El futuro del trabajo

El futuro del trabajo

"Difícil de ver el futuro es" Maestro Yoda a Anakin Skywalker. STAR WARS, episodio III, La venganza de los Sith.
12 novembre 2017

O no, Maestro Yoda. En estos tiempos en los que emprender está en auge y en los que la tecnología avanza casi a más velocidad que nuestro período de adaptación, el miedo a saber qué pasará con nuestra organización también está a la orden del día. Tanto si somos emprendedores de una startup, managers de una empresa o empleados, el futuro de nuestra organización nos preocupa, porque en ella está también nuestro futuro. No se trata de si conviviremos o no con robots en la oficina o de si llegaremos al trabajo en coches voladores, sino de contar ya con estrategias y herramientas que apoyen el trabajo de las personas. Debemos quitarnos la venda de los ojos y asumir los nuevos valores y estilos de gestión que necesita hoy nuestra empresa para tener un futuro próspero.

La mayoría de las empresas fueron diseñadas bajo un patrón basado en la eficiencia y en modelos  predecibles que quedaron muy lejos de las necesidades actuales. Hoy en día, además de la eficiencia, las organizaciones exitosas deben ser ágiles y con una alta capacidad de adaptación. Las decisiones y las acciones deben ser rápidas y para esto necesitamos una estructura formada y capaz de detectar con antelación problemas y oportunidades de mejora.

¿Cómo podemos predecir el futuro de una organización? De dos maneras: anticipándonos a los contratiempos y aprovechando las circunstancias favorables. Como no podía ser de otra manera, en HRider nos ponemos la capa de los Super Consejeros y aquí van unos cuantos para ayudar a que vuestra compañía tenga una vida larga y saludable:

  • Cultura organizacional:
    Los empleados quieren trabajar para las organizaciones en las que creen y cuyos valores son acordes a los suyos. Permite que entre todos podáis crear esa cultura en la que todos os sintáis cómodos y felices.
     
  • Expande la sede corporativa: 
    Con la transformación digital es necesaria una transformación en las estructuras de las organizaciones. Ya no hace falta que tengas a todo tu equipo en un mismo edificio. Con la celeridad con la que cambian las cosas, no podemos permitirnos que el talento de nuestra empresa dependa de la proximidad a nuestra sede corporativa. Usa la tecnología para favorecer que tus empleados trabajen en equipo, aunque no estén físicamente en el mismo lugar.
     
  • Equipo unido: 
    La comunicación es el sistema nervioso de una organización. Esté o no expandido el equipo de la empresa, ésta debe mantener siempre a las personas conectadas en cualquier momento y en cualquier lugar. Además, una buena comunicación también permite que exista la inteligencia colectiva y ya sabemos que muchas mentes solucionan e innovan más y mejor que una sola.
  • Estructura netárquica: 
    Las jerarquías que promueven culturas basadas en el control y el miedo se contraponen a la cultura del compromiso, del desarrollo del talento y de la innovación que hoy buscamos. Las organizaciones actuales necesitan estructuras en las que la comunicación y la colaboración fluyan hacia todos los sentidos.
     
  • Empoderamiento de las mujeres: 
    Muchas de las empresas están perdiendo competitividad por no tener en cuenta el talento de las mujeres para puestos de liderazgo. Si quieres tener una organización justa y que aproveche la diversidad de competencias profesionales, rompe ese techo de cristal que no te/nos/las deja crecer.
  • Salario emocional: 
    Que todos los miembros del equipo puedan compaginar su vida personal y profesional es vital para la salud de la organización. Pero este es solo un ejemplo de muchos: horario flexible, teletrabajo, formación...
  • Siempre de la mano de lo digital: 
    No hace falta que te compres cada gadget que sale al mercado, pero sí debes identificar esas herramientas que van a beneficiar a tu organización si las implantas. Lo digital nos permite ser más ágiles y eficaces y dejar atrás la burocracia pesada que realentiza cualquier proceso. Pon foco y busca soluciones especializadas para problemas concretos.
     
  • Líderes humanos: 
    Sí, ese rumor de que los jefes también son seres humanos es cierto. Y sí, tú, como jefe, debes aprender a pedir ayuda, admitir errores y delegar tareas. La figura del jefazo que da miedo no le gusta a nadie y no ayuda a que un equipo sea productivo ni, mucho menos, a crear una organización saludable.
  • Feedback y reconocimiento: 
    Los nuevos líderes dan a su equipo feedback y reconocimiento en tiempo real a través de softwares ágiles y rápidos (como el de HRider, guiño-guiño). El feedback periódico permite que los empleados reajusten sus metas, que avancen en los objetivos y que se sientan reconocidos y recompensados. Evalúa a tu equipo, permite que te evalúen y ¡que empiece a florecer el feedback efectivo! Conociendo el desempeño de tu equipo, planificar un plan de carrera de éxito es mucho más fácil.

Mientras las organizaciones anticuadas tendrán que luchar para sobrevivir cada día, las organizaciones del futuro crearán y disfrutarán de oportunidades dinámicas para sí mismas y para el desarrollo laboral de los empleados.
Y recuerda: "Siempre en movimiento está el futuro".
(otra vez el Maestro Yoda).

