Las nuevas directrices de la OIT relativas a Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud

Las nuevas directrices de la OIT relativas a Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud

divendres, 16 agost 2002

Hasta el momento la normalización de sistemas de gestión de prevención de riesgos laborales está sumamente dispersa; así nos encontramos con modelos internaciones como la OHSAS 18001 o a nivel nacional (UNE 81900:1996 EX en España, BS 88001996 en Inglaterra, NCh 2454:1999 en Chile, AS/NZS 4804:1997 en Australia y Nueva Zelanda, etc.).

Junto a esta dispersión, el hecho de que el comité ISO declinara en dos ocasiones la elaboración de una norma de Seguridad y Salud Laboral, entre otras razones, hizo que la Organización Internacional de Trabajo (OIT) decidiera elaborar unas directrices para la elaboración de modelos de sistema de gestión de seguridad y salud. El proyecto nació con el encargo en 1998 a la International Occupational Higiene Association (IOHA) un estudio comparativo de los estándares de sistemas de gestión de seguridad y salud existentes hasta el momento y de los elementos clave que constituían dichos sistemas.

A partir del informe resultante de la IOHA se elaboró un borrador de directrices y el Consejo de Administración de la OIT, en su 278ª reunión (junio de 2000), decidió convocar una Reunión de expertos para analizar el documento resultante: “directrices relativas a los sistemas de gestión de seguridad y la salud en el trabajo”.

La reunión se celebró durante los días 19 a 27 de abril de 2001 y tuvo un único punto del día: “examen y adopción de directrices técnicas relativas a los sistemas de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo”. La importancia de esta reunión no fue únicamente la propia adopción de las directrices, sino la unidad con que se produjo por parte de los participantes: 7 expertos en representación de los gobiernos, 7 del grupo de empleadores y 7 del grupo de trabajadores del Consejo de Administración. Posteriormente, en la Reunión 281 de junio de 2001, se aprobó su publicación, hecho que se produjo en Diciembre de 2001.

Las Directrices de las OIT deben ser vistas como unas recomendaciones prácticas para uso de los responsables de gestión de la seguridad y salud en el trabajo. Según la propia OIT tienen las siguientes características:

  • De carácter voluntario.
  • No tienen por objeto sustituir ni las leyes o los reglamentos nacionales, ni las normas vigentes.
  • Su aplicación no exige certificación.

Ese último aspecto queda claramente reflejado en el redactado del documento de las directrices, en el que se utilizan expresiones del tipo ”debería” (“should”) y no “deberá” (“shall”), estas últimas típicas de las normas certificables.

El modelo de gestión que plantea está basado en el ciclo de planificación-ejecución-verificación-acción (“plan-do-check-act”). La estructura del sistema de gestión que proponen está compuesta por 5 elementos:

  • Política (necesidad de desarrollo por escrito de una política de seguridad y salud firmada por la dirección y difundida a todas las partes de la organización).
  • Organización: engloba los requisitos sobre responsabilidades, competencia y capacitación, documentación del sistema de gestión y comunicación.
  • Planificación y aplicación: dividida en los apartados de examen inicial, planificación, desarrollo y aplicación del sistema, objetivos y prevención de los peligros.
  • Evaluación del sistema: incluye la supervisión y medición del desempeño, investigación de las lesiones, enfermedades e incidentes relacionados con el trabajo, la auditoría y el examen realizado por la dirección.
  • Acción en pro de mejoras: dedicado a la adopción de medidas preventivas y correctivas fundamentándose en el concepto de mejora continua.

Aunque las directrices de la OIT no incorporan novedades conceptuales a la gestión de la seguridad y salud laboral, sí es significativo que hayan sido elaboradas y publicadas por un organismo internacional reconocido, a la vez que abren la vía al desarrollo de directrices específicas a niveles nacional y organizacional, que se adecuen a las realidades y necesidades particulares de las empresas y países.

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