¿Por qué hay más alérgicos en la ciudad que en el campo?

¿Por qué hay más alérgicos en la ciudad que en el campo?

Las plantas expuestas a la contaminación por diésel contienen en su polen unas proteínas nuevas que lo hacen más agresivo para el hombre
24 maig 2015

Actualmente, entre un 10% y un 25% de la población en los países industrializados padece rinitis alérgica, y el diagnóstico de asma se ha incrementado entre un 4% y un 10%. En las ciudades, a pesar de existir menos cantidad de pólenes que en las zonas rurales, las enfermedades alérgicas son cada vez más frecuentes. “Hace décadas era una enfermedad poco frecuente. Ahora la alergia a pólenes puede afectar hasta al 40% de la población y curiosamente, pese a que hay más pólenes en el ámbito rural, los que se hacen alérgicos son los habitantes de las ciudades, donde se mezclan pólenes y contaminación”, comenta la doctora Pilar Mur, jefa de Alergología del Hospital de Santa Bárbara de Puertollano. La contaminación y la plantación de especies muy alergénicas parecen explicar esta situación.

Esta es una cuestión clave, sobre todo si tenemos en cuenta que en las zonas rurales abundan las plantas. Un estudio realizado por el doctor Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), ha demostrado que las plantas expuestas a la contaminación por diésel contienen en su polen unas proteínas nuevas (proteínas de estrés) que lo hacen más agresivo para el hombre. El estudio se realizó con 200 pacientes alérgicos al ciprés procedentes de varios puntos de la geografía (Madrid, Toledo, Girona y Barcelona). Se comprobó que el polen de los cipreses procedente de lugares donde no había contaminación (Girona y Toledo) no contenía proteínas de estrés, pero sí se encontraron en el polen de Madrid y Barcelona.

"Vimos que el polen con proteínas de estrés era más agresivo que el que no las contenía y producía síntomas más intensos en los pacientes alérgicos. Esta 'rebelión de las plantas' no es más que su sistema de adaptación a un entorno nocivo y los humanos estamos en medio y sufrimos las consecuencias", explica Ángel Moral. Algunas de las recomendaciones para los alérgicos en las épocas de mayor concentración de polen son: utilizar mascarilla con filtro de carbono para retener las partículas, colocar filtros antipolen en los aparatos de aire acondicionado de los coches y de las viviendas y utilizar gafas de sol para evitar que entre en contacto con los ojos.

“El uso indiscriminado de árboles como el plátano de sombra en parques y jardines de grandes ciudades, donde la contaminación ambiental es más elevada, es una de las razones para explicar el aumento de las alergias por pólenes en las ciudades. El porcentaje de pacientes polínicos alérgicos al plátano de sombra en Madrid en los años 80, era de un 2%, mientras que en el momento actual supone un 40% de los polínicos”, revela el doctor Moral. “Los ayuntamientos deberían evitar la plantación en las ciudades de especies que han demostrado ser muy alergénicas, como ocurre con los plátanos de sombra, cipreses, olivos, abedules y palmeras. En su lugar se utilizaran especies poco alergénicas como el almez (Celtis) o el falso pimentero (Schinus). A la vez se deben realizar podas controladas en el invierno, previa a la floración sobre aquellos árboles que ya estén plantados, como los plátanos, lo que disminuiría la producción de flores por no existir ramillas terminales y como consecuencia los niveles de pólenes”, recomienda el alergólogo.

Fuente Propia: Prevención Integral & ORP Conference

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