Pequeños gestos que propician grandes impulsos: ORP2011

Empezar con una aseveración tan rígida y formal como que “toda empresa que tiene una Organización del Trabajo pobre, obtiene en la misma medida malos resultados en Seguridad y Salud

” puede parecer sorprendente, pero es sin duda un axioma básico para nuestra disciplina de la Prevención de Riesgos Laborales.

El problema fundamental de admitir como buena esta aseveración tan dura, estriba en que en la medida que ahondamos en este análisis nos encontramos con otra serie de axiomas de igual calibre y ya no tan satisfactorios para los profesionales de la prevención tales como que “lo que es bueno para la economía de la empresa, no siempre es bueno para la Seguridad y Salud, ya que parámetros tales como flexibilidad, adaptación tecnológica, outsourcing… que pueden ayudar a obtener pingües beneficios económicos, puede a la vez incubar riesgos laborales susceptibles de afectar a los trabajadores

”

Además, es fácil colegir un tercer axioma aún más inquietante para los prevencionistas: “lo que es bueno para la Seguridad puede que sea malo para la Salud": por ejemplo una organización del trabajo muy pautada en los modos de producción y en los procedimientos de trabajo, puede ser también un elemento crítico, para el nivel de estrés de los operarios. De ahí la necesidad imperiosa de realizar estos Congresos ORP, esta obligación de “congregarnos, de caminar juntos hacia un punto de reunión” que a modo y manera de las Sociedades Científicas del siglo XVII nos posicionen y ayuden a ubicar a nuestra Ciencia Preventiva en el peldaño que necesita y se merece. Si para las Sociedades Científicas la comunión de científicos, profesores, gente avezada e inquieta, reporteros… pusieron en danza las consideraciones críticas de la ciencia del momento, en estos Congresos ORP

debemos, mediante la discusión de todos los participantes -tanto presenciales, como virtuales-, poner a disposición del público nuestras reflexiones sobre lo que está coaccionando o maniatando las posibilidades de crecimiento de nuestras ciencia preventiva.

Debemos intentar superar estas limitaciones conceptuales y fijar unos objetivos ambiciosos y asumibles para el Congreso; eso sí, sin hacer falsas proclamas de objetivos utópicos, o ingenuos y bienintencionados, que superen las posibilidades actuales de la Prevención y traten además de complacer a todos las partes. Ejemplo típico y muy característico es el de la tan repetida frase de “lo que es bueno para la prevención, es bueno para su empresa”; un axioma ilusionante pero que sólo se entenderá si añadimos “a largo plazo

”, ya que en el corto plazo debemos explicar porqué unas soluciones funcionan en unas empresas y en otras no, y tratar de influir y de dar pautas de actuación sobre qué debemos hacer para invertir los elementos nocivos y convertir en cierta la expresión antes citada.

Un Congreso que quiere ser combativo con las ideas poco elaboradas e ingenuas; pero que por otro lado pretende ilusionar y ser generoso con el pensamiento crítico y las buenas prácticas, ya que éstas son necesarias para encontrar las soluciones de futuro de la Empresa.

Un Congreso estimulante pero en el que cada ponente y conferenciante aporte una visión casi mística del problema de la Prevención de Riesgos Laborales es un congreso condenado a ser olvidado; nuestros trabajadores y nuestras empresas no nos lo perdonarían.

Por eso debemos esforzarnos al máximo en el Congreso ORP

y destilar pensamiento creativo, normativo y ejecutivo en el campo de la Prevención de Riesgos Laborales y transmitir a nuestro colegas qué se puede hacer, qué se debe investigar, qué nuevas prácticas debemos implementar y hacia dónde debemos canalizar los esfuerzos de nuestra empresa para alcanzar la excelencia.

Por todo ello, nuestro Congreso ORP en Santiago de Chile en Noviembre de 2011, debe convertirse en un crisol de ideas atrevidas y prácticas sobre cómo debemos plantear y abordar un problema tan importante como el que nos convoca en Chile, ya que hoy es irrenunciable y debe ser ensalzada la necesidad humana fundamental en nuestra sociedad: “trabajar es vivir y vivir es trabajar

”. Y para estos dos tensores humanos necesitamos ideas, normas, recetas, hipótesis, intuiciones… que lleven por la senda del progreso continuo y sostenible a nuestra sociedad.

Espero poderlos saludar el próximo Noviembre en Santiago de Chile,