Guía para introvertidos: cómo construir una red profesional

Guía para introvertidos: cómo construir una red profesional

Cada semana, me invitan a otro evento de negocios “imperdible” que seguramente estará lleno de personas importantes que podrían influir en mi empresa. Sé que debería asistir, pero es un fastidio. Muy a menudo, termino parada en una esquina, aferrada a la única persona que conozco, sintiéndome culpable de no estar aprovechando la situación.
28 febrer 2017

Hace poco, asistí a un desayuno para mujeres, que se llevó a cabo en una enorme bodega cerca de un muelle. Atravesé la puerta y recogí la etiqueta con mi nombre para enfrentarme a un salón de 1200 mujeres vestidas de muchos colores y con mucha energía. Parecía que todas se la estaban pasando muy bien.

¿Y ahora qué? ¿Conozco a alguien? ¿Si me quedo aquí sola la gente pensará que soy rara? Sentí una opresión en el pecho.

Sospecho que muchos de nosotros la pasamos mal en estos eventos, pero pocos lo admiten. Todos sonríen y se pasean por el lugar dando apretones de manos, riéndose e intercambiando tarjetas de presentación. Pero la verdad, algunos de nosotros nos sentimos incómodos y nos acercamos a la gente que charla, sin saber si debemos participar en un grupo o alejarnos.

Esa soy yo. He creado una poderosa red de trabajo y he convencido a líderes de Google, eBay, Twitter y Facebook de que apoyen mi empresa emergente, así que podrían suponer que soy experta en socializar. Pero la verdad es que soy introvertida y he tenido problemas con la socialización profesional durante años. Preferiría estar en casa leyendo un libro.

Sin embargo, reconozco la importancia de este tipo de actividad, así que me empeño en ella… principalmente porque algunos encuentros casuales en eventos se han convertido en relaciones que han hecho toda la diferencia para mi negocio. Me gusta hacer bien las cosas. Por eso he desarrollado técnicas que me ayudan a establecer relaciones y mejorar, o incluso disfrutar, el proceso de cultivar contactos. Si tú también tienes problemas con estas situaciones, aquí te presento algunas ideas que podrían ser de ayuda.

Mantén conversaciones breves con muchas personas

Me parece difícil establecer conexiones duraderas en eventos. En vez de eso, intento tener conversaciones breves con tantas personas como sea posible, y me aseguro de tener su información de contacto para poder hacer seguimiento más tarde.

Si veo a alguien con quien quiero hablar, con amabilidad me acerco y digo: “Disculpa por interrumpir, pero tal y tal persona me dijeron que debería conocerte. Debo irme en un rato y solo quería tu tarjeta de presentación para contactarte después”. Es bastante difícil que la gente diga no cuando dices algo así.

Después del evento, los contacto y me pongo de acuerdo para ir a almorzar o tomar una taza de café. Ese es un ambiente en el que me siento mucho más cómoda.

Concéntrate en lo que haces bien

Aunque los grandes grupos informales me parecen un reto, sé que me va bien con las presentaciones formales y las conversaciones con una sola persona. En vez de preocuparme por mi incapacidad de ser encantadora en eventos con grupos numerosos, me concentro en mi habilidad más natural de hablar con una sola persona y hacerlo de manera abierta. Si eres muy bueno charlando con una persona, eso es todo lo que necesitas para crear una red profesional.

Se trata de establecer unas cuantas relaciones cercanas

Algunas personas tienen cientos o miles de personas en su red profesional. Además de las redes sociales, donde no conozco a la mayoría de las personas con las que supuestamente estoy conectada, diría que mi red cercana de trabajo incluye alrededor de quince personas, pero todas son especiales. Cada año, conozco de una a tres personas que resultan ser fabulosas. Nunca se trata de lo que una persona puede hacer por mí, sino de darme cuenta de que he encontrado a alguien que me puede enseñar algo valioso. Casi todas las cosas buenas que han llegado a mí provienen de una de estas quince personas.

Los introvertidos tenemos distintas fortalezas. Pasé años pensando que debería ser diferente… hablar más alto, ser más graciosa, más extrovertida. Ahora reconozco la necesidad de estar agradecida por los talentos que sí tengo.

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