Investigación general de incendios

La seguridad contra incendios en los núcleos urbanos e industriales, y por consiguiente la seguridad de los ocupantes de éstos núcleos, depende de una serie de factores entre los cuales el primero a destacar es el del cumplimiento de las disposiciones vigentes y el control que las distintas administraciones ejerzan sobre el mismo.

Si bien es cierto que los esfuerzos empleados por estos servicios, se multiplican año tras año; el fuego continúa cobrándose vidas y destruyendo patrimonios en un crónico desafío hacia las nuevas tecnologías y materiales, exigiendo la revisión constante de las regulaciones legislativas de prevención y extinción de incendios.

Cada año el fuego causa daños en las ciudades, el campo, los medios de transportes, las industrias, etc. que pueden ser calculados en miles de millones de pesetas; amén de las lesiones irreversibles y vidas humanas de cuantía no evaluables, que incluye al colectivo de profesionales y voluntarios involucrados en tareas de seguridad de todo el mundo.

La determinación de la causa o causas de un siniestro, tiene -entre otras razones- la de conocer si ha sido intencionado o fortuito. En el primer caso el tema no afecta a las medidas de prevención, debido a que estas pretenden sensibilizar al ciudadano para evitar los incendios y por consiguiente no tienen incidencia sobre los casos de intencionalidad. En cuanto a los siniestros que acontecen por causas fortuitas, su investigación nos lleva a detectar carencias reguladoras y normativas cuya modificación nos permitirán evitar recaer en los mismos errores.

Desde un punto de vista más general de la investigación es aconsejable, al tiempo que se identifica el siniestro, llegar a determinar sus causas y su punto de origen. El conocimiento por parte de los incendiarios potenciales, de la posible investigación posterior constituye de por sí, un factor de disuasión.