Un informe de la OIT denuncia la proletarización y explotación de los millones de teletrabajadores invisibles digitales
Un informe de la OIT denuncia la proletarización y explotación de los millones de teletrabajadores invisibles digitales
La Organización Internacional del Trabajo acaba de publicar el primer estudio internacional, con muestra laboral tomada en países ricos y en vías de desarrollo, sobre los trabajadores anónimos que se encargan de realizar tareas indispensables en internet, como pueden ser la moderación de contenidos, identificación de imágenes y vídeos, limpiezas de bases de datos, etcétera. Tareas para la que todavía la inteligencia artificial no ofrece la fiabilidad necesaria. Este trabajo digital, realizado muchas veces en casa y conseguido en plataformas multinacionales a las que todo tipo de empresas encargan la subcontratación, está proletarizado y cercano a la explotación, según el informe de la OIT. Adjuntamos el texto completo del estudio (en inglés).
El número de trabajadores del clic, que no empleados ya que no cuentan con cobertura sanitaria ni de desempleo ni defensa sindical, se ha disparado en el mundo y podría estar ya cerca de los 90 millones. Trabajan para grandes plataformas como Amazon Mechanical Turk, Crowdflower, Clickworker o Prolific. Es muy posible que grandes multinacionales que operan con voz, los llamados call centers, se diversifiquen hacia estos trabajos basura de la economía digital.
El crowdwork, como denominan en inglés a este tipo de trabajo que se paga por tarea realizada, perfectamente controlable, y no por tiempo se asemeja cada vez más al de las costureras que desde casa cosen y confeccionan prendas a ‘tanto la pieza’. Sin embargo en este caso, los trabajadores están sobrecualificados para ejecutar las tareas encomendadas y sólo la necesidad les empuja a ser un cliqueador.
El informe de la OIT, en el que han participado 3.500 trabajadores del clic de 75 países que hacen tareas en inglés para plataformas que ofrecen multitareas con fuerza laboral flexible a empresas y otros clientes, e incluye un amplio cuestionario realizado por el sindicato alemán IG Metall, desvela la pésima situación laboral de quienes ejercen las tareas.
Éstas son muy diversas, desde la identificación de imágenes, transcripciones y anotaciones, moderación de foros y contenidos, recolección y proceso de datos, transcripciones de audio y vídeo o traducciones. Las empresas clientes utilizan estas plataformas para vender las tareas en bruto que deben ser completadas, y los trabajadores del clic las seleccionan y son pagados a la pieza o tarea individual realizada, cobrando por hora el precio que el cliente establece menos la comisión de la plataforma.
Las plataformas escogen a los cliqueadores que son autoempleados, nada de nóminas, seguros sociales, cotizaciones, etcétera, y además deben estar conformes con los ‘términos del servicio’ que recogen las formas de pago, evaluación del trabajo, etc, para conseguir piezas. Algo habitual en la regresión laboral disfrazada como economía colaborativa.
La media de edad de los trabajadores del estudio de la OIT era de 33,2 años, y un tercio de mujeres en los países ricos y una quinta parte en los en desarrollo. La sobrecualificación está generalizada. Menos del 18% tenían la secundaria o menos, el 25% eran técnicos o con estudios universitarios, el 37% disponían de un grado y un 20% eran posgraduados. De los que estaban graduados, el 57% estaban especializados en ciencia y tecnología y un 25% en contabilidad, economía o finanzas. Más de la mitad de toda la muestra eran trabajadores del clic al menos un año y un 29% llevaban 3 años.
Las dos razones más citadas para realizar este trabajo eran la de complementar ingresos de otros trabajos (32%) y la de preferir trabajar en casa (22%). En este último caso hay que tener en cuenta que en los casos de mujeres había quienes sólo podían trabajar en casa. Un 10% de los encuestados indicó que por razones de salud o impedimento físico sólo podían realizar tareas digitales en casa.
El dinero cobrado de media a través de las cinco plataformas citadas en 2017 era de 4,43 dólares la hora, y eso sólo considerando el trabajo pagado, ya que por tiempo ocupado sólo era de 3,31 dólares la hora. Si se tiene en cuenta la mediana (más general) y no la media, el ingreso por hora era de 2,16 dólares. Aproximadamene dos tercios de los trabajadores que conseguían tareas en la plataforma Amazon Mechanical Turk ganaban menos que el salario mínimo estadounidense de 7,25 dólares la hora. En Alemania sólo el 7% de los trabajadores encuestados de la plataforma Clickworker superaba el salario mínimo alemán de 8,84 euros por hora tomando en consideración el tiempo de la tarea y el que se gasta pero no está pagado (ordenamiento del trabajo, lectura de cuestionario, etc). En África y Asia los ingresos eran de 1,33 y 2,22 dólares respectivamente.
De media, los trabajadores del clic pierden 20 minutos de cada hora en actividad no pagada, como son la búsqueda de tarea, realización de pruebas de cualificación, búsqueda de clientes no morosos, etc. El 88% quisiera tener más trabajo, de media 11,6 horas semanales. La media de trabajo de los encuestados es de 24,5 horas semanales, de las cuales 6,2 no pagadas. El 58% aseguró que no había suficientes tareas disponibles y otro 17% dice que no se encuentran tareas suficientemente bien pagadas. Un 51% sólo trabajaba para una plataforma ya que ofrecerse en varias supone un alto coste en horas no remuneradas. Más del 60% deseaban un trabajo que no sea el de crowdwork, lo que desvela la realidad de este subempleo, y el 41% buscaba activamente un trabajo de otro tipo, aunque hay que tener en cuenta que el 32% dependía económicamente de este empleo principalmente.
El 36% trabajadores aseguraban que trabajaban los siete días de la semana, el 43% hacían tareas de noche y el 68% en horarios no habituales en el mundo laboral de la empresa, debido a diferencias horarias entre países u otras causas. Una de cada 5 mujeres compaginaban este trabajo con el cuidado de hijos pequeños, y trabajaban alrededor de 20 horas en la plataforma, un 20% menos que el conjunto de la muestra, especialmente de tarde y noche. El 90% de los encuestados ha tenido problemas de impago o de rechazo de algún trabajo reclamado.
La OIT plantea 18 medidas para dignificar este trabajo, entre ellas las de garantizar el salario mínimo existente en el lugar desde el que se realiza el teletrabajo, permitir y no obstruir la formación de comités de empresa y la sindicación, cubrir costes en los que se incurre para poder realizar las tareas y que no son pagados y mejorar el cauce para que casen tareas y cualificación.
Fuente: La Celosía