La salud y seguridad laboral en los trabajadores de edad avanzada
La salud y seguridad laboral en los trabajadores de edad avanzada
En la última década y tras años de declive, ha aumentado la participación en la población activa de los trabajadores de mayor edad, incluidos los mayores de 65 años. Aunque se han propuesto varias explicaciones para el cambio en las tasas de participación, sigue habiendo cuestiones sobre la capacidad de trabajo, salud y la seguridad de los trabajadores de más edad. Voy a esbozar los posibles problemas potenciales para los trabajadores mayores. Cabe señalar que, especialmente en algunas profesiones, hay mejoras en la capacidad de trabajo con la edad y un equilibrio frente a cualquier disminución de la función.
Para comprender el trabajo y el envejecimiento se deben tener en cuenta los aspectos físicos/biológicos, así como los mentales/cognitivos. Por ejemplo, la capacidad física se reduce en las personas de más edad, aunque existe una gran variabilidad en la forma en que esto afecta el desempeño laboral. Así, los trabajadores de más edad tienen menores tasas de lesiones, pero una vez heridos se recuperan más lentamente. Esto puede verse agravado por la mayor prevalencia de enfermedades crónicas y hay alguna evidencia de que los medicamentos pueden afectar el desempeño del trabajo.
La función cognitiva se puede dividir en la fluidez y cristalización. Lo primero se refiere a la eficiencia de procesamiento (la capacidad 'inmediata'), que disminuye con la edad, mientras que lo segundo tiene en cuenta la acumulación de esfuerzos cognitivos (la "experiencia") y puede aumentar con la edad. Sin embargo un estudio reciente mostró que, en las personas mayores, aparentemente los tiempos de reacción son más lentos como resultado de su deseo de ser precisos en lugar de reacciones intrínsecamente más lentas. De confirmarse, esto y una mayor experiencia, podrían explicar las menores tasas de accidentes entre los trabajadores de más edad.
Parte de la salud y funcionalidad de los trabajadores de más edad puede ser determinada por la exposición laboral cuando eran mucho más jóvenes. Ésta, por supuesto no puede ser modificada, pero esta apreciación muestra la importancia del historial laboral exhaustivo para así comprender cómo establecer correspondencias de las habilidades y la experiencia de los trabajadores de edad con el trabajo.
Dependiendo del trabajo, la capacidad de desempeño de los trabajadores puede aumentar o disminuir con la edad. Voy a discutir algunas de estas cuestiones, incluyendo la interacción entre el trabajo, la jubilación, y el estado físico y cognitivo.
También voy a describir brevemente el Estudio Longitudinal de Envejecimiento de Canadá (CLSA), que se acaba de iniciar. Para entender el proceso dinámico de envejecimiento y el desarrollo del adulto se seguirá durante 20 años a 50.000 canadienses, con edades entre 45-84 en la línea base. La cohorte se divide en dos: la cohorte de seguimiento que consiste en 20.000 personas representativas de toda la población elegible, que cada tres años están siendo entrevistadas por teléfono, y la cohorte completa que comprende a 30.000 personas elegidas al azar entre la población que vive en un radio de 25 a 50 km de uno de los 11 centros de Canadá. Los miembros de la cohorte completa también se están estudiando cada tres años. En cada oleada de recolección de datos, se complementa la entrevista y también se visita el sitio local de recopilación de datos, donde se obtienen datos clínicos, funcionales, cognitivos, de sangre y medidas de orina. Las muestras de sangre, de ADN, y de orina se almacenan para su posterior análisis. En la presentación se describen las cuestiones de investigación a las que puede responder el estudio.
After years of decline, labour force participation has been increasing in the past decade among older workers, including those aged over 65. While various explanations for the change in participation rates have been proposed, there are questions about the work capability and the health and safety of older workers. I will outline potential problems for older workers. It should be noted that, especially in some occupations, there are improvements in work capability with age and there is a trade-off against any declines in function.
Understanding work and aging must take account of both physical/biological aspects and cognitive/mental ones. For example, physical ability is reduced in older people, although there is wide variability in how this affects job performance. For example, older workers have lower rates of injury, but once injured they recover more slowly. This may be compounded by the greater prevalence of chronic diseases – and there is some evidence that medications may affect job performance.
Cognitive function may be divided into fluid and crystallized. The former refers to the efficiency of processing (‘immediate’ ability) which declines with age, while the latter takes account of accumulated cognitive efforts (‘experience’) and can increase with age. Still a recent study found that the apparently slower reaction times in older people resulted from their desire to be accurate, rather than inherently slower reactions. If confirmed, this and greater experience may explain the lower injury rates in older workers.
Some of the health and function of older workers may be determined by workplace exposures when they were much younger. These of course cannot be modified, but appreciating this shows the importance of comprehensive job histories to understand how to match the abilities and experience of older workers to the job.
Depending on the job, workers’ performance capacities may improve or decline with age. I will discuss some of these issues, including the interplay between work, retirement, and physical and cognitive status.
I will also briefly describe the Canadian Longitudinal Study on Aging (CLSA), which recently began. It will follow 50,000 Canadians, aged 45-84 at recruitment, for 20 years to understand the dynamic process of aging and adult development. The cohort is divided into two cohorts: the Tracking cohort consisting of 20,000 people representative of the whole eligible population who are being interviewed by telephone every three years; and the Comprehensive cohort comprising 30,000 people randomly chosen from the population living within 25 to 50 km of one of 11 centres across Canada. Members of the Comprehensive cohort are also being studied every three years. At each wave of data collection, they comple the interview and also visit the local Data Collection Site, where we obtain clinical, functional, cognitive, blood and urine measures. Samples of blood, DNA, and urine are stored for future analysis. The presentation will outline research questions that can be answered by the study.