Experiencia participativa con artesanos en la promoción y capacitación en salud higiene y seguridad en el trabajo

Se desarrolla una experiencia con artesanos de la madera, con el propósito de incorporarlos de manera activa en el estudio de las condiciones de higiene y seguridad en el trabajo. El estudio se desarrolla bajo la modalidad de investigación acción- participativa. Participan voluntariamente miembros de nueve asociaciones de artesanos. Resultados: Los trabajadores identificaron factores de riesgo dentro de su proceso de trabajo. Los artesanos sugirieron los mecanismos, de control ajustados a su propia realidad y condiciones. Se capacitó a 10 promotores de seguridad e higiene, con los que se diseñó un plan de acción para disminuir accidentes en las manos. Los trabajadores sirven de multiplicadores de los conocimientos, dictan charlas y elaboran material para promoción y capacitación de otros trabajadores artesanales. Se logró mantener semanalmente la discusión participación sobre los factores de riesgo presentes en el proceso de trabajo.

Las microempresas son unidades de producción de pequeña escala caracterizadas por la utilización intensiva de mano de obra que operan con no más de 10 trabajadores y un solo propietario. Las microempresas en general representan una fuente de ingresos para sectores de la población de bajos recursos [1]. En el caso de las microempresas artesanales familiares, éstas se caracterizan por pertenecer a una o más personas unidas por algún nexo de parentesco familiar nuclear o extenso. Estas unidades de producción, generalmente, desarrollan sus actividades productivas en el lugar de residencia y su producción es de baja escala y está orientada hacia mercados de bajos ingresos.

Las microempresas, en su conjunto, concentran un porcentaje importante de trabajadores [2], en general ellas son generadoras de empleo bajo la modalidad de empleo permanente y temporal, por obra o a destajo. En ellas labora un porcentaje considerable de trabajadores, quienes por lo general son familiares del dueño del negocio su producción es limitada y está sujeta a las temporadas de incremento del consumo de sus productos.

A pesar que el número de microempresas es considerable, se tiene poca información sistematizada sobre éstas, fundamentalmente en lo referente a las condiciones y medio ambiente de trabajo. Sin embargo, es conocido que en ellas existe una importante siniestralidad, dependiendo del tipo de actividad. En estudios realizados en países europeos los mayores índices de siniestralidad, accidentes por cada 1000 trabajadores empleados, se dan en empresas pequeñas [3].

Cabe destacar que las microempresas artesanales en particular operan con esquemas organizativos poco estructurados, sin mecanismos formales de planificación, control y supervisión de los procesos, descuidando los aspectos relativos a la inversión en higiene y seguridad y en general a las condiciones y medio ambiente de trabajo. Estudios empíricos [3], [4] y [5], han revelado la existencia, en muchos casos, de solapamiento de funciones; sobrecarga de funciones y responsabilidades en el dueño, para quien los problemas relativos a prevención y atención de las condiciones de trabajo no constituyen prioridades. Estos aspectos están condicionados por los escasos recursos para el funcionamiento, siendo estos dirigidos estrictamente a lo que puede ser rentable inmediatamente. Un aspecto importante a destacar en el funcionamiento de las microempresas es la presencia de un importante número de mujeres al frente de estas unidades de producción.

Aproximación a salud en el trabajo en microempresas artesanales de la madera

La investigación se enmarca en un macroproyecto de consolidación de pequeñas empresas, denominado Redes de Innovación Productiva, que busca la integración y participación activa de los actores involucrados en la fabricación artesanal de muebles de madera en sus propias viviendas. El estudio se desarrolla en la parroquia Magdaleno, Estado Aragua, Venezuela; tomando en cuenta las inadecuadas condiciones de higiene y seguridad en el trabajo, que afectan la salud de los trabajadores, su núcleo familiar y comunidad en general. Se parte del principio de la investigación participativa, donde la investigación y la acción sobre la realidad estudiada son parte de un mismo proceso [6]. Es decir teoría y práctica se integran en un proceso investigación-educación-aprendizaje acción. En este sentido los grupos estudiados son activos al igual que los técnicos o profesionales investigadores sujetos protagónicos

