Violencias en el trabajo: el acoso moral
Violencias en el trabajo: el acoso moral
La existencia de situaciones de violencia en las relaciones laborales es actualmente una realidad reconocida por todos. Los testimonios de los trabajadores que se han visto enfrentados a esta realidad son numerosos. Por otra parte muchas investigaciones científicas comprueban estos hechos. Los actos hostiles, de acoso moral o psicológico constituyen una buena parte de los fenómenos de violencia laboral observados.
La Estrategia Comunitaria 2002 - 2003 relativa a la seguridad y a la salud en el trabajo, establecida por la Unión Europea es un documento en el que se traduce muy claramente la preocupación de los dirigentes europeos de promover el desarrollo de un real bienestar en el trabajo. El bienestar es concebido tanto como bienestar físico como bienestar moral o social.
El mejoramiento de la calidad del trabajo en vistas a obtener la calidad total implica que el ambiente de trabajo sea sano, seguro y respetuoso con la dignidad de los trabajadores. Para abordar el bienestar dentro de una perspectiva global hay que tener en cuenta los cambios que han tenido lugar recientemente en el mundo laboral y los nuevos riesgos que aparecen como consecuencia de éstos cambios. Entre los nuevos riesgos a los que están expuestos los trabajadores encontramos los aspectos psicosociales de la actividad y de las relaciones laborales.
El acoso moral es un problema que debe resolverse dentro de la organización, la empresa o la administración en la cual tiene lugar, ya que fue allí donde el problema surgió y se desarrolló. Las personas que han sufrido este tipo de problema en el ámbito laboral enumeran distintas razones por las cuales han sido víctimas de acoso. El análisis de esos argumentos podría ayudar a entender cómo surge el acoso en las empresas y a qué tipo de comportamientos se debe poner atención para controlarlo.
Los argumentos mencionados son, por ejemplo:
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el hecho de haber resistido a las tentativas de manipulación, mientras que otros compañeros de trabajo cedían a las exigencias del jefe acosador.
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los celos por parte del acosador, que se siente disminuido frente a la competencia y a la eficacia desarrolladas por la víctima en el desarrollo de la actividad laboral.
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el temor por parte del autor de los ataques a verse remplazado por la víctima en sus funciones laborales. Esto parece producirse sobre todo en el caso de víctimas jóvenes y muy calificadas trabajando con jefes que no poseen el mismo nivel de estudios (diploma o especialización).
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la envidia que el acosador ha podido sentir al compararse a la víctima cuya personalidad y habilidades sociales (simpatía, don de gentes, etc.) le permiten ser apreciada en el medio laboral.
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el hecho de no haber querido participar en actividades encubiertas o ilegales en la empresa.
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la personalidad enfermiza (perversa) del acosador.
- el hecho de no haber aceptado la sumisión que el jefe o un colega le imponía.
Los argumentos mencionados hasta ahora se refieren a los aspectos individuales, es decir a las relaciones entre dos personas: el acosador y la víctima. Hay otros elementos que corresponden a los aspectos organizacionales del problema.
El acoso moral es un signo de que en la organización las cosas no marchan bien. Entre otros fallos constatados se pueden citar:
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la manera ineficiente de organizar el trabajo.
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la distribución incorrecta de las tareas y de las responsabilidades.
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la falta de comunicación entre los jefes y los subordinados o entre compañeros.
- la falta de respeto a los valores esenciales que deberían caracterizar las relaciones laborales.
Todo esto se encuentra relacionado con el estilo de "management" de la organización en la cual se producen dichos comportamientos. En algunas organizaciones en las que se produce el "mobbing" el estilo de "management" está tan contaminado que el acoso se desarrolla de manera casi institucionalizada. Trabajar para esas organizaciones resultaría nocivo para la salud de muchas personas.
En el contexto actual de globalización y de mundialización de la economía en el cual las empresas han estado enfrentadas a numerosas reestructuraciones, el estilo de "management" que utiliza el estrés para obtener de los trabajadores un mayor rendimiento o para deshacerse de aquéllos que soportan mal las tensiones se encuentra relacionado con el acoso moral.
Muchas víctimas han citado este tipo de manejo del personal como una "herramienta" utilizada voluntariamente por los responsables de la empresa para eliminar a muchos trabajadores, menos productivos o poco cualificados, sin pasar por etapas de despido colectivo ni asumir costes importantes por indemnizaciones. En muchos casos la empresa no reconoce que en su seno el acoso moral ha encontrado un nido privilegiado donde instalarse y desarrollarse. Los dirigentes prefieren cerrar los ojos sobre los hechos de los que están informados.
Las organizaciones tienden a negar la existencia del acoso ya que éste les resulta incómodo y no corresponde con la imagen que los dirigentes de las empresas quieren dar de ellos mismos o de las instituciones que representan.
El acoso en el trabajo debe ser prevenido y tratado en las organizaciones. La mejor manera de evitar ese tipo de problema es establecer una política preventiva y comunicarla al personal. Explicar a todos los trabajadores las disposiciones tomadas para su aplicación, y los medios a poner en práctica en su desarrollo : la información, los reglamentos, los sistemas de ayuda y soporte a las víctimas y las sanciones a los autores de acoso moral. Esta política preventiva será la base sobre la cual podrán construirse relaciones laborales sanas y exentas de acoso.