Impacto sobre la salud de la exposición a riesgos laborales en las industrias de fabricación de piensos: estudio epidemiológico
Impacto sobre la salud de la exposición a riesgos laborales en las industrias de fabricación de piensos: estudio epidemiológico
El sector de la industria española de fabricación de alimentos compuestos para animales, se sitúa en tercer lugar de la Unión europea, y da empleo a más de 14.000 trabajadores. Actualmente se encuentra bajo una importante regulación, que aplica las mismas exigencias que a cualquier otra industria agroalimentaria. Esta actividad laboral se caracteriza por la presencia, durante las diferentes fases del proceso industrial, de la exposición a factores ambientales, así como los riesgos propios debidos a las condiciones de trabajo. Para valorar el impacto de estos riesgos sobre la salud de los trabajadores, se ha realizado un estudio epidemiológico descriptivo, basado en el análisis estadístico de los resultados de un cuestionario de salud sobre una muestra de trabajadores.
Entre los factores de riesgo más destacados se encuentran la inhalación de polvo de materias primas, premezclas o aditivos, la exposición a productos químicos por la vía dérmica, los niveles elevados de ruido, los riesgos ergonómicos por manipulación de cargas, adopción de posturas forzadas y repetición cíclica de determinados movimientos, un importante grado de turnicidad, y un ambiente térmico caluroso. Ello condiciona una mayor riesgo de aparición de accidentes laborales y enfermedades de trabajo, como las lesiones músculo-esqueléticas (57,5%), trastornos respiratorios de distinta naturaleza (bronquitis, asma, sensibilizaciones y alergias,…), las enfermedades de la piel como la dermatitis de contacto (11,5%) y la irritativa (9,7%) y la hipoacusia por ruido. Así mismo, un porcentaje significativo (45,1%), manifiesta estar expuesto a condiciones de trabajo generadoras de estrés.
Los piensos compuestos son mezclas de productos de origen diverso (vegetal, animal o sustancias orgánicas o inorgánicas), destinados a la alimentación (por vía oral) de animales, la mayoría de los cuales están destinados al consumo humano. Entre la producción industrial de piensos compuestos se incluye la fabricación de las siguientes sustancias: premezclas para la alimentación de animales, piensos compuestos para animales de granja (porcino, vacuno, ovino, caprino, equino, conejos, aves, otros…), piensos compuestos para acuicultura y piensos compuestos para animales de compañía (perros, gatos y otros).
Existe una importante regulación en materia de seguridad e higiene alimentarias en este sector. La fabricación de piensos compuestos constituye un eslabón muy importante en la cadena alimentaria humana. Las características de la alimentación de los animales destinados al consumo humano pueden ocasionar importantes consecuencias sobre la Salud Pública. En el año 2008, la industria de piensos compuestos en España, se compone de 909 empresas fabricantes autorizadas [1], y da empleo a 14.124 trabajadores. La producción total de piensos compuestos ha alcanzado este año las 31.312.113 toneladas, lo que sitúa a España en el tercer lugar de la Unión Europea, después de Francia y Alemania, y ocupa el primer lugar por número de fábricas.