Prevención de riesgos laborales de las personas trabajadoras al servicio del hogar

Prevención de riesgos laborales de las personas trabajadoras al servicio del hogar

El Real Decreto-ley 16/2022 introduce cambios importantes
3 novembre 2022

El Real Decreto-ley 16/2022, de 6 de septiembre, para la mejora de las condiciones de trabajo y de Seguridad Social de las personas trabajadoras al servicio del hogar, suprime el art. 3.4 de la LPRL, donde se regulaba que la LPRL no se aplicaba a la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar y añade una D.A. 18.ª a la LPRL regulando la protección de la seguridad y la salud en el trabajo de las personas trabajadoras en el ámbito de la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar.

En concreto, esta disposición adicional establece que "En el ámbito de la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar, las personas trabajadoras tienen derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo, especialmente en el ámbito de la prevención de la violencia contra las mujeres, teniendo en cuenta las características específicas del trabajo doméstico, en los términos y con las garantías que se prevean reglamentariamente a fin de asegurar su salud y seguridad

Hasta el 9 de septiembre de 2022 (fecha de entrada en vigor del Real Decreto 1620/2011, de 14 de noviembre), el derogado art. 3.4 de la LPRL excluía de su ámbito de aplicación a la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar. No obstante, tras la revisión de determinados aspectos de la normativa socio-laboral, se añade una nueva D.A. 18.ª a la LPRL a fin de garantizar, a través de un futuro desarrollo reglamentario, un nivel de protección de la seguridad y salud de las personas al servicio del hogar familiar equivalente a la de cualquier otra persona trabajadora.

Aun cuando la persona empleadora no tenga entidad empresarial, la nueva norma se relaciona con el art. 7 del Real Decreto 1620/2011, de 14 de noviembre, cuando, dentro de las obligaciones del empleador, configura el deber de que «(...) el trabajo del empleado de hogar se realice en las debidas condiciones de seguridad y salud, para lo cual adoptará medidas eficaces, teniendo debidamente en cuenta las características específicas del trabajo doméstico. El incumplimiento grave de estas obligaciones será justa causa de dimisión del empleado». 

Hasta el futuro desarrollo reglamentario de las nuevas obligaciones, donde se desarrollará lo que hemos de entender por un derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo con especial atención a la «prevención de la violencia contra las mujeres», con la perspectiva de que pudiera ser necesario un plan, una evaluación o una planificación de la actividad preventiva por parte del titular del hogar familiar, distintas organizaciones sobre prevención han aportado una serie de orientaciones a seguir por el empleador con la finalidad de cumplir la obligación del art. 7.2 del Real Decreto 1620/2011, de 14 de noviembre:

a) En el lugar de trabajo:

  • Antes de comenzar la tarea de limpieza, liberar de obstáculos las zonas de paso y de trabajo, con especial atención a desniveles, irregularidades o desperfectos del suelo, comunicándolos al empleador.
  • Evitar atravesar zonas recién limpiadas al estar húmedas o enceradas.
  • Evitar que los cables de los apartados de limpieza atraviesen las zonas de trabajo o de paso.
  • Cuando se limpien escaleras, realizar el trabajo de cara a éstas y no colocar el cubo en un escalón inferior a aquel en el que se encuentra el empleado de hogar.
  • Subir y bajar las escaleras de frente a ellas, nunca de espaldas o con prisas, utilizando las barandillas y pasamanos.
  • Mantener un buen nivel de orden y limpieza.
  • No manipular instalaciones o aparatos eléctricos mojados o con las manos o partes del cuerpo mojadas.
  • No tocar instalaciones eléctricas deficientes.
  • Tratar de evitar las corrientes de aire.
  • Utilizar ropa de trabajo adecuada a las condiciones térmicas.