O no, Maestro Yoda. En estos tiempos en los que emprender está en auge y en los que la tecnología avanza casi a más velocidad que nuestro período de adaptación, el miedo a saber qué pasará con nuestra organización también está a la orden del día. Tanto si somos emprendedores de una startup, managers de una empresa o empleados, el futuro de nuestra organización nos preocupa, porque en ella está también nuestro futuro. No se trata de si conviviremos o no con robots en la oficina o de si llegaremos al trabajo en coches voladores, sino de contar ya con estrategias y herramientas que apoyen el trabajo de las personas. Debemos quitarnos la venda de los ojos y asumir los nuevos valores y estilos de gestión que necesita hoy nuestra empresa para tener un futuro próspero.

La mayoría de las empresas fueron diseñadas bajo un patrón basado en la eficiencia y en modelos  predecibles que quedaron muy lejos de las necesidades actuales. Hoy en día, además de la eficiencia, las organizaciones exitosas deben ser ágiles y con una alta capacidad de adaptación. Las decisiones y las acciones deben ser rápidas y para esto necesitamos una estructura formada y capaz de detectar con antelación problemas y oportunidades de mejora.

¿Cómo podemos predecir el futuro de una organización? De dos maneras: anticipándonos a los contratiempos y aprovechando las circunstancias favorables. Como no podía ser de otra manera, en HRider nos ponemos la capa de los Super Consejeros y aquí van unos cuantos para ayudar a que vuestra compañía tenga una vida larga y saludable:

  • Cultura organizacional:
    Los empleados quieren trabajar para las organizaciones en las que creen y cuyos valores son acordes a los suyos. Permite que entre todos podáis crear esa cultura en la que todos os sintáis cómodos y felices.
     
  • Expande la sede corporativa: 
    Con la transformación digital es necesaria una transformación en las estructuras de las organizaciones. Ya no hace falta que tengas a todo tu equipo en un mismo edificio. Con la celeridad con la que cambian las cosas, no podemos permitirnos que el talento de nuestra empresa dependa de la proximidad a nuestra sede corporativa. Usa la tecnología para favorecer que tus empleados trabajen en equipo, aunque no estén físicamente en el mismo lugar.
     
  • Equipo unido: 
    La comunicación es el sistema nervioso de una organización. Esté o no expandido el equipo de la empresa, ésta debe mantener siempre a las personas conectadas en cualquier momento y en cualquier lugar. Además, una buena comunicación también permite que exista la inteligencia colectiva y ya sabemos que muchas mentes solucionan e innovan más y mejor que una sola.
  • Estructura netárquica: 
    Las jerarquías que promueven culturas basadas en el control y el miedo se contraponen a la cultura del compromiso, del desarrollo del talento y de la innovación que hoy buscamos. Las organizaciones actuales necesitan estructuras en las que la comunicación y la colaboración fluyan hacia todos los sentidos.
     
  • Empoderamiento de las mujeres: 
    Muchas de las empresas están perdiendo competitividad por no tener en cuenta el talento de las mujeres para puestos de liderazgo. Si quieres tener una organización justa y que aproveche la diversidad de competencias profesionales, rompe ese techo de cristal que no te/nos/las deja crecer.
  • Salario emocional: 
    Que todos los miembros del equipo puedan compaginar su vida personal y profesional es vital para la salud de la organización. Pero este es solo un ejemplo de muchos: horario flexible, teletrabajo, formación...
  • Siempre de la mano de lo digital: 
    No hace falta que te compres cada gadget que sale al mercado, pero sí debes identificar esas herramientas que van a beneficiar a tu organización si las implantas. Lo digital nos permite ser más ágiles y eficaces y dejar atrás la burocracia pesada que realentiza cualquier proceso. Pon foco y busca soluciones especializadas para problemas concretos.
     
  • Líderes humanos: 
    Sí, ese rumor de que los jefes también son seres humanos es cierto. Y sí, tú, como jefe, debes aprender a pedir ayuda, admitir errores y delegar tareas. La figura del jefazo que da miedo no le gusta a nadie y no ayuda a que un equipo sea productivo ni, mucho menos, a crear una organización saludable.
  • Feedback y reconocimiento: 
    Los nuevos líderes dan a su equipo feedback y reconocimiento en tiempo real a través de softwares ágiles y rápidos (como el de HRider, guiño-guiño). El feedback periódico permite que los empleados reajusten sus metas, que avancen en los objetivos y que se sientan reconocidos y recompensados. Evalúa a tu equipo, permite que te evalúen y ¡que empiece a florecer el feedback efectivo! Conociendo el desempeño de tu equipo, planificar un plan de carrera de éxito es mucho más fácil.

Mientras las organizaciones anticuadas tendrán que luchar para sobrevivir cada día, las organizaciones del futuro crearán y disfrutarán de oportunidades dinámicas para sí mismas y para el desarrollo laboral de los empleados.
Y recuerda: "Siempre en movimiento está el futuro".
(otra vez el Maestro Yoda).

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