró insuficiente por la acusación la información sobre la composición del producto mientras aseguraron que son los encargados de las marmolerías que transforman y manipulan las superficies los que tienen la responsabilidad de garantizar los medios de protección necesarios.

“El informe sobre el aglomerado de cuarzo es un precedente”

El fiscal del caso y delegado provincial de la Fiscalía de Seguridad y Salud en el Trabajo, David Canoa, calificó la instrucción de especialmente compleja. Aseguró que el informe que él mismo encargó al Instituto de Nacional de Silicosis es “muy importante porque servirá para otros casos a nivel nacional”. Aunque fue precisamente esta diligencia la que retrasó la causa durante dos años, sus resultados pusieron sobre la mesa que el conglomerado de cuarzo “es mucho más peligroso en su manipulación que el granito y el polvo de sílice se extiende a una velocidad estratosférica y si no se toman medidas puede genera incluso en enfermedades tan graves como el cáncer”. 

El fiscal, que incidió en que este producto solo es peligroso para los que trabajan con él (partir y moldear) no para las personas que lo instalan en sus domicilios, se mostró satisfecho con el resultado del acuerdo en el que se logró una mayor indemnización para los afectados de la que él mismo solicitaba y afirmó que aunque hubo un juicio similar en Bilbao, se archivó por prescripción del delito.

Fuente: Atlantico