En este sentido, la investigación se desarrolla desde una perspectiva cualitativa a partir de una investigación-acción-participativa. En el estudio intervienen 20 artesanos miembros de 9 asociaciones que agrupa a 300 trabajadores. Se utilizó como estrategia de participación los debates sobre temas específicos de interés colectivo, dinámicas vivenciales de situaciones laborales concretas, técnicas con actuación, actividades para revisar aspectos técnicos particulares a fin de identificar-controlar factores de riesgo dentro del proceso de trabajo; es decir los procesos peligrosos. Dentro de las actividades se incluyó la motivación, la sensibilización, talleres de capacitación en identificación y jerarquización de factores de riesgo laborales, así como las propuestas de intervención con desarrollo de planes de acción.

En el presente estudio, la perspectiva sobre la investigación de la salud en el trabajo reposa en el principio fundamental que la actividad laboral es una de las principales condicionantes de la salud y el bienestar [7]. Las acciones preventivas son una prioridad cuando se pretende actuar en beneficio de la salud laboral. Identificar los procesos peligrosos, determinantes de padecimientos a la salud de los trabajadores, constituye un reto para garantizar la salud de los trabajadores. El análisis de las condiciones de trabajo, desde una perspectiva participativa, permite a los trabajadores reconocerse en su propia realidad laboral. Para ello se, requiere del compromiso de los trabajadores y la disposición para actuar y transformar las condiciones adversas a la salud presentes en el proceso de trabajo, así como la identificación de los procesos positivos o protectores del trabajo. La investigación participativa parte de la consideración que nadie conoce mejor su realidad que quien la vive; en ese sentido, es el trabajador quien debe observar su proceso de trabajo, analizar las condiciones bajo las cuales se desarrolla la actividad laboral e identificar los procesos peligrosos que generan efectos nocivos a la salud física y mental. Estando frente a estas condiciones es el propio trabajador quien generará las medidas de protección y prevención en el marco de las condiciones reales que vive el grupo en el lugar de trabajo.

Compartimos con el autor [7], cuando distingue entre condiciones de trabajo y condiciones de salud-enfermedad. Respecto a las condiciones de trabajo, señala que éstas engloban a) el proceso de trabajo, b) los procesos peligrosos o riesgos del trabajo, c) las exigencias y d) los procesos positivos o saludables; el análisis de cada uno de estos aspectos permite dar cuenta de la situación de trabajo. Por su parte las condiciones de salud-enfermedad están representadas por: a) los accidentes de trabajo, b) las enfermedades del trabajo, c) las manifestaciones tempranas subclínicas y d) las manifestaciones saludables [7]. Como bien lo expresa el autor, existen en el trabajo elementos protectores o positivos a la salud de los trabajadores; estos aspectos no deben dejarse de lado al momento del análisis del proceso de trabajo. En este sentido es necesario considerar el objeto de trabajo, la actividad, los medios de trabajo y la organización del trabajo.

Participación de los artesanos en la identificación de riesgos

La comunidad de artesanos de la madera, propietarios de micro y pequeñas empresas productoras de muebles y piezas de madera, en general, se incorporan al estudio de manera voluntaria. Para el último censo de 2007, habían en la parroquia Magdaleno un total de 55 artesanos fabricantes de muebles de madera, de estos 36 utilizan equipos de seguridad personal como mascarillas, lentes, tapa oídos, guantes y botas. Sólo en 9 de los talleres se contaba con extractores de polvo; 14 de los 55 talleres funcionaban dentro de las viviendas de habitación y 41 operaban en un anexo al hogar. En 24 de las microempresas trabajaban mujeres y hombres y en las 31 restantes solo hombres. Las mujeres realizaban labores de lijado y sellado de los productos elaborados y los hombres las labores de diseño, corte y ensamblado de los muebles. En general, de las primeras observaciones, de los talleres, se pudo constatar deficientes condiciones de higiene y seguridad. Esta situación es determinante para la propuesta del estudio participativo. La experiencia participativa se fundamenta en la investigación acción participante, entendida ésta como un proceso de autorreflexión, formación y toma de decisión. El proceso participativo se desarrolla en tres fases: Presentación, Discusión y actuación.

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