Integración de elementos de ética corporativa en los procesos de planificación estratégica

Integración de elementos de ética corporativa en los procesos de planificación estratégica

La ética empresarial se podría definir “como los principios de conducta de las organizaciones que sirven de guía para su toma de decisiones y comportamiento”.
15 setembre 2022

Redacción

La ética empresarial sólida es requisito indispensable para la administración estratégica acertada. Se suele decir que las empresas que poseen una ética sólida son garantes de un negocio sólido.

Obviamente, por su grado de responsabilidad, los directivos son los principales responsables de asegurar que una organización practique principios éticos. Todas las decisiones para formular, implementar y evaluar estrategias tienen derivadas éticas; hoy día los medios de comunicación especializados, resaltan con crudeza aquellas organizaciones que han infringido la ética debido a su mala conducta moral o jurídica.

Algunos aspectos, comunes a muchas empresas, a considerar en el ejercicio empresarial con implicaciones éticas serían la salud y seguridad de los empleados, el daño al medio ambiente, la seguridad de los producto, el acoso laboral, las malas prácticas de la empresa en el extranjero, la falta de comunicación, las tácticas fraudulentas en las adquisiciones, los conflictos de intereses, la invasión en la privacidad de los empleados, los regalos inconvenientes, la seguridad de los informes de la compañía y los despidos y regulaciones de empleo masivas, han acentuado la necesidad existente de que los estrategas elaboren un código claro de ética empresarial.

Una cultura ética empresarial puede servir de base para elaborar políticas que servirán de guía diaria para la conducta y las decisiones en el centro de trabajo, es evidente, por la multitud de casos que nos presentan día a día las noticias, que, el solo hecho de contar con un código ético no basta para garantizar la conducta ética del negocio.

Pero además, existe un proceso de aprendizaje y cambio de actitudes que obliga a las organizaciones interesadas en que su código sea leído, entendido, aceptado y recordado, diseñen estrategias para introducir el código de buenas prácticas en conductas, en la manera de operar de sus trabajadores. Esto debe hacerse mediante cursos y talleres de ética, periódicamente programados, con el propósito de sensibilizar y mantener la tensión de las personas en cuanto a las circunstancias laborales a las que se podrían enfrentar y que son generadoras de problemas éticos.

Uno de los grandes enemigos de la ética es la competitividad, ya que mantener comportamientos éticos, puede suponer, en algunos casos, situarnos en la disyuntiva de “hago”, “no hago”, “¿estoy sobrepasando el límite?”…

El resultado de esta tensión se debe superar con la confianza y con la esperanza de que todas las empresas competidoras jugaran con las mismas reglas; esta visión que puede ser conceptualizada como “ingenua” es necesaria para generar y mantener empresas socialmente responsables.

El límite en esta sociedad globalizada y del conocimiento, es tan sutil, que si no tenemos un manual de uso, para recurrir a él, en situaciones extremas, difícilmente nos podremos mantener en los valores que caracterizan a las empresas responsables.

A veces el caso es tan sencillo de resolver como colocar un máximo (por ejemplo, 20 euros), para todo tipo de regalo que queramos hacer, conocer los límites es sin duda, el mejor seguro para no traspasarlos.

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