La observación del trabajo, una actividad preventiva clave

La observación del trabajo, una actividad preventiva clave

divendres, 12 abril 2002

Los errores humanos de acción u omisión son muy frecuentes en los accidentes de trabajo. Aunque no se trata de vincular únicamente el accidente al último operador, éste es consecuencia de una serie de factores encadenados, donde además de las personas tienen su influencia, entre otros aspectos esenciales, las condiciones materiales o el entorno de trabajo, los procedimientos e instrucciones de trabajo y la formación recibida.

Cabe indicar, que desde que se planifica hasta que se desarrolla un elemento cualquiera del proceso productivo, las personas intervienen continuamente tomando decisiones sobre cómo llevarlo a cabo. Materias primas y materiales más o menos peligrosos se procesarán atendiendo a diferentes criterios y será decisivo tener en cuenta la seguridad y el medio ambiente para quienes vayan a realizar las tareas más adelante. El diseño, desde su origen en la ingeniería, será otro factor destacado donde se deberán aplicar conceptos de seguridad y ergonomía, accesibilidad para el mantenimiento de las instalaciones y para el personal de explotación, movimiento de materiales, desplazamientos, etc. Por esto, es importante controlar los procesos de toma de decisión para que la prevención sea tenida en cuenta, sin descuidar en último término la propia ejecución del trabajo.

Una organización eficiente debería estar detrás de todo ello, siendo el personal con mando quienes deberían gestionar la seguridad, a fin de preparar a los operarios para que estén bien capacitados, generando procedimientos de trabajo seguros, facilitando los medios necesarios para asegurar que el trabajo se realice con la máxima calidad y velando para que así sea.

Si las personas son tan esenciales, debería disponerse de herramientas que ayuden a evitar errores y garantizar el trabajo bien hecho. Pese a contar con medios, instalaciones y procedimientos de trabajo seguros, pese a disponer de un sistema de gestión en el que la prevención de riesgos laborales esté integrada en la línea de mando - algo que es esencial -, deberíamos también contar con una actividad preventiva que nos permitiera observar y analizar de manera planificada cómo hacemos las cosas y así desarrollar el necesario espíritu de mejora continua para optimizar nuestros métodos y nuestros resultados.

Precisamente para modificar los hábitos y mejorar los comportamientos se desarrolla lo que se denomina la “observación del trabajo”. Esta herramienta permite esencialmente conocer mejor cómo hacemos las cosas, orientándonos hacia la excelencia en cualquier actividad.

La observación del trabajo es una actividad que ya se ejerce espontáneamente por aquellas personas conscientes de su responsabilidad sobre la seguridad, salud y calidad del trabajo del personal a su cargo. Pero, también es cierto que unas personas por su estilo personal tienen mayor capacidad para la relación con los trabajadores que otras y tienen mayor propensión al diálogo, obteniendo por ello mejores frutos del mismo. Ahora bien, siendo importantes las observaciones informales, es imprescindible, en aras de una mayor efectividad, que esta actividad preventiva forme parte del sistema de gestión y por esto deberían estar también planificadas con su consecuente seguimiento y evaluación. Las empresas líderes en materia preventiva la tienen asumida como una de las actividades preventivas claves.

Los principales objetivos directos de la Observación del trabajo como una actividad preventiva procedimentada son:

  • Identificar actos inseguros o deficientes así como situaciones peligrosas relacionadas con el comportamiento humano para corregirlas por la vía del convencimiento, pero también para reforzar los cambios favorables generados.
  • Determinar las necesidades de formación y capacitación del personal, controlando su eficacia.
  • Verificar la idoneidad y necesidades de mejora de los procedimientos de trabajo.
  • Aumentar la concienciación sobre los aspectos de la seguridad y medir su efecto a través del necesario diálogo entre mandos y trabajadores.

En consecuencia, los beneficios interrelacionados que se obtienen son:

  • Mayor motivación del personal, ganando confianza de trabajadores y reforzando el liderazgo de los mandos.
  • Incremento y mejoras las relaciones con los empleados.
  • Disposición de vías eficaces de comunicación en la resolución de deficiencias.
  • Hacer que las personas piensen y actúen en seguridad.
  • Conocimiento de lo que está pasando y cómo se desarrolla la actividad de los trabajadores.
  • Mostración general de los beneficios de la actividad preventiva demostrando así interés por la prevención.
  • Clarificación y homogeneización de las normas de actuación y los procedimientos de trabajo.
  • Mejora de la formación.
  • Mejora de la calidad del propio trabajo.

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