La otra gran pandemia que ya está en marcha

La otra gran pandemia que ya está en marcha

Los casos de ansiedad y depresión han aumentado un 25% con la crisis sanitaria en España. Y los jóvenes han sido el colectivo más golpeado
28 gener 2022

La pandemia por covid-19 está dejando paso a otra también muy preocupante de trastornos relacionados con la salud mental, como demuestra el hecho de que los casos de ansiedad y depresión han aumentado un 25% el pasado año. Los expertos inciden sobre la importancia de presentar atención a los colectivos que se han revelado como más vulnerables, como son los adolescentes y las personas de edad avanzada.

Los especialistas en psiquiatría y los centros de Atención Primaria están registrando un incremento de consultas ahora relacionadas con patología mental, situación que es consecuencia del déficit de atención que se produjo, sobre todo, durante los primeros seis meses de la pandemia. Un número importante de pacientes abandonaron sus tratamientos y otros, ante determinada sintomatología, encontraron dificultades para acceder a los centros de salud, volcados en la atención a la covid-19.

De aquellos polvos vienen los lodos actuales y a todo ello hay que sumar los efectos sobre la salud mental derivados de la vivencia de la propia pandemia, que, como toda crisis, está dejando importantes repercusiones en el terreno de la salud mental. "Como sucedió con la crisis económica de 2008 y con otras anteriores, y como acontece después de, por ejemplo, un desastre natural, afloran problemas relacionados con la salud mental", según explica Manuel Martín, vicepresidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental y director médico de los centros Hermanas Hospitalarias en Navarra y País Vasco.

La confluencia de factores ha derivado en una especie de tormenta perfecta, en la que se ha visto que los grupos más vulnerables son las personas mayores, sobre todo, las que viven en residencias y curiosamente los jóvenes y adolescentes "que se han revelado como los más sensibles al confinamiento y los que han salido más afectados de la interrupción en las relaciones sociales", explica Martín.

Ansiedad y depresión, al alza

En la actualidad, se estima que en torno a un 15% de la población presenta ansiedad y que uno de cada 10 varones y una de cada cienco mujeres tiene o ha tenido depresión, "con un aumento de los casos en un 25% en 2020, lo cual significa un incremento espectacular en solo un año", indica Víctor Pérez, director del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar y presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, quien advierte también sobre el importante aumento de las conductas suicidas el año pasado. "Lo prioritario es que los pacientes puedan acceder a las consultas; en caso contrario se producirá un retraso diagnóstico de consecuencias nefastas", explica Pérez, quien alerta también sobre el reducidísimo horas de atención psicológica en los centros de salud.

La consecuencia es una oleada de trastornos mentales derivados de la pandemia, si bien los expertos destacan la importancia de no confundir sufrimiento con trastorno y explican que el sufrimiento psíquico ante una pandemia como la vivida es normal por eso "son esperables algunas cifras relacionadas con el aumento de cierta sintomatología", explica el psiquiatra Manuel Martín. Así, el relato de síntomas como la tristeza se ha multiplicado casi por cuatro en el último año.

Y la crisis de la pandemia ha hecho aflorar aún con más claridad las lagunas del sistema de atención en salud mental de nuestro país, "que tiene carencias muy importantes como estamos viendo", explica Martín, entre las que destacan un déficit notable de profesionales especializados. "Sufrimos un déficit grave en todos los estamentos relacionados con la salud mental".

Coordinación

Otro de los ámbitos que debe ser mejorado es la coordinación entre la red de atención primaria y la de salud mental. "Un 20% de las consultas que reciben los médicos de los centros de salud están relacionadas con trastornos mentales, lo cual nos da idea de la envergadura del problema".

Los psiquiatras creen que es prioritario también reforzar la atención a la población de edad más avanzada. "Es necesario contar con unidades especializadas en psiquiatría geriátrica y tener en cuenta el envejecimiento de la población que conllevará a su vez asociado un aumento de las demencias, por ejemplo, así como de los casos de depresión en ancianos", explica Martín. Según este especialista, este aspecto no está siendo adecuadamente tratado en la estrategia sobre Salud Mental elaborada por el Ministerio de Sanidad ni en la proposición de Ley que está siendo tramitada en el Congreso de los Diputados "en la que vuelve a ser evidente la confusión entre sufrimiento y trastorno", advierte.

Ambos especialistas destacan también la importancia de luchar contra el estigma que aún se cierne sobre la patología mental para tratar de evitar que las personas sean reacias a verbalizar los síntomas que presentan, se decidan a consultar y corregir así el retraso diagnóstico que muchas veces condiciona el pronóstico de la enfermedad y hace que se cronifique.

Fuente: Diariomedico

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