Síndrome del edificio enfermo (SEE)

Síndrome del edificio enfermo (SEE)

dijous, 14 febrer 2002

Las quejas que a veces presentan los ocupantes de un edificio incluyen además de aspectos térmicos, aspectos relacionados con la sensación de aire viciado, cargado y de olor desagradable, la irritación de las membranas de las mucosas, dolores de cabeza, estados de aletargamiento, etc. esta sintomatología es propia del síndrome del edificio enfermo

Los seres humanos perciben el aire con la ayuda del olfato y la respuesta química de las mucosas de la nariz y los ojos, es con la respuesta combinada de estos dos sentidos con los que se determina la percepción del aire como fresco y agradable o como cargado, viciado e irritante.

Durante tiempo, los problemas derivados de la calidad de aire interior se han resuelto mediante las infiltraciones y aperturas de puertas o ventanas al exterior, pero a medida que han aumentado las exigencias de confort y que el control del ambiente ha pasado a ser centralizado, la ventilación y la calidad del aire han quedado muy afectadas y ya a principios de los años 80, la National Research Control del EEUU identificó cuatro puntos básicos que justificaban las preocupaciones crecientes sobre la calidad del aire interior.

  • Debido a los costos de energía y para motivar su reducción, se disminuyen las aportaciones de aire de ventilación en los locales ocupados.

  • Existen fuentes de contaminación muy generalizadas en el interior de los edificios y el aire exterior generalmente también presenta unos índices de contaminación elevados.

  • La conciencia de los usuarios respecto a la importancia de la calidad del aire sobre su salud y bienestar ha ido aumentando.

  • Y las técnicas de medición para detectar contaminantes (en bajas concentraciones) en los edificios han mejorado notablemente.

Asimismo diferentes estudios como los que se presentaron en el 1er Congreso Nacional de Calidad Ambiental en el interior de los edificios (Barcelona - marzo 2000) ponen de manifiesto que las concentraciones de contaminantes en el interior de los edificios son frecuentemente más elevadas que los valores de los mismos contaminantes en el exterior.

Entre los síntomas del SEE destacan:

  • Más del 20% de los ocupantes presentan quejas como irritación de los ojos, nariz y garganta, sequedad en piel y mucosas, eritema, fatiga mental, dolores de cabeza, hipersensibilidades inespecíficas, mareos, náuseas, tos, ronquera, picazón e inclusos sintomatología gastrointestinal.

  • Síntomas de periodicidad característica, que remiten cuando el individuo se ausenta del edificio y desaparecen tras un periodo largo.

  • Edificios de ventilación forzada o con sistemas de climatización centralizados. Edificios herméticos. Paredes y suelos recubiertos de materiales textiles

Todo esto conlleva a ser más conscientes sobre la calidad del aire en el interior de los edificios (CAI) y en analizar de nuevo los productos y componentes químicos utilizados en la construcción y decoración de los edificios, los sistemas de calefacción, ventilación y acondicionamiento de aire y todos los emisores de contaminantes que pueden incidir en la calidad del espacio interior.

Los problemas que pueden generarse debidos a una deficiente calidad del aire en el interior de los edificios afectan al estrés, las demandas de confort y la productividad:

  1. Estrés: Las reacciones de los ocupantes de edificios no industriales no vienen causadas por la exposición intensiva a estresantes específicos sino que se deben a la exposición continuada a múltiples contaminantes en pequeñas concentraciones.

  2. Demandas de confort: Las reacciones de confort o malestar de los ocupantes dependen de las percepciones sensoriales del medio ambiente.

  3. Productividad: Cuando los ocupantes de un edificio están sometidos a condiciones de disconfort, a parte de los problemas relacionados con la salud antes citados, se verá afectada sin duda la productividad (ya sea por bajas laborales, o por disminución del rendimiento)

Cuando se sospecha que puede producirse el SEE se deben realizar una serie de actuaciones, entre las cuales destacar:

  • Asegurar una ventilación suficiente en los espacios ocupados.

  • Asegurar que el sistema de acondicionamiento de aire está limpio y libre de sedimentos importantes de contaminantes químicos o biológico.

  • Obtener ayuda profesional si persiste el problema.

En alguna ocasión, los problemas que un edificio genera a sus ocupantes pueden deberse a lo que se conoce como Enfermedad Relacionada con el Edifico (ERE), en ingles Building Related Illnesses (BRI). Algunos ejemplos son la enfermedad del legionario, la tuberculosis o el sarampión.

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