La UE rechaza renovar cinco años la licencia al polémico herbicida glifosato

La UE rechaza renovar cinco años la licencia al polémico herbicida glifosato

El voto de Francia ha sido clave, pues reclama que la prórroga sólo dure tres años, mientras que una mayoría en el Congreso español rechazó incluso discutir el asunto
13 desembre 2017

En su reunión del 9 de noviembre, los representantes de los 28 Estados miembros de la UE no lograron ponerse de acuerdo sobre la renovación de la licencia del polémico herbicida glifosato durante 5 años, como había propuesto la Comisión Europea, que no logró arrancar un mayoría calificada requerida.

“Sin opinión”. Ese es el resultado de la votación ante la ausencia de una clara mayoría, a favor o en contra de la autorización, según explicó el Ejecutivo europeo en una breve declaración.

La mayoría de los países (14) apoyaron la propuesta, pero esto no fue suficiente. Para alcanzar un acuerdo se necesitaba una mayoría cualificada (el 55% de los Estados miembros que a la vez representen el 65% de la población), pero es difícil de lograrlo sin el apoyo de los países más poblados.

Votaron en contra Bélgica, Francia, Italia, Grecia y Austria mientras que se abstuvieron Alemania, Polonia, Portugal y Rumania. España apoyaba la primera propuesta de la CE para renovar el permiso hasta el 2027, y también apoyaba a la Comisión.

“Teniendo en cuenta sus obligaciones legales y el hecho de que la autorización actual expira el 15 de diciembre, la Comisión Europea ahora presentará la propuesta a un comité de apelación a finales de noviembre”, se especifica.

“Este es un buen resultado para nuestra salud y el medio ambiente”, valoró la ministra de Luxemburgo, Carole Dieschbourg, en la red social Twitter, una de las primeras en anunciar el resultado. “Bélgica ha mantenido su posición y pide un plan para la salida del glifosato, la eliminación progresiva y el apoyo de la UE para el desarrollo de alternativas para la agricultura”, se hizo eco del ministro belga de Agricultura Denis Ducarme.

“La Comisión y los países que votan a favor de su propuesta, como es el caso de España, están tratando de obtener una nueva autorización, aunque sea más corta, a pesar de los escándalos masivos que rodean a su principal fabricante y la propia evaluación de riesgos de la UE. Si la Comisión, y los países que la respaldan, siguen permitiendo que este peligroso herbicida contamine nuestros suelos, agua, alimentos y personas, estarán recompensando a Monsanto por ocultar los peligros vinculados a su herbicida. La UE necesita prohibirlo ahora, no dentro de tres, cinco o diez años y España debe apoyar su prohibición” ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España.

El glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo y también en Europa, donde la venta de los productos que lo contienen supone alrededor de mil millones de euros anuales. En España, donde también es el más utilizado, en 2013, se utilizaron casi tres mil toneladas, solo en agricultura.

Iniciativas contrarias

Algunas semanas antes, el Parlamento Europeo aprobó una resolución para prohibir totalmente el glifosato en 2022 con serias restricciones ya a partir de este diciembre. Esta resolución no tiene un valor vinculante, pero es un claro mensaje para la Comisión Europea y los Estados miembros.

Este planeamiento se suma a la Iniciativa Ciudadana Europea que, en un tiempo récord (solo cinco meses), recogió más de 1,3 millones de firmas de personas que piden que se prohíba el glifosato en la UE.

La anterior propuesta de la Comisión Europea para renovar la autorización del glifosato por diez años recibió el apoyo de 16 países, entre ellos España, diez la rechazaron y dos se abstuvieron. Todo indica que la nueva propuesta no va a recibir el apoyo necesario de los Estados miembros.

A pesar del momento decisivo para el futuro del glifosato, con gran sorpresa, la Comisión de Agricultura y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados no aceptó el martes discutir una proposición no de ley que insta al Gobierno a que se posicione en contra de prorrogar el uso del glifosato.

“La industria quiere convencernos de que la agricultura es imposible sin glifosato. También lo era sin DDT. La agricultura ecológica, de la cual España es la máxima potencia europea y la quinta mundial, nos muestra cada día que la agricultura sin plaguicidas peligrosos es posible. Este es el presente y el futuro.” ha concluido Ferreirim.

Renovación, asunto espinoso

La renovación de la licencia es un asunto espinoso por la discrepancias entre agencias científicas. En marzo del 2015, la Organización Mundial de la Salud, a través de su Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), clasificó el glifosato como “probablemente cancerígeno” para humanos (grupo de substancias 2A) según las pruebas en laboratorio. Lo hizo tras la publicación de un amplio estudio que demostraba el desarrollo de células cancerosas y daños en el ADN en animales de laboratorio en contacto con glifosato.

Sin embargo, posteriormente, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) llegó a una conclusión inversa; lo mismo que la Agencia europea de sustancias químicas (Echa). Sobre estas dos conclusiones debía manifestarse la CE para plantear una propuesta legal. Ante tal dilema, ¿el glifosato es cancerígeno o no?

Divergencias en las agencias europeas

La EFSA sostiene que las divergencias con la agencia de la OMS se deben a que ha tenido en cuenta una “vasta cantidad de elementos, incluyendo un cierto número de estudios no evaluados por el IARC”. Sin embargo, científicos y oenegés han denunciado que la evaluación europea es “sesgada”, ya que se basa en informes proporcionados por la industria mientras que, según estos sectores, otros estudios no han sido valorados.

Parlamentarios europeos y oenegés han reclamado el acceso a los estudios en poder de las agencias europeas para indagar cómo se ha avalado la inocuidad del glifosato; y se quejan de que solo han logrado simples resúmenes. La industria de los pesticidas invoca en este punto la confidencialidad, el secreto comercial y la propiedad intelectual.

En paralelo, la desclasificación de documentos internos de Monsanto (relativos a litigios judiciales referidos a casos de personas con cáncer de sangre atribuido a sus exposición al glifosato), mostró la participación directa de esta empresa en las agencias europeas, según han denunciado el Grupo Verde europeo.

En cuestión

Diversos europarlamentarios han reclamado que las agencias europeas tomen sus decisiones (sobre los productos fitosanitarios) sólo sobre la base de estudios científicos revisados por la comunidad de expertos, y publicados en revistas, o en estudios independientes encargados por al autoridades.

“La independencia de la EFSA está en cuestión; hemos pedido la dimisión de su director; hemos pedido que cambie el reglamento interno de la EFSA”, declaró Florent Marcellesi, eurodiputado de Equo. En una audiencia en el Parlamento Europeo (el 11 de octubre) el responsable de la evaluación de los pesticidas de la EFSA, José Tarazona, explicó que las agencias europeas se remiten de manera rutinaria a los análisis de las industrias para redactar sus informes oficiales de evaluación de riesgos, según recogió Le Monde.

“Claramente, es hora de que la Comisión Europea acepte que su propuesta no tiene apoyos. Deben escuchar al Parlamento Europeo, que ha propuesto un calendario justo y creíble para la transición de los agricultores hacia una Europa libre de glifosato. Tras la valoración legal que muestra que no hay lugar para una compensación masiva a Monsanto y con todas las alternativas al glifosato disponibles, es el momento de que la CE sea responsable y prohíba esta sustancia tóxica”, añade Marcellesi.

Fuente. La Vanguardia

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