Técnicas lúdicas aplicadas a la concientización y capacitación para la prevención de riesgos laborales
Técnicas lúdicas aplicadas a la concientización y capacitación para la prevención de riesgos laborales
Una preocupación constante de los especialistas en Higiene y Seguridad (HyS) en Argentina es la dificultad que enfrentan para transformar la cultura de los trabajadores, mandos medios y empresarios incorporándole la identificación y prevención de riesgos como elemento articulador de sus tareas. Ciertamente, a menos que se desarrolle una cultura preventiva al nivel de los distintos actores involucrados en el proceso productivo, difícilmente se logrará reducir la siniestralidad y mejorar las condiciones y el medioambiente laboral.
En este sentido, las “acciones de concientización y capacitación orientadas a la prevención” se han vuelto un lugar común entre los profesionales del sector, la comunicación de las compañías aseguradoras, las demandas de los sindicatos y la normativa dictada por los organismos de control y regulación. Ahora bien, ¿en qué consisten propiamente estas acciones, qué resultados consiguen y qué deficiencias presentan?
A partir de la sanción de la Ley 24.557 de Riesgos del Trabajo (LRT) en 1996, los empleadores, las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART), las organizaciones sindicales y el Estado se han convertido en partes solidariamente responsables de la capacitación de los trabajadores en materia de prevención de riesgos laborales. Sin embargo, hasta el momento, el alcance de esta capacitación es limitado: suele circunscribirse al cumplimiento de la normativa que exige dar difusión a los derechos y obligaciones legales; aborda aspectos técnicos, pero con un enfoque tan formal y rígido que todos los actores (en particular los operarios de línea, los trabajadores agropecuarios y los empleados públicos) no consiguen trasladarlos a su tarea cotidiana; y, por otra parte, el compromiso de los empleadores con la capacitación preventiva es –en líneas generales- escaso.
Existen algunas iniciativas destacables que nacen del singular empuje de diversas empresas e instituciones. Sin embargo, todas ellas enfrentan una común limitación, cuya raíz se sitúa en el sistema educativo superior y el diseño curricular de las carreras vinculadas a la HyS: la falta de formación específica de los profesionales de la prevención para la transmisión de conocimientos y la motivación de sus audiencias en temas de salud y seguridad laboral.
Frente a este panorama, y tomando como base el bagaje de conocimientos y experiencias desarrollados por las ciencias de la educación y las ciencias empresariales; surge el valor del juego como elemento facilitador del compromiso emocional, de la retención de contenidos, la toma de decisiones y la adopción de medidas en consecuencia.
Mientras que en la capacitación con las modalidades tradicionales la retención de información, su transformación en conocimiento y su aplicación a la vida cotidiana –en definitiva, el aprendizaje- son relativamente bajos; la aplicación de técnicas lúdicas permite superar estos obstáculos, abriendo una ventana de oportunidad para gestionar el cambio cultural que requiere la construcción de un ambiente de trabajo más sano, seguro y productivo.
Si consideramos a la vivencia una buena compañera del aprendizaje, nada mejor que aprender y enseñar de un modo entretenido, disfrutando del proceso en su totalidad y promoviendo la participación activa, comprometida y emotiva de todos los involucrados. El juego brinda esta posibilidad, ya que quienes están siendo capacitados, se convierten en protagonistas de su propio proceso de aprendizaje.
El aprendizaje puede tornarse un proceso aburrido, falto de elementos motivadores y emocionales. En muchos casos, las personas aprenden más gracias al entorno (compañeros, situación de aprendizaje, conocimientos de los participantes, elementos e institución con la que se interactúa), que específicamente por los contenidos o por el docente del curso. Las técnicas lúdicas promueven una dinámica que enriquece el proceso de aprendizaje grupal y facilita la construcción y la gestión del conocimiento.
Jugar es para los adultos una forma de encontrarse con los demás y con uno mismo, con el niño que llevamos dentro que suele ser menos rígido y estructurado o más comprometido con su emoción. Tal como dijo Pablo Neruda “el niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega ha perdido al niño que habita en él y que le hará mucha falta”.
Por estos motivos, pensamos y hemos probado que el empleo de técnicas lúdicas para la concientización y capacitación en temas de prevención, permite gestionar más eficazmente el cambio cultural requerido para que todos los actores involucrados (empresarios, mandos medios, supervisores y trabajadores), incorporen la detección y prevención de riesgos laborales en su actividad cotidiana. “La era de la información precisa de jugadores autónomos más que trabajadores desmoralizados. Ser un jugador es abrazar el futuro, ser un trabajador es defenderse de él” (Alfons Cornella, Presidente de Infonomía, España).
Para responder a esta inquietud, hemos presentado un trabajo al Segundo Simposio Internacional de Prevención de Riesgos Profesionales en Santiago de Chile, el cual se estructura en tres secciones. En la primera “El juego de la prevención”, explicamos los fundamentos y la mecánica del juego de prevención desarrollado específicamente y probado eficazmente por Provincia ART, aplicando los principios teóricos esbozados en la Introducción. Seguidamente, en “Experiencia con el juego”, narramos la experiencia de la primera puesta en práctica de este juego para la capacitación de los responsables de HyS de la Secretaría General de la Gobernación del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. En la tercera sección, “Conclusiones”, compartimos las conclusiones extraídas de esta experiencia, tanto por los profesionales de capacitación y prevención de Provincia ART, como por los funcionarios involucrados en el juego. Cerramos el trabajo con una serie de reflexiones sobre las posibilidades futuras de aplicación de las técnicas lúdicas a las actividades de concientización y capacitación para la prevención de diferentes clases de audiencias.