Gestión de Prevención de Riesgos Laborales en los Contratos de Conservación de Carreteras
Gestión de Prevención de Riesgos Laborales en los Contratos de Conservación de Carreteras
El transporte es un sector estratégico básico para el desarrollo global de la economía, asegura el derecho a la movilidad de los ciudadanos y la libre circulación de bienes. Constituye, además, una herramienta básica para incrementar la eficiencia de los sectores productivos. El sector del transporte por carretera en España representa el 2,62% del Valor Añadido Bruto y concentra un 3,05% de la población ocupada, lo que la sitúa en una de las mayores participaciones de Europa. Es aceptada por todos los expertos la relación directa existente entre las inversiones en materia de infraestructuras (tanto construcción como de mantenimiento y explotación) y la evolución del desarrollo económico de la región en donde se producen.
Las necesidades de conservación de cualquier red de carreteras surgen una vez que ésta es puesta en servicio, e incluso antes de este hito temporal. El objetivo primordial de la conservación es evitar el deterioro de las condiciones iniciales de una carretera que está sometida a diversos agentes como pueden ser: el clima, la geología, la erosión, el propio tráfico, etc. El deterioro de una carretera será función por tanto la participación de los agentes mencionados y, evidentemente, las distintas inversiones y esfuerzos que se realicen para minimizar en la medida de lo posible las consecuencias de los mismos1.
Con la modernización y la dotación de las carreteras de un equipamiento cada vez mayor, las necesidades de conservación y las posibilidades de deterioro de la red se han traducido igualmente en términos de obsolescencia de equipos de control, necesidades de sustitución de distintos elementos por presentar estos una vida útil inferior al de la propia infraestructura y, resumiendo, en la necesidad de actuaciones de rehabilitación y mejora que consigan mantener los niveles de calidad y de servicio que se marquen para cada vía en concreto.
Los modelos de gestión de la conservación de carreteras han evolucionado considerablemente en los últimos años, dando entrada de forma contundente a la iniciativa privada mediante contratos de prestación de servicios y condicionando por tanto el enfoque que en materia de gestión de la seguridad y salud vinculada a tareas de conservación se adopte tanto por las empresas como por la Administración titular de la infraestructura. Esta circunstancia cobra aún más fuerza a la vista de estudios realizados en relación con el coste social, económico y personal que suponen en la actualidad los accidentes laborales. Solo en la Unión Europea se pierden al año 146 millones de horas de trabajo a causa de los mismos2. El problema es el mismo en los Estados Unidos en donde las cifras obtenidas son de 140 Millones US$ por el mismo concepto3.
Por ello consideramos necesario analizar las singularidades de la conservación contratada en España y en otros países, p.ej: Inglaterra, por ser dos países referencia en los modelos de gestión y por tanto plantear el mismo tipo de singularidades en la planificación de las acciones preventivas. El primero de ellos, España, ha desarrollado un modelo que es recomendado por el Banco Mundial. En el caso de Inglaterra, se trata de la Administración más innovadora a la hora de plantear sistemas de gestión y financiación de infraestructuras.
Mª Carmen Rubio Gámez.
Dr. Ingeniero de Caminos.
Germán Martínez Montes
Dr. Ingeniero de Caminos
Departamento de Ingeniería Civil
Universidad de Granada