La gestión por procesos individuales

Los accidentes e incidentes laborales tienen su base en incumplimientos de los requisitos de los procesos de trabajo: son los famosos "atajos" en los procedimientos y en las instrucciones de trabajo. Las estadísticas nos dicen que hay un accidente por cada 600 incidentes y las investigaciones de éstos revelan que son efectivamente las condiciones de riesgo creadas por los incumplimientos de los requisitos las que originan finalmente los accidentes.

La conclusión es evidente: evítense los incumplimientos en los procesos de trabajo y se evitaran las condiciones de riesgo y, por consiguiente, los accidentes. Esta afirmación tan obvia ha sido a veces criticada por entender algunos que de cumplirse todos los requisitos y procedimientos las organizaciones perderían parte importante de su productividad.

Nosotros mantenemos que sí es posible hacer bien los procesos pues no hay nada "congénito" o "sobrenatural" que obligue a lo contrario, y que , cuando hay una causa que impide hacer bien el trabajo, ésta puede ser objeto de una "acción correctora". También mantenemos que si cumplir los requisitos hace perder la productividad es debido a que los procedimientos están mal diseñados y necesitan corregirse. La solución a la siniestralidad laboral ha de venir, como cuestión multifactorial que es, por varias vías; una de ellas es, desde luego, la tradicional de las actividades preventivas que ya se está desarrollando con resultados evidentes por la Autoridad Laboral, las Mutuas y los Servicios de Prevención Ajenos. Pero otra debe ser la Gestión Empresarial Basada en Procesos Individuales: ésta es la clave para la identificación y el diseño de los procesos, para la evaluación de su ejecución y, en fin, para la cultura preventiva o integración de la prevención en la empresa. Los accidentes se evitarán si los procesos de trabajo están correctamente diseñados y se ejecutan cumpliendo los requisitos de los mismos. Como decía Crosby, todo trabajo es un proceso: de ahí que la gestión empresarial orientada a procesos sea de tanta importancia.

Planteada la cuestión preventiva en estos términos el desafío está servido: hacer saber a los empresarios que ésta es una nueva vía para rebajar la siniestralidad; que es diferente, no sustitutiva de la tradicional de las Mutuas y los Servicios de Prevención Ajenos, y que representa una nueva forma de gestionar la empresa. Son los empresarios quienes han de liderar la incorporación de esta nueva tecnología de gestión a sus empresas.