Higiene industrial: Una ciencia imprescindible para la prevención de los riesgos laborales
Higiene industrial: Una ciencia imprescindible para la prevención de los riesgos laborales
El trabajo puede generar alteraciones de la salud que en ocasiones no aparecen reflejadas en las estadísticas de siniestralidad, ya sea por lo inespecífico de las consecuencias o por la demora en el tiempo existente entre la exposición laboral y el daño producido. Las causas más relevantes de las patologías de origen laboral son habitualmente de origen ambiental, debidas a la presencia de contaminantes en el medio ambiente de trabajo y aquellas son estudiadas por la Higiene Industrial.
La disciplina de higiene industrial ha sido definida por la Asociación Americana de Higiene Industrial una de las asociaciones pioneras y más prestigiosas del mundo en esta materia como: "La ciencia y el arte dedicada al conocimiento, la evaluación y el control de factores o tensiones ambientales que surgen en o desde los puestos de trabajo, y que pueden ser causa de enfermedad, de perjuicios para la salud o el bienestar, o de incomodidad e ineficacia significativos entre los trabajadores o entre los ciudadanos de la comunidad".
Dentro del campo de la higiene industrial han surgido especialidades, siguiendo al papel tradicional del generalista, especialistas en agentes químicos, ventilación, toxicología laboral, energías mecánicas como el ruido y las vibraciones, radiaciones electromagnéticas, a buen seguro que en el futuro nacerán nuevas especialidades debido a la evolución de la técnica y al mejor conocimiento de los nuevos procesos de producción y de las nuevas actividades de servicios. También apoyarán esta necesidad de especialización diferenciada los nuevos requerimientos técnicos de la actuación preventiva.
Hay una creciente necesidad de higienistas industriales, o mejor dicho del trabajo, competentes, para que se incorporen al mundo de la prevención de los riegos laborales. En este sentido, se están estableciendo programas académicos para afrontar estas necesidades y las dificultades surgen a la hora de su preparación. Se admite que un aspirante debe aportar en su currículum buenas bases en química, biología, matemáticas y física. Lo que es más difícil de concretar es cuál es el nivel en que estará preparado para actuar en este campo del conocimiento.
No obstante es una necesidad ineludible, para todos aquellos que desarrollen su actividad profesional en el marco de un servicio de prevención, un conocimiento básico de higiene industrial, ya que la actividad más comúnmente realizada por el técnico actuante será la de identificar los potenciales riesgos de exposición a agentes contaminantes químicos, físicos o biológicos, que puedan afectar al trabajador y que habitualmente no presentar indicadores de presencia a los que sean sensibles los órganos de los sentidos del ser humano, siendo así imprescindible, la ciencia y el arte, del higienista para identificar, en primer término, y posteriormente eliminar o evaluar el nivel de riesgo, que supone la exposición a un determinado contaminante.
Cualquier previsión sobre la dirección que tomará en el futuro la higiene industrial está abierta la especulación, sin embargo parece probable que los principales problemas, adecuadamente moderados en su magnitud, seguirán existiendo allí donde existen hoy. Se identificarán más etiologías de posible origen profesional y en el campo de la higiene industrial se precisarán más personas expertas y más disciplinas preventivas. La higiene industrial tendrá, sin duda, un papel creciente y dinámico en las próximas décadas, dentro del mundo del trabajo.