Hay que tener en cuenta que un mal estado del suelo o la escasez de luz puede provocar serios accidentes.

b) Equipos de trabajo. Es equipo de cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación utilizado en el trabajo: útiles y herramientas manuales, máquinas o equipos para limpieza a presión. En relación a ellos, se adoptarán las siguientes medidas de seguridad, que incumben tanto al empleador como al empleado de hogar:

  • Realizar su mantenimiento preventivo y sustituir los útiles defectuosos o en mal estado.
  • Prestar especial atención a los mangos telescópicos y desmontables, por el riesgo de contacto eléctrico y de roturas de objetos y cristales.
  • Seguir rigurosamente las normas de conservación y mantenimiento del fabricante y contar con un lugar específico para su almacenamiento.
  • Usar equipos de protección individual cuando sea imposible eliminar los riesgos, por ejemplo, guantes.
  • Las bolsas deben sobresalir por encima de los bordes de sus contenedores y se cogerán separándolas del cuerpo para evitar golpes y/o cortes.
  • Revisar periódicamente el correcto estado de los enganches o métodos de sujeción de los mangos de fregonas, escobas, escobones, etc., y comunicar las anomalías.
  • Usar gafas de seguridad, pantallas, ropa impermeable al utilizar equipos para limpieza a presión y conocer bien su correcto funcionamiento y forma de uso.

Los equipos deben estar en buen estado.

c) Riesgos relacionados con la seguridad. Se refiere a riesgos eléctricos, de incendios, de caídas o de atrapamiento, ante los que se tomarán las siguientes medidas preventivas:

  • Disponer de la instalación eléctrica adecuada y en perfecto estado de conservación y un buen estado de equipos y/o máquinas antes de su uso.
  • No manipular el interior, ni intentar arreglar o abrir las diversas máquinas y equipos de trabajo eléctricos, sin haberlos desconectado previamente de la red eléctrica.
  • Utilizar alargadores, clavijas y bases de enchufe normalizadas adecuados a la potencia de los equipos conectados a ellas.
  • Extremar las precauciones cuando realicemos trabajos en ambientes húmedos y con los suelos mojados.
  • No desconectar los equipos tirando de los cables.
  • Siempre que sea posible, desconectar los elementos en tensión para llevar a cabo su limpieza.
  • No utilizar bayetas o paños húmedos en la limpieza de receptores eléctricos (ordenadores, lámparas de mesa y otros).
  • Desenchufar los aparatos/equipos eléctricos tras su uso.
  • En caso de electrocución, desconectar la electricidad antes de tocar al accidentado.
  • Mantener el orden y la limpieza y evitar la acumulación de residuos que puedan convertirse en focos de incendio.
  • No sobrecargar los enchufes.
  • No dejar vasos con líquido sobre equipos o aparatos eléctricos.
  • Comunicar cualquier anomalía en la instalación eléctrica.
  • Mantener cerrados los productos inflamables, lejos de los focos de calor y de los equipos que puedan producir chispas, y manipularlos siguiendo las indicaciones y en sitios ventilados. Y no fumar mientras se trabaja con estos productos.
  • En caso de incendio, intentar apagarlo utilizando extintores si es pequeño; si no, dejar la tarea sin coger ni los objetos personales, desconectar los aparatos y salir rápidamente cerrando todas las puertas y asegurándose que no se encuentra nadie por las estancias recorridas, para evitar la propagación del incendio. Alejarse de las puertas que estén calientes y, si el humo es abundante, caminar agachado y cubrirse la nariz y la boca con un paño húmedo, tenderse en el suelo y rodar si se prenden las ropas. No utilizar el ascensor.
  • Utilizar las escaleras de mano firmemente sujetas en su extremo superior y sobrepasando en un metro la altura a salvar, sin colocarlas frente a puertas abiertas ni en zonas de paso, ni apoyarlas sobre puntos débiles ni cristales. Colocar la escalera cerca de la zona a limpiar y moverla cuantas veces sea preciso, sin subir hasta el último escalón de la escalera. Si la escalera es de tijera, el ángulo máximo de apertura debe ser de 30º, con el limitador de apertura bloqueado.
  • Mantener cerradas puertas de armarios y cajones.

d) Riesgos relacionados con productos químicos industriales. Al utilizar productos químicos industriales de limpieza requerirán adoptar las siguientes precauciones:

  • Leer la etiqueta antes de utilizar cualquier producto y seguir las instrucciones del fabricante.
  • Mantener siempre las etiquetas de los productos en su envase, por si se produce una intoxicación.
  • Utilizar los equipos de protección individual adecuados, como guantes o mascarillas.
  • Extremar las condiciones de ventilación cuando se utilicen productos químicos tóxicos.
  • Evitar mezclar productos que puedan ocasionar peligro.
  • No mezclar los productos de limpieza: al mezclar lejía y amoniaco, se forma un gas tóxico; el agua fuerte con amoniaco reacciona produciendo calor, que puede causar quemaduras; la mezcla de lejía con vinagres, amoniaco o productos limpiadores de retretes produce dióxido de cloro, altamente tóxico; la sosa cáustica no debe utilizarse sobre metales como el aluminio, cobre, bronce, latón o estaño; añadir amoníaco sobre cloro, flúor o calcio puede provocar un incendio o una explosión.
  • Guardar los productos en sus envases originales y no realizar trasvases de productos químicos a envases de bebidas alimenticias o de bebidas por si alguien los ingiere por error.
  • No oler los productos para tratar de identificarlos.
  • Cerrar siempre los envases de los productos de limpieza.
  • Realizar la limpieza en medio húmedo, mantener una ventilación continua y utilizar mascarilla frente al polvo cuando sea necesario. Se aconseja utilizar mopa y frixelina en vez de escoba.
  • No comer ni beber cuando se utilicen productos químicos, y lavarse siempre las manos tras utilizarlos. Si se ingiere un producto, beber abundante agua y no provocar nunca el vómito, llamar al Instituto Nacional de Toxicológica y acudir al centro médico más cercano.
  • En caso de contacto con los ojos o con la piel, lavar con agua abundante.
  • Intentar utilizar sustancias menos peligrosas.
  • Procurar no tocar el tóner de las impresoras sin guantes, ni eliminarlo en seco.
  • Los productos químicos incompatibles se mantendrán separados.

e) Riesgos relacionados la ergonomía y la psicosociología. Se trata de riesgos posturales relacionados con la manipulación manual de cargas, el estrés y la fatiga, que se evitarán con las siguientes medidas preventivas:

  • Evitar posturas extremas o estáticas prolongadas, alternando el peso del cuerpo sobre cada pierna y, en lo posible, las posiciones de pie y sentado.
  • Hacer pausas frecuentes y cortas en las tareas que originen movimientos repetitivos.
  • Procurar trabajar con la espalda lo más recta posible y mover los pies dando pasos cortos para hacer un giro.
  • Evitar la inclinación de la cabeza e intentar no encoger los hombros cuando se realizan tareas como barrer o fregar.
  • Reducir los periodos de trabajo con herramientas que vibran.
  • Resguardar ciertas partes del cuerpo del contacto con el frío o con superficies duras.
  • Los equipos de trabajo (mangos de fregonas, escobas, limpiacristales) deben tener un tamaño adecuado a la estatura de la persona que los usa o ser regulables (telescópicos), ligeros y de fácil manejo, provistos de empuñaduras y ruedas adecuadas al suelo sobre el que se desplazan.
  • Se recomienda utilizar cubos dotados de prensas accionadas por palanca para fregar.
  • Distribuir la fuerza entre varios dedos y utilizar alternativamente ambas manos.
  • Al agacharse para limpiar debajo de muebles o en zonas bajas, flexionar las rodillas evitando doblar la espalda.
  • Utilizar los guantes más apropiados a cada tarea, bien ajustados.
  • Usar calzado cómodo, y calcetines de hilo o medias que faciliten el riego sanguíneo.
  • Vigilar posturas incorrectas.
  • Utilizar medios mecánicos para manipular las cargas, siempre que sea posible y distribuir en lo posible el peso entre las dos manos.
  • Organizar el trabajo para reducir las manipulaciones y desplazamientos con cargas.
  • Realizar entre dos o más personas las operaciones que requieren un esfuerzo elevado.
  • Evitar el arrastre de cargas.
  • Evitar la manipulación de pesos superiores a 25 kg (15 kg para mujeres y trabajadores jóvenes, o 40 kg de forma esporádica para trabajadores sanos y entrenados físicamente).
  • Para levantar cualquier carga, aproximarse el máximo posible a ella, apoyar firmemente los pies en el suelo, separarlos unos 50 cm, uno ligeramente más adelantado, y utilizar los músculos de las piernas para dar el primer impulso, flexionando el cuerpo y doblando las rodillas; levantar el peso estirando las piernas y manteniendo la columna vertebral recta, llevando ligeramente la cabeza con el mentón hacia adentro. Asegurar el agarre con la palma de la mano y la base de los dedos y mantener los brazos estirados, sin realizar giros de cintura ni subir la carga por encima del hombro.

Fuente: Iberley